El 4 de febrero de cada año se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha destinada a la concientización y difusión de información sobre esta enfermedad, su prevención y tratamiento.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el cáncer “es un término amplio utilizado para aludir a un conjunto de enfermedades que se pueden originar en casi cualquier órgano o tejido del cuerpo cuando células anormales crecen de forma descontrolada, sobrepasan sus límites habituales e invaden partes adyacentes del cuerpo y/o se propagan a otros órganos. Este último proceso se denomina ‘metástasis’, y es una importante causa de defunción por cáncer. Otros términos comunes para designar el cáncer son ‘neoplasia’ y ‘tumor maligno’”.
En otras palabras, las células de un ser vivo están en un proceso de reproducción constante, con el objetivo de mantener en buen funcionamiento los sistemas del cuerpo. Cuando un conjunto de células se reproduce de manera desmedida, se produce esta enfermedad mortal. Datos de la OMS indican que:
“El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo; en 2018 ocasionó 9,6 millones de defunciones, o sea una de cada seis.”
Causas del cáncer
Las causas precisas que originan el cáncer son desconocidas, sin embargo se han detectado varios factores de riesgo. Como se mencionó, puede presentarse en prácticamente cualquier órgano del cuerpo, por lo que cada tipo de cáncer tiene particularidades que pueden detonarlo.
La Organización Mundial de la Salud marca que existen tres tipos de agentes externos que facilitan la aparición del cáncer, llamados cancerígenos. Estos son los siguientes:
- carcinógenos físicos (radiación)
- carcinógenos químicos (humo de tabaco, arsénico, asbesto, etc.)
- carcinógenos biológicos (virus, bacterias y parásitos)
Entre los factores de riesgo se contabilizan antecedentes genéticos hereditarios, hábitos o características personales, así como la exposición a ciertos elementos. Cabe mencionar que contar con un factor de riesgo no implica necesariamente el desarrollo de la enfermedad, sin embargo se recomienda tomar precauciones y realizarse exámenes médicos frecuentes para prevenir el desarrollo de un tumor maligno.
Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran:
- Tabaquismo
- Alcoholismo
- Desórdenes alimenticios
- Inmunosupresión
- Descontrol hormonal
- Radiación
- Luz solar
- Obesidad
- Envejecimiento
- Antecedentes familiares
Se puede prevenir la exposición a varios de estos factores, sin embargo en otras ocasiones no hay manera de evitar caer en un riesgo. Esto es especialmente relevante cuando hay ciertas predisposiciones genéticas y antecedentes hereditarios, por lo que la prevención consiste en un estilo de vida saludable y en revisiones médicas constantes.
En casos como cáncer en el sistema respiratorio, como en pulmones o garganta, uno de los principales factores de riesgo es el consumo de productos de tabaco y la inhalación del humo que estos producen. La exposición al asbesto, utilizado ampliamente en la industria de la construcción durante el siglo pasado, también es un factor de riesgo.
De acuerdo a datos de la Secretaría de Salud, el tabaquismo es asociado con 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón en hombres y 8 de cada 10 en mujeres. Más allá del cáncer, fumar puede provocar la aparición de otras enfermedades y disminuir considerablemente la capacidad pulmonar.
La evidencia científica apunta que la exposición prolongada a la luz solar puede propiciar la aparición de cáncer de piel. De la misma manera, el consumo de ciertas sustancias, la falta de actividad física y la actividad sexual sin protección son factores de riesgo que se pueden prevenir.
Es importante señalar que cada tipo de cáncer tiene sus factores de riesgo, por lo que es importante mantener un estilo de vida saludable en general para prevenir esta enfermedad. Además, se recomienda llevar a cabo chequeos recurrentes para una detección temprana de esta enfermedad, lo cual aumenta considerablemente el porcentaje de recuperación.
Para prevenir la aparición del cáncer se recomienda un estilo de vida saludable, es decir, una buena alimentación y actividad física recurrente. Es importante también evitar factores de riesgo, sobre todo aquellos como el consumo de tabaco y alcohol, los cuales pueden detonar adicciones y otras patologías.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud “alrededor de un tercio de todos los casos de cáncer podrían prevenirse evitando factores de riesgo clave como el tabaco, el consumo abusivo de alcohol, la dieta poco saludable y la inactividad física. Los programas de tamizaje y vacunación representan intervenciones efectivas para reducir la carga de determinados tipos de cáncer. Muchos cánceres tienen una probabilidad de curación elevada si se detectan temprano y se tratan adecuadamente”.