¿Qué significa la palabra Pascua? La palabra Pascua aparece en latín como “pascha”, en el griego πάσχα “páscha” y en el hebreo (pesáh) Pésaj en español, señala la Real Academia Española. Y Pascua significa básicamente “paso” o “salto”.
Ante todo, a mis tres lectores, les deseo una feliz Pascua en este cierre de la Semana Mayor, su significado es poderoso, si nos atrevemos a encontrarlo.
Ahora a lo nuestro. El pasado martes 4 de abril, el presidente López Obrador anunció con pompa y platillo la “nueva nacionalización” de la industria eléctrica en México, ello sustentado en la adquisición (?) por el gobierno de la 4t de 13 plantas generadoras de energía, 12 de ciclo combinado (gas natural y vapor) -8,436 MW- y 1 eólica -103 MW- a la empresa española Iberdrola. De las plantas adquiridas, 10 operan bajo la figura de Productores Independientes de Energía (PIEs) -centrales privadas que venden toda su producción a la CFE en contratos de hasta 30 años instaladas previo a la apertura del sector energético en 2014- y tres lo hacen de forma privada. (IMCO, 5 de abril de 2023).
La transacción se realizó a través de un fideicomiso privado denominado Mexico Infrastructure Parteners (MIP), una administradora de fondos mexicana enfocada en inversiones en infraestructura y energía, con una participación mayoritaria del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), luego, el real propietario de las plantas es MIP, quién acordará con el gobierno de México quién (CFE) y cómo habrán de operar las plantas (?). El monto de la transacción asciende a 6 mmdd, bajo un modelo que permita a las autoridades hacendarias mexicanas no sumarlas a la enorme deuda que tiene el país equivalente ya a casi el 50% del PIB nacional. Hay que subrayar que el contar con financiamiento del sector público a través de MIP, eso no cambia el hecho legal que la propiedad de las 13 centrales seguirá siendo privada.
Uno de los propósitos de este movimiento político del gobierno de la 4t, era fortalecer la capacidad generadora de la CFE para llevarla al ansiado porcentaje del 55%, y de manera mecánica nos vendieron a los mexicanos que la producción se incorporaría a lo que produce la empresa a cargo de Manuel Bartlett; sin embargo, habría que calcular correctamente esta adición, ya que la mayoría de la producción de esas plantas ya eran incorporadas a la red eléctrica, dado que los PIEs ya forman parte de la matriz de generación a través de la subsidiaria CFE Generación V, encargada de administrar los contratos con estas centrales, de representarlas en el mercado y de reportar su estado de resultados ante la Cuenta Pública. (IMCO) (“No mentir, no robar, no traicionar”).
En los hechos, habría que esperar que la productividad de las plantas adquiridas, no se vea afectada, por ejemplo, por la intervención del sindicato en la operación de las mismas. Las condiciones contractuales de trabajo con seguridad se expandirán a las centrales de reciente adquisición mismas que en una medida impactarán en su rentabilidad en el futuro inmediato, un riesgo latente es la edad de retiro de los trabajadores eléctricos, que desde 2020 se redujo en 10 años. Asimismo, es necesario considerar la proyección de vida de estas plantas con sustento en el uso de combustibles fósiles, ante el inminente cambio que a nivel global se viene gestando y al que el gobierno mexicano deliberadamente está ignorando, en su ideologizada, desesperada y anacrónica búsqueda de independencia energética antes del 2024.
En otro tema, la 4t anda muy ufana con el nombramiento de los 4 consejeros del INE de reciente designación mediante salomónico sorteo legislativo. La consejera presidenta Guadalupe Taddei Zavala, en sus primeras declaraciones ha mostrado atisbos de su posición e independencia ante López Obrador, señalando que los integrantes del Consejo General del INE no habrán de ganar más que el presidente de la república y que además, en su calidad de presidenta, no contará con redes sociales personales, en clara referencia al activismo que mostraba su antecesor. Disciplina pues.
En este tenor, y de manera soterrada, el INE avanza en su nueva etapa, que todos esperamos sea institucional, en un proceso de ajuste y adaptación; sin embargo, antes de entrar de lleno a los días santos, de nueva cuenta el poder judicial otorgó a través de un juez en materia administrativa la suspensión, de manera temporal, de la reestructura de una parte del Instituto Nacional Electoral que se puso en marcha con el Plan B de la reforma que impulsó el presidente Andrés Manuel López Obrador para debilitar al organismo. El juzgador otorgó el recurso que ordena mantener a la jefa del Departamento de Convenios y Contenidos Normativos de la Unidad Técnica de Vinculación con los Organismos Públicos Locales del INE. Esta resolución se suma a la suspensión definitiva otorgada el 24 de marzo por el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Javier Leynez, basado en la controversia constitucional promovida por el propio INE (El Informador, 8 de abril de 2023). Debemos esperar la reacción de la nueva presidenta Taddei Zavala, o protege al INE o se disciplina al Ejecutivo.
A manera de colofón, y sólo para constatar que el Ejecutivo no las trae todas consigo en materia judicial, también hacia el 5 de abril pasado, todo parece indicar que un Tribunal Colegiado determinó echar para atrás, de nueva cuenta, la integración de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional; el Tribunal determinó que las pruebas presentadas por el Gobierno Federal para evitar que un juez analice un amparo contra la integración de la Guardia Nacional al Ejército, carecen de sustento. La notificación de la suspensión definitiva, incluida en un documento de 63 fojas, se basó en que, de conformidad con diversas sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en las que México fue parte, se pueden establecer ciertos puntos que deben tomarse en consideración, ya que forman parte del parámetro de regularidad constitucional (La silla rota, 6 de abril de 2023).
Así inicia la Pascua el gobierno de la 4t.