8M23: la necesidad política/ Por mis ovarios, bohemias - LJA Aguascalientes
21/11/2024

Me choca que me quieran ver la cara de estúpida”, así iba a titular este texto pero es una oración demasiado larga.

Bien podría no darle importancia a la lona enorme que fue extendida en Plaza Jacarandas, en plena manifestación del 8M23, pero no puedo omitir el tema. Una lona de unos 10 metros que caía en la esquina contraria a Palacio de Gobierno, con el rostro de 8 personajes masculinos de la vida política de Aguascalientes, eran señalados en esta como acosadores y machistas. También los vi en carteles con la leyenda de que no dan pensión alimenticia y un muñeco fue quemado con una foto de alguno de ellos pegado en el rostro.

Al menos de cuatro de estos sus acciones son, o fueron, públicas como para saber que es cierto. Son unos asquerosos machistas. No seré yo la que diga que no es cierto.

Y sin embargo, me choca que me quieran ver la cara de estúpida. No tolero ver en esta acción una postura partidista que se aprovecha de la causa de las mujeres. En plena marcha del 8M. En nuestra carota. Apoderándose del discurso, ahí van a enjaretarnos una visión sesgada de la representación de lo que es la violencia que ejercen los hombres en puestos altos y de poder.

Aguascalientes lleva años en los primeros lugares en el ámbito nacional en violencia contra las mujeres. Está supernormalizada la violencia en los hogares, en la pareja, en los institutos. He conocido de cerca casos de mujeres que nunca obtuvieron reparación del daño al haber sido agredidas por funcionarios públicos. Parece ser que el despido o remoción de estos de su cargo, si acaso, es suficiente para calmar las aguas. En cualquiera de las administraciones. Pero ellas, las víctimas, no regresan a sus puestos y mucho menos obtienen la calma después de tanta violencia.

Esa lona fue puesta por un partido”, me dicen. También lo creo. De haber sido una cuestión organizada por las víctimas, podría asegurar que también se habrían organizado para que aparecieran los rostros de otros tantos hombres poderosos que han sido señalados, acusados, denunciados y hasta sentenciados. Me faltan algunos que no vi mencionados en ningún lado. Ni en grandote o en chiquito.

La convocatoria de la marcha lo decía: no era una plataforma para partidos políticos.

Hace mucho tiempo, no daré más detalles, se acercó a mí una persona que decía necesitar apoyo de mi parte pues sufrió violencia de parte de un diputado. Por supuesto que le creí y entendí la complejidad del caso al tratarse de un agresor en semejante puesto de poder. Luego pasaron un par de cosas que me pusieron en alerta y me obligaron a preguntarme ¿por qué recurría a mí si no éramos ni remótamente cercanas? ¿Qué ventajas tendría si me posicionaba en su favor como víctima? Poco tiempo después lo supe. Llegó la temporada electoral.

Colgarse del movimiento feminista para obtener ventajas políticas me parece de una vileza que solo es superada por la calaña de un agresor. En esa lona cabían hombres que participan en la política local y no aparecieron. Que esto no se interprete como que exculpo a los que sí. La obligación de comprobar que no son agresores debería ser de ellos, no de las víctimas.


Ya lo dije, bien podría no darle importancia a la lona. Son unos tipos cualquiera para mí. Tal vez ni la mitad de las mujeres en la Plaza los ubica. No pasará nada y todos seguirán tan campantes como hasta ahora. Y los que no están siguen cobrando.

Sobre la marcha diré que me encanta sentir la energía de muchísimas mujeres que cada vez más se involucran en sus propios pensamientos para defender su vida y la de sus mujeres cercanas. Para entender los procesos de la violencia y no permitirla. Vi a unas niñas gritar con vehemencia “fuera hombres”. ¿Se imaginan lo que sucede en la cabeza de una niña que participa en una manifestación como esta de ayer, 8 de marzo? Una colectiva dedicó un tendedero a calzones manchados de sangre. Despertó el asco entre varias personas y me encantó eso. La exhibición pública de nuestra sangre menstrual. Nuestro secreto mejor guardado ha sido revelado. Ahora se sabe que las mujeres chorreamos sangre.

Esta concentración, a diferencia de la del año pasado, tuvo carácter de cancelación. El tendedero de agresores, violadores, deudores de pensión, la quema de nombres, la lona, todo estuvo ahí de nuevo. Me contaron que una chica vio la foto de su pareja. Lo señalaban como un violador. La víctima estaba ahí y le contó todo. Tal vez nadie ahí, aparte de ellas dos, conocían a ese hombre. Y se encontraron. ¿Cuántas de la manifestación conocíamos el rostro de los de la lona?

Siento en mí la necesidad de apelar a la justicia restaurativa antes que al sistema punitivo. No creo en la cancelación para erradicar la violencia y menos la sistemática, pero mi sed de venganza me dice que es la misma que la de miles de mujeres que no encontraron ni reparación ni consuelo ni escucha para hacer justicia, por lo que quemar el nombre de su agresor sigue siendo la única opción para lograr la sanación de su espíritu. Todas tenemos diferentes procesos. A mí me urge insistir en la reparación del daño como exigencia. Una lona no hace verano.

Las policías se comportaron a la altura de las circunstancias, es decir, infundieron el miedo para el que fueron capacitadas. Nada se salió de control como en 2021 y la fuente de M. Ponce quedó teñida de rojo. Me dijo una mujer: ¿de quién podemos interpretar que es la sangre? ¿De los agresores o de nosotras?

Pensé si esta vez el municipio capital decidirá dejar, de nuevo, un año entero las pintas en Plaza Patria. Y que ojalá marcháramos cada mes. Como nuestra menstruación, ¿se imaginan? Nos sincronizamos todas y salimos a manifestarnos cada 28 días. Sería una buena forma de organizarnos. Aprovechar nuestra sangre menstrual para teñir el agua de la fuente.

 

Para finalizar este 8M23, una cita de Judith Butler en Sin miedo. Formas de resistencia a la violencia de hoy: “Cuando los colectivos se organizan en asambleas, no siempre las personas se aman unas a otras. El vínculo entre ellas no es necesariamente el amor. Saben bien contra qué están y lo que necesitan, y son conscientes de la necesidad política de actuar conjuntamente”.

 

@negramagallanes

 


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Tania Magallanes

Jefa de Redacción de LJA. Arma su columna Tres guineas. Fervorosa de lo mundano. Feminista.

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