- Al comienzo de la Marcha estaban las familias de las mujeres desaparecidas y también las familias que lloran por la muerte de sus hijas, de sus hermanas, de sus madres
- Las voces de las mujeres se dejaron escuchar y resonaron por las principales calles del centro de la ciudad “ni una más, ni una más, ni una asesinada más” decían
El 8M se sintió en Aguascalientes ante la manifestación de miles de mujeres que salieron a marchar exigiendo justicia y los derechos que no deben ser reclamados.
El punto de inicio fue a las afueras de la Fiscalía del estado, el destino la Exedra, donde se encuentra el corazón de nuestro país y justo ahí fue donde se escucharon las consignas y el grito de dolor de muchas mujeres que han perdido hijas, hermanas, madres “ni una desaparecida más” era el clamor.
Más de una hora dura la marcha, no importando el sol miles de mujeres, entre quienes se podía ver niñas, jóvenes, adultas, mujeres con sus bebés en brazos, madres de mujeres desaparecidas, de mujeres asesinadas a quienes no se les ha hecho justicia, salieron a exigir al gobierno que no haga oídos sordos y realmente vean por la verdad y la justicia.
La gran mayoría de las manifestantes lo hicieron portando vestimentas, pañoletas y cualquier prenda en color morado, llevando pancartas donde repudiaron el patriarcado y la falta de justicia “limpio tus monumentos cuando mis hermanas regresen”, “por una sociedad sin mujeres asesinadas”, “Abuela vine a gritar lo que callaste hasta la tumba”, “Por relaciones de amor y no de violencia”, “El machismo es una enfermedad de transmisión y su vacuna está en la educación” se podía leer en algunas de las cartulinas.
Al comienzo de la marcha estaban las familias de las mujeres desaparecidas y también las familias que lloran por la muerte de sus hijas, de sus hermanas, de sus madres; a todas ellas se les pasó lista.
“Que las autoridades se pongan a trabajar, el estado de Aguascalientes se comprometió a trabajar en coordinación con el de Zacatecas para localizar a mi hermana y hasta el momento no se ha hecho absolutamente nada, solamente nos dan largas y nos dicen que por la jurisprudencia no se puede hacer nada. Nosotros somos hidrocálidas, mi hermana es nacida aquí en Aguascalientes, es maestra de Aguascalientes y hasta el momento no se ha hecho nada al respecto, ya basta, ninguna mujer debe estar desaparecida, no es posible que se estén llevando a nuestras mujeres y nadie haga nada” decía una joven quién busca desde hace meses a su hermana desaparecida en el estado de Zacatecas.
Una madre llegava en sus manos una manta exigiendo justicia por el asesinato de su hija “Me mataron a mi hija y no hemos recibido respuesta, los de la Fiscalía han estado haciendo su trabajo, pero todo va muy lento, solo queremos vedad y justicia, no queremos que se queden más asesinatos impunes, ninguna mujer merece morir” decía.
Algunos observaban en las aceras el pasar del contingente, otros pasaban en sus autos y con el claxon apoyaban la manifestación y es que era el 8 de marzo, la fecha en que se conmemora el inicio de una lucha por la igualdad, justicia y el acceso a una vida libre de violencia para las mujeres.
Al llegar a la Exedra algunas de las mujeres subieron hasta la columna, justo donde está el águila, ahí colocaron una bandera de México, con el águila al centro, pero a los costados las tonalidades de la bandera eran en morado y verde, con la leyenda “Por un México sin cabrones” y también una bandera morada con la leyenda “Estado feminicida”.
Ahí se gritaron las consignas en las cuales se pedía una vida libre de violencia: “Nuestras decisiones merecen ser libres, nos pronunciamos por un Aguascalientes donde veamos erradicada la violencia en los sistemas de salud, que no haya discriminación, que no haya procedimientos violentos y respaldados por el gobierno, nosotros somos quien más sabemos de nuestra cuerpa y el estado cómplice cree que puede arrebatarnos nuestros derechos. Estamos para gritar que nada ni nadie está por encima de nuestros derechos, basta de decidir por nosotras” exigían.
Los rostros de algunos violentadores salieron a relucir en mantas y pancartas, después todo fue música, cantos y hermandad entre quienes luchan por un país y un estado donde las mujeres puedan vivir sin violencia.
