Fentanilo, un gobierno inerme en las puertas de la adicción  - LJA Aguascalientes
02/07/2024

Alejandro Saldívar 

A pesar de que el gobierno ha implementado programas para tratar las adicciones, éstos han sido insuficientes para hacer frente a la proliferación de opiáceos sintéticos como el fentanilo. La falta de una política de drogas efectiva abre la puerta a que esta epidemia se propague sin control, sobre todo en la frontera con Estados Unidos. La ausencia de regulación efectiva en la venta de precursores químicos, utilizados para fabricar este tipo de drogas, ha permitido que los traficantes obtengan fácilmente los materiales para su producción a gran escala, e incluso que la oferten en la web profunda.  

Alfredo no conoce el fentanilo, pero sí la piedra. Casi todos los días consume esta mezcla de clorhidrato de cocaína y bicarbonato de sodio en la azotea de un edificio en la delegación Álvaro Obregón. Él no vive ahí, pero desde hace algunos años es el único lugar donde se siente seguro para preparar su dosis. Detrás de él llegan otros dos sigilosos consumidores habituales. 

La azotea huele a ropa recién lavada y a mierda de perro seca. Una lámpara fluorescente parpadea sobre trazos caóticos en la pared. Hace unos minutos compraron por 50 pesos algunos “piedrulces” que les permitirán terminar el día “de a padrino”. Para ellos, el ritual de conseguir un envase es casi tan importante como fumar. Fantasma toma un envase de Yakult como cáliz sacrificial de su loquera, mientras los otros preparan los utensilios para la ceremonia: una antena, una lata, un encendedor, cigarrillos. 

Arturo desenvuelve con cuidado un pequeño papel que contiene diminutas piedras blanquecinas. No se da cuenta de que, debajo de ellas, aparece el nombre de la senadora Lilly Téllez, quien manifestó a finales de marzo su intención de contender por la Presidencia de México. Es un detalle que no tiene importancia para él, pero se atreve a decir: “La política es una droga, ¿a poco no?”. 

Roberto balbucea la canción del Tri “Las piedras rodantes”, como si estuviera girando sobre su propio destino errante. Con su pulgar percudido de ceniza chasquea el encendedor. El sonido de las piedritas quemándose sobre aluminio es un coro de diminutas chispas, ansiosas por alcanzar algo más allá de su incandescencia. 

Después de que Arturo inhala de su antena, sus ojos se esconden detrás de los párpados, como si un placer efímero recorriera su cuerpo. En esa azotea de un edificio desolado, el universo entero se condensa en un humo espeso, donde un trío de consumidores se sumerge en su propio mundo, sin saber con certeza qué sustancia están consumiendo. 

Arturo empezó a consumir piedra en los noventa, desde entonces algunos de sus amigos están en el reclusorio, unos autoexiliados y otros muertos. Ha probado desde la mariguana, la heroína y el pegamento; sin embargo, se habituó a la piedra: “Cuando fumo siento que mi cabeza se vacía por algunos minutos”, confiesa un poco agitado. 

Vanguardia prohibicionista 


Jaime Arredondo Sánchez Lira, catedrático del Instituto Canadiense de Investigación sobre el Uso de Sustancias, de la Universidad de Victoria, expresa en entrevista su preocupación por la falta de evidencia científica en las medidas que se están tomando alrededor de la política pública en materia de consumo de sustancias. 

Según Sánchez Lira, la política actual es extremadamente moral y regresiva, incluso parecida a las campañas de “Di no a las drogas” de la era de Reagan en Estados Unidos. “Es un retraso que ni en los gobiernos panistas pensé que llegaríamos a tanto”, dice. 

Sánchez Lira critica el desempeño de la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) y de su titular Gady Zabicky Sirot, por estar al margen de las discusiones y no oponerse a las campañas de prevención basadas en narrativas falsas que justifican la criminalización de las drogas. “La Ley General de Salud indica que la estrategia de política de drogas del gobierno debe estar basada en evidencia y pues ahora está completamente descontextualizado el tema de mostrar, por ejemplo, a Hitler para ver si efectivamente así asustamos a los chicos para no consumir metanfetaminas, es absurdo”, asegura el investigador. 

“Para vivir feliz no necesitas meterte nada”, es el slogan de los spots del gobierno federal que mezcla imágenes del holocausto con close ups extremos de una jeringa con heroína, cápsulas de colores y líneas de polvo blanco. Los nazis crearon las metanfetaminas para convertir a sus soldados en seres incansables y deshumanizados. Bajo su efecto, el ejército nazi inicia la peor guerra de la historia y crea los campos de exterminio”, se escucha una voz masculina de fondo a las imágenes de archivo. 

Según Sánchez Lira, este spot es absurdo y ningún país se ha atrevido a tanto. “Estas tácticas pueden aumentar el estigma sobre el consumo de sustancias y alejar a las personas que buscan ayuda. Tenemos que combatir el estigma del consumo de sustancias porque mientras más asustamos a una persona, más se aleja de nosotros”, explica. 

Política pública sin datos 

Sánchez Lira asegura que el gobierno de México ha creado un vacío de datos al no llevar a cabo la Encuesta Nacional del Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco. “México era uno de esos pocos países en Latinoamérica que de manera sistemática había logrado generar cada cierto tiempo una encuesta sobre adicciones a nivel nacional para entender las dinámicas de consumo; sin embargo, este gobierno decidió cerrar los ojos y no hacerlo”, critica. 

La CONADIC canceló la encuesta programada para 2022 debido a deficiencias presupuestales. Actualmente no se sabe con certeza la dimensión de la problemática de sobredosis en México porque no se tienen datos precisos sobre la misma. El problema se ha visto reflejado en Estados Unidos y Canadá, pero el gobierno mexicano ha decidido eludir su responsabilidad y no hacer la encuesta. Según el investigador, si se llevaran a cabo las encuestas, se podría ver que el consumo de drogas como el cristal ha aumentado a nivel nacional.  

“Es muy fácil decir que nosotros no tenemos una crisis de salud pública por sobredosis porque no tenemos los datos. Realmente no sabemos cuánta gente se muere por este problema. No se tienen en cuenta sobredosis que ocurren en el resto del país, como en Mexicali, Tijuana, Nogales y Ciudad Juárez, que a menudo se categorizan sólo como paros cardiorrespiratorios”, revela el colaborador de organizaciones que trabajan con personas usuarias de sustancias como Verter AC y Prevencasa, en Mexicali y Tijuana, respectivamente. 

Problema diplomático 

A pesar de que el fentanilo se ha convertido en una preocupación creciente en muchos países del mundo, el crack o la piedra es una droga de uso cotidiano en las zonas más marginadas de Latinoamérica. Su bajo costo hace que esa sustancia sea una opción popular para un sector condenado a la inmovilidad social. Sin embargo, los distintos gobiernos no han hecho sino eludir el problema y dejar que grupos religiosos se encarguen de atender el problema de las adicciones con métodos celestiales. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha sumado a la cruzada contra el uso del fentanilo. Sin embargo, a pesar de la atención centrada en este opioide sintético, los expertos advierten que el consumo de crack, metanfetamina y mariguana es una preocupación mucho mayor, ya que son sustancias de uso cotidiano para muchas comunidades. 

El martes 4 de abril López Obrador conminó al presidente de China, Xi Jinping, a “controlar los envíos de fentanilo que puedan remitirse de China a nuestro país”. A través de una carta diplomática le solicita “información sobre quiénes importan el fentanilo, en qué cantidad, en qué embarcaciones, cuándo sale de los puertos chinos y a qué puertos mexicanos llega, así como el tipo específico de sustancia”. 

Ese mismo día el senador republicano Lindsey Graham –uno de los promotores de la guerra contra el terrorismo– publicó un video en el que responde a las preguntas que le formuló López Obrador en su conferencia matutina del pasado 29 de marzo. 

“El problema, para ser sinceros, es que usted niega que haya zonas del país bajo control de las drogas. Usted está en negación”, expresó el legislador. “La red de distribución de fentanilo en los Estados Unidos involucra cárteles mexicanos y otros, el producto proviene principalmente de su país, siendo producido en áreas donde usted no tiene ninguna autoridad o control”, atajó Graham. 

El jueves 6 de abril la Cancillería china negó que existiera un tráfico ilegal de fentanilo hacia México. “El problema del abuso de fentanilo en Estados Unidos tiene sus raíces en sí mismo, y el problema es totalmente de fabricación estadounidense”, dijo Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China. 

Decomisos militares 

A mediados de marzo López Obrador hizo alarde de que en su mandato han crecido “como nunca” los decomisos de fentanilo. A pesar de que, contradictoriamente, ha reiterado que en el país no se manufactura fentanilo. Entre 2017 y junio de 2022 se decomisaron alrededor de 14 millones de pastillas en el país, según cifras militares. 

El 15 de febrero pasado la SEDENA anunció el aseguramiento de un centro de manufactura de pastillas de fentanilo y el laboratorio con mayor capacidad de producción de metanfetamina en Culiacán. Se decomisaron 128 kilos de fentanilo granulado, más de 600 mil pastillas, 100 kilos de metanfetamina, 28 reactores de síntesis orgánica, entre otras sustancias. 

El 19 de enero, integrantes de la FGR en conjunto con el Ejército incautaron 137 mil 610 dosis de posible fentanilo, con un peso aproximado de 15 kilos, así como otros cinco kilos de probables precursores químicos, en la colonia Solidaridad Social, de Mexicali, Baja California. 

China, EU y el fentanilo 

A pesar de que el gobierno chino prometió en 2019 regular todas las formas de fentanilo y sus análogos, el fentanilo ilícito sigue estando ampliamente disponible en Estados Unidos. El centro de la economía global de fentanilo es China, donde empresas farmacéuticas publicitan abiertamente fentanilo en sitios como Alibaba y Facebook, y presumen de su capacidad para entregar los pedidos mientras evaden la aduana de Estados Unidos. 

El tráfico de fentanilo desde China ha sido investigado por Alex Palmer en el reportaje “La conexión china” publicado en The New York Times Magazine en octubre de 2019, donde se revela que un decomiso de 70 kilos de fentanilo en el Puerto de Guangzhou en junio de 2015 tenía como destino México. 

Además, el documento del Congreso de Estados Unidos titulado Fentanilo ilícito de China: una operación global –publicado en agosto de 2021– explica que, desde el veto del gobierno chino al fentanilo, la cantidad de este opiáceo sintético enviado directamente desde China a Estados Unidos ha disminuido y la cantidad enviada desde México ha aumentado. 

Según el reporte, los traficantes chinos se han desplazado de la exportación de fentanilo ya preparado, a la comercialización de precursores a los cárteles mexicanos, que fabrican fentanilo ilícito y trafican por la frontera norte. El informe también destaca el lavado de dinero de organizaciones criminales mexicanas a través del sistema financiero de China. “La débil supervisión y regulación de la industria química y farmacéutica por parte de China también permiten la evasión y el fraude”, aseguran. 

El informe Flujo de fentanilo a los Estados Unidos (DEA-DCT-DIR-008-20) desclasificado por la DEA en 2020, revela que sus agentes participaron al menos entre 2018 y 2019 en “numerosas operaciones” de desmantelamiento de laboratorios de síntesis de fentanilo. 

En diciembre de 2018, agentes de la agencia antidrogas en colaboración con funcionarios mexicanos decomisaron un laboratorio de pastillas en Azcapotzalco, Ciudad de México. En el lugar encontraron oxicodona mezclada con fentanilo, pastillas M30, fentanilo en polvo y parafernalia relacionada con la fabricación de pastillas. Según el informe de la DEA, ese laboratorio estaba vinculado con el Cártel de Sinaloa. 

“Los cárteles de Sinaloa y Jalisco son probablemente los principales grupos de tráfico que se encargan de contrabandear fentanilo a los Estados Unidos desde México. Todos los laboratorios de síntesis y producción de pastillas de fentanilo desmantelados en México hasta ahora han tenido vínculos con estos cárteles o han tenido la participación de miembros/asociados de estos grupos”, se lee en el documento. 

Además, estas organizaciones controlan los corredores de tráfico en México que conectan con California y Arizona, lo que sugiere que las drogas que pasan por estas áreas necesitarían la aprobación de estas organizaciones. 

Anestesiólogos estigmatizados 

Anestesiólogos consultados por este reportero coinciden en que prohibir el fentanilo empleado en el ámbito de la salud es una decisión errada, pues el fentanilo farmacéutico poco tiene que ver con el fentanilo que se procesa en laboratorios clandestinos, el cual se comercializa ilegalmente y ocasiona problemas de sobredosis entre los usuarios principalmente de heroína. 

– ¿Es posible “prohibir” el uso médico del fentanilo? 

– Tendrían que abastecernos de otros opioides, que incluso son más fuertes, com