De todos es conocido el Caballero de la Noche y terror de los villanos de Ciudad Gótica, me refiero a Batman, al héroe encapuchado, de capa y traje negro, que ha buscado incansablemente la paz y la tranquilidad de su natal Gótica con la ayuda de la policía a cargo del Comisionado James Gordon.
Ser Batman no es una tarea fácil, lidiar con el Joker; el Pingüino; el Acertijo; Dos Caras; entre otros villanos más, es sinónimo de tiempo, dinero y esfuerzo, sin dejar de mencionar la toxicidad de una que otra mujer que busca un lugar en su corazón.
Pero, ¿Qué pasaría si Batman viviera en México? Primeramente, Batman deberá dedicarle más de ocho horas a su chamba de detener delincuentes, y no sólo por la inmensa cantidad de delitos que se cometen cada hora, sino por las largas distancias que recorrerá de un lugar a otro, aunado al exceso de tráfico en la ciudad, a menos que use el transporte público (TAXI, Unidades YOVOY, etc.), aunque no sería la mejor opción.
El dinero será otro factor fundamental para Batman, de no usar transporte público, seguramente echará mano del majestuoso e irresistible Batimóvil, lo que traería como consecuencia: pago de control vehicular; cambio de placas; verificación; y lo más importante, el pago de Gasolina o Diésel, que dicho sea de paso, en este gobierno (sic) de la 4T está cada vez más y más y más caro; además de “otros pagos” por concepto de mordida, cash, moche o como prefiera llamarlo, que muy a menudo le exigirían algunas autoridades.
Entonces, si nos ponemos a hacer sumas y restas de todo lo que deberá invertirle de tiempo y dinero el Caballero de la Noche viviendo en México, no vamos a dar cuenta que ni con su inmensa fortuna heredada por sus padres (Thomas y Martha Wayne) le será suficiente para cubrir tantos gastos, pues tan sólo con un “sobornillo” de esos que saben pedir los políticos, bastará para que se quede en la quiebra, sino lo cree, que le pregunte a Zhenli Ye Gon (famoso por la expresión popular “Copelas o Cuello”) o a los Beltran Leyba (Capos de la droga), de su experiencia con los sobornos en México.
Si piensan que ahí termina todo, pues no, aún falta más, Batman debe saber que en México los delincuentes o presuntos delincuentes gozan de ciertos derechos, los cuales están enumerados en la tan reformada y prostituida Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así que detenerlos y llevarlos a juicio le llevará un largo, tedioso y desgastante proceso.
Sin embargo el obstáculo más grande con el que se topará Batman, será cuando detenga o trate de detener a los integrantes de las bandas del crimen organizado o a esos delincuentazos de cuello blanco –mayormente asociados a políticos y gobernantes-, que para colmo de males, esos también tienen derechos, pero a diferencia de los anteriores, gozan de la divina e inmaculada protección del gobernante en turno.
Dicho de otra manera, en México se puede ser narcotraficante y ser protegido bajo el lema “abrazos no balazos” o “en México se respetan los derechos humanos de los delincuentes” y no pasa nada; se puede incendiar una guardería con 49 niños en su interior, desaparecer 43 estudiantes, derrumbarse un Colegio mal construido, colapsar las líneas del Metro y cobrar la vida de decenas de personas, realizar contratos millonarios con empresas brasileñas (Odebrecht), y a los responsables no les pasa nada.
Ojalá Batman pudiera leer este artículo y darse cuenta que en México ser superhéroe no será un trabajo sencillo, tal vez no se encuentre con un Joker, un Pingüino, Dos Caras o una Gatúbela, que le hagan la vida imposible, que si los buscamos, seguramente los encontramos, pero eso sí, en México su único y acérrimo enemigo a vencer será la maldita corrupción.
Claro que el ideal, es ver a Batman acabar con toda esa corrupción fomentada por los políticos, gobernantes e incluso por los propios ciudadanos, pero sabemos que eso nunca pasará, así que, la recomendación es que Batman siga con su trabajo en Ciudad Gótica, donde si bien hay corrupción, tiene la oportunidad de procesar a quienes la cometen, fomentan y promueven, independientemente de sí son políticos o no, además de encarcelarlos y en el mejor de los casos recluirlos en el manicomio Arkham.
“A veces la gente merece más.
A veces la gente merece que recompensen su fe.”
Batman
The Dark Knight