La ficción y la narrativa pueden ser un caballo de Troya para un statement político: Dahlia de la Cerda - LJA Aguascalientes
21/11/2024

  • Entrevista con la autora de Perras de Reserva
  • Yo quería contar las historias de las que menos hemos tenido, de las que no somos buenas ni malas sino complejas y que procuramos sobrevivir con lo que tenemos a la mano, sea ético o no

“Que mis textos sean accesibles para todas las personas, no solo para las que tienen privilegios epistémicos”, dice la escritora Dahlia de la Cerda, a propósito de su trabajo literario. Sobre esto platicó con LJA.mx, sus procesos creativos y el sincretismo entre el activismo y la escritura, en medio de las desigualdades y falta de oportunidades en el mundo literario. 

Un diálogo entre lo periférico y el conocimiento académico 

Dahlia de la Cerda tiene muy claro qué es lo que quiere cuando se trata de sus letras. Ella escribe, documenta, hace crítica social y se lleva de calle, sincera y sin tapujos, a instituciones y a personas. A través de su historia de vida y su activismo ha conocido las miradas del barrio y de la periferia. 

Dahlia describe escenarios y ficciones teóricas en sus cuentos, lo que también deja entrever su formación como escritora: “No vengo de una familia de escritores, ni de una familia académica ni rica ni tuve una formación en universidades de élite ni fui alumna de grandes maestros ni he vivido en otros países. Vengo de una familia de comerciantes, estudié la licenciatura en línea, nunca he salido del país ni de vacaciones”, comienza su relato.

El corpus de su trabajo lo conforman tanto cuentos como ensayos, además de columnas autobiográficas en las que aborda problemas de salud mental, pero también funcionan para “visibilizar a las escritoras que no vienen de contextos de tantísimo privilegio. También para que empatizaran conmigo, porque la neta tengo mala fama. Fama de culera, de resentida, sí, pero también soy una mujer con muchos matices”. 

Son estos matices los que se observan en el libro Perras de Reserva [Sexto Piso, 2022], en el que Dahlia narra la historia de mujeres que no pertenecen al bien ni al mal, sino que están viviendo sus realidades, felices con la vida o destruidas por la misma. 

“Luego de contar sobre las tragedias que me convirtieron en una persona dada a la mierda, pensé en contar mi experiencia en el mundo literario para teorizar o visibilizar lo difícil que es ser escritora cuando no perteneces a las mafias literarias, cuando no eres un señor blanco, cuando no eres la alumna recomendada de tal o la hija o el compa de cual”, apunta. Y es que Dahlia observa el mundo a su alrededor, lo que implicó darse cuenta de las trabas que tiene que brincar una mujer joven escritora en un círculo tan elitista como lo es el literario, algo que no tiene que ver por sí mismo con la escritura pero sí con que las mujeres publiquen y difundan su obra.

Sobre el carácter político de Perras de Reserva y la crítica social que se lee en él, a pregunta expresa, Dahlia aseguró que su interés era visibilizar: “Por ejemplo, en el cuento de ‘Yuliana’ me interesaba visibilizar muchas cosas, una de ellas fue a las mujeres que son jefas en las organizaciones multicrimen desde una perspectiva más compleja que las víctimas o las malas. Pero también el clasismo de la gente blanca, de la gente bien de toda la vida, con dinero de mil generaciones atrás. Yesenia habla de cómo tiene más dinero que todas sus compañeras del colegio, pero ellas le siguen diciendo que es naca y corriente”. 


Estos son temas claves en el discurso de Dahlia, el clasismo y el racismo: “A la hora de escribir el cuento de ‘Yuliana’ no quería aventarme un discurso o un ensayo sobre cómo opera el clasismo y cómo la clase social en este país tiene color de piel, pero sí quería visibilizarlo, entonces usé las anécdotas que cuenta Yuliana para mostrarlo”. 

La multiplicación de voces en este libro de cuentos de Dahlia ofrece la perspectiva de diversas mujeres, una narrativa muy mexicana y posmoderna sobre realidades cotidianas, como lo es el aborto. Dahlia de la Cerda también es activista. Codirectora de la asociación civil Morras Help Morras, lleva mucho tiempo ofreciendo información y acompañamientos a personas gestantes que se realizan abortos con medicamentos. Esta experiencia también se observa en su narrativa:

“En el cuento de ‘Perejil y Coca-Cola’ quise narrar cómo es el aborto en casa auto-procurado con misoprostol desde una perspectiva realista: hay sangre, coágulos, dolor, diarrea y un embrión. Pero también desde una perspectiva más allá de los lugares terribles, insalubres y las mujeres como siempre, víctimas, porque el aborto es una experiencia universal y necesitamos narrativas reales sobre él. Narrativas que lo visibilicen como una experiencia más en la vida de las mujeres y personas con capacidad de gestar. Quise que fuera un manual de cómo abortar en casa de forma segura, también”.

Contar, no mostrar 

Sobre la definición de su narrativa, Dahlia comentó que sus ensayos y críticas están atravesados por la teoría y sus posturas política, sin embargo, afirmó que cuando escribe un cuento no busca que sea un documento teórico o un panfleto, “soy muy cuidadosa a la hora de trasladar mis preocupaciones, mis posturas, mis causas, mi visión del mundo a la narrativa para no caer en lo panfletario. En la narrativa me interesa narrar, que la anécdota sea orgánica. Que las atmósferas, que la trama, que los personajes sean quienes muestren su realidad, que las anécdotas ficcionadas sean las que hablen sobre el racismo, clasismo, sexismo, gentrificación, transfobia. Eso me interesa contar, no mostrar.

“La ficción y la narrativa me parecen muy poderosas porque me permiten hablar de esto y que la gente reflexione sobre estos temas sin que se sienta regañada. La ficción y la narrativa pueden ser un caballo de Troya para un statement político. Me ha pasado que me escriben vatos y me dicen que habían leído sobre feminismo pero que nunca habían reflexionado sobre la violencia que vivimos las mujeres en la vida real, en el mundo real, hasta que leyeron mi Perras de Reserva”.

Figuras de representación 

En este libro se detecta un hilo conductor que integra los cuentos en lo que bien podría ser una novela; personajes con tema en común: resolver la vida, tomar decisiones, mujeres que tienen que decidir a partir de sus contextos. 

Un discurso constante en Dahlia se observa en sus redes sociales, la crítica a la falta de figuras de representación tanto en las estructuras culturales, como en la literatura “hegemónica”: “Cuando hablo de figuras de representación me refiero a que las mujeres somos muy diversas pero las que han estado representadas en la literatura son las que más tienen. Yo quería contar las historias de las que menos hemos tenido, de las que no somos buenas ni malas sino complejas y que procuramos sobrevivir con lo que tenemos a la mano, sea ético o no. Pero sobre todo, me interesaba representar que las mujeres somos mucho más que la violencia que vivimos”

De la Cerda considera que su proceso creativo es muy estructurado, como ella misma, “hago mucho trabajo técnico y de estructura antes de ponerme a escribir: pulo la anécdota, hago la escaleta, la atmósfera, la biografía de los personajes, los campos semánticos. Cuando ya tengo todo estructurado lo traslado a la literatura. Pero este proceso, aunque sí está atravesado por conocimientos teóricos, también tiene que ver con mi contexto: Hasta hace poco no tenía cuarto propio ni la posibilidad de tener cuarto propio, entonces no podía darme el lujo de sentarme a escribir a ver qué salía. Tenía que sentarme a escribir cosas que sí o sí iban a funcionar. Entonces mientras vivo, mientras lavo ropa, mientras trabajo, mientras acompaño abortos, estructuro en mi cabeza mis textos y luego los traslado a la literatura.

“Mucha gente me ha dicho que lo que más les gusta de mi trabajo es su espontaneidad, pero mi trabajo no es espontáneo, que se lea espontáneo es parte de mi propuesta estética. El que sean textos orgánicos es también una postura política, pero no son una cosa de azar o espontaneidad, es una propuesta estética que está previamente muy trabajada en mi mente y a la que le he invertido muchas lecturas sobre narratología y mamadurías de ese estilo”.

Políticas públicas culturales

Sobre sus columnas, publicadas por la Editorial Sexto Piso, Dahlia ha hablado sobre sus problemas de salud mental, pero también ha hecho críticas a las políticas culturales de las instituciones culturales de Aguascalientes, que han invisibilizado a Dahlia y a otras mujeres escritoras locales: “muchas veces se piensa que mi carrera literaria se debe a una excelente política cultural en Aguascalientes y me interesa dejar muy claro que no, a las instituciones culturales de Aguascalientes no les debo nada y que mi éxito es a pesar de ellas. Sí le debo a mujeres concretas dentro de las instituciones como Rocío Castro y Claudia Quezada, pero nada más”. 

Estos textos autobiográficos también le han servido para hablar sobres su trayectoria de vida como una autora de provincia: “Mi carrera literaria no empezó en 2022 con la publicación de Perras de Reserva”, insiste, “pues en 2015 que gané mi primera beca no he dejado de ganar reconocimientos y publicar, esto jamás se visibilizó por parte instituciones culturales”.

Derechos culturales

“También hago estas críticas porque tengo la esperanza que algo cambie”, comenta Dahlia, “porque Aguascalientes es muy conservador en temas de políticas culturales, las nuevas generaciones merecen y necesitan figuras de representación más allá de los señores blancos y las élites literarias. Leer solo a escritores canónicos va en contra de los derechos culturales, también marca las curvas de aprendizaje de las morras que quieren ser escritoras porque reciben el mensaje que para ser escritora hay que ser un señor blanco, ser hijo/a/e de la persona correcta, pertenecer a una mafia cultural o tener la recomendación de un gran maestro. Las nuevas generaciones que quieren ser artistas merecen pluralidad, modelos de representación y acceso a las nuevas narrativas”.

Dahlia también hace visible el conflicto que existe porque una mujer de provincia, sin estudios de “prestigio”, tatuada y sin experiencia, la rompa con su literatura, a través de un libro como Perras de Reserva. Cuenta que se vio tentada a adherirse a la academia y sin embargo, prefirió continuar con los talleres en las periferias, “creo que el resultado ha sido interesante, en ‘Feminismo sin Cuarto Propio’ usé la sopa de fideo para hablar de desigualdad y está analogía ha sido muy celebrada y era justo lo que quería lograr”.

Sobre su participación en diversas Ferias del Libro, entre ellas, la presentación de Perras de Reserva en la FIL Guadalajara, Dahlia es honesta al admitir que no le gusta esa “parafernalia”: “Me da muchísima ansiedad. No estoy soportando el éxito y tuve que aumentar la dosis de medicamento y posiblemente tenga que regresar a terapia. El éxito es una cosa muy extraña. Me está trayendo muchos beneficios a nivel personal, sobre todo económico y de bienestar. Pero también me genera mucha ansiedad. Despertarme cada día con cientos de seguidores nuevos en redes sociales, ver mi jeta en el Youtube. Que mi familia me diga: Eres famosa. Pareciera que son problemas pendejos, pero para la gente con ansiedad sí es muy duro lidiar con tanta atención. Pero lo hago por dos motivos. El primero, es parte de mi trabajo como escritora, la promoción es parte de mi trabajo y me toca soportar. El segundo y que responde a tu pregunta: Las, los y les lectores”.

Dahlia está en Tsunami 2, una antología sobre feminismo de Sexto Piso, en Mexicanas de Fondo Blanco y en los Cuerpos que Habitamos de An.Alfa.Beta, también ha sido publicada en la revista gringa Astra con su cuento ‘La Sonrisa’ traducido al inglés. Su nuevo libro Perras de Reserva acaba de ser publicado en México y este 2023 comenzará a distribuirse en España y Sudamérica. Para este libro ya están confirmadas las traducciones al italiano, francés, polaco y al inglés tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, todas en editoriales de prestigio. Hay expectativas muy altas de las editoriales que lo publicaran en otros países sobre premios y tal. Este 2023 Dahlia publicará un libro de ensayos, crónicas y textos autobiográficos, también en Sexto Piso: “Se viene un montón de cosas para Perras de Reserva, aquí estamos, buscando tramitar la visa y el pasaporte para las Ferias del Libro de Nueva York, pero yo la verdad lo único que quiero es ponerme a escribir la novela que estoy estructurando en mi mente”. 

 


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Tania Magallanes

Jefa de Redacción de LJA. Arma su columna Tres guineas. Fervorosa de lo mundano. Feminista.

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