¿Quién sería el presidente?/ Meridiano electoral  - LJA Aguascalientes
15/11/2024

Una vez más, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha ausentado de su cargo por razones relativas a su salud personal, delegando sus actividades rutinarias -competentes a su posición como máximo representante- al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.

El encargo del máximo mandatario inició el primero de diciembre del dos mil dieciocho, obteniendo un resultado insólito con el 53.20% a su favor del total de los sufragios emitidos, colocándose de esta manera como el presidente más votado en la historia de la República.

Aún falta por transcurrir año y medio del ejercicio efectivo de la encomienda del dirigente; sin embargo, ante su condición de salud actual, sumado a la oscuridad con la que la vocería nacional ha dirigido la información, impera la incertidumbre ciudadana derivada de la amenazante estabilidad y continuidad de la función del regente del palacio nacional.

De lo anterior, existe la necesidad de dilucidar cuál es el instrumento o procedimiento legal previsto para proceder ante el probable e hipotético supuesto de la ausencia del titular del poder ejecutivo federal de manera permanente y que, en la ejecución del mismo, se contemplen las condiciones que otorguen certeza y estabilidad política al destino de nuestro país.

En este entendido, cabe precisar que la Constitución General dispone expresamente los mecanismos jurídicos ante los diversos escenarios relativos a la ausencia temporal o definitiva del gobernante en cuestión; estableciendo que, en el supuesto en referencia, sus funciones deben ser asumidas por la persona titular de la Secretaría de Gobernación.

Sin embargo, esta situación es de carácter temporal, ya que el Congreso de la Unión tiene un plazo de sesenta días para elegir definitivamente a quien sustituirá la figura presidencial electa.

Ahora bien, una vez ejecutado este procedimiento, es importante tener presentes dos restricciones que definirán no sólo su desempeño, sino sus aspiraciones políticas personales, estas son:  a) no poder remover o designar a los Secretarios de Estado sin autorización de la Cámara de Senadores; y b) no poder competir en las elecciones para el mismo cargo en el proceso electoral inmediato.

Así entonces, es públicamente conocido y notorio el interés de ciertos actores políticos e integrantes del actual gobierno federal en cuanto a proseguir con el cargo que ocupa Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, tomando en consideración la corta duración del mandato en sustitución y la prohibición de postularse a la candidatura para los próximos comicios, debemos seguir de cerca quiénes serán los simpatizantes del mandatario que levantarán la mano y, por supuesto, quién contará con el respaldo de las Cámaras del Congreso de la Unión, quedando automáticamente fuera de la próxima contienda presidencial.

Lo anterior, en la consideración de que, si algún enérgico aspirante resulta nombrado para ocupar la presidencia como sustituto, este ejercería el cargo sólo por poco más de un año, con la oportunidad casi nula de realizar cambios en el gabinete de gobierno y viendo mermada sus intenciones de llevar a cabo un sexenio completo para el próximo periodo pues como ya fue referido, quedarían impedidos para volver a ocupar el cargo.


Mientras tanto, a falta de una solución clara, es el Secretario de Gobernación quien puede aprovechar los focos en “las mañaneras”, posicionándose ante el electorado como una fuerte opción de cara al incipiente proceso electoral presidencial.

@SDANIELGTZ


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LJA 3/08/2021

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