Entrevista Brandon Bison en Polifonía UAA por Juan Pablo Castañeda
Brandon Magaña Quezada tenía un año cuando nació el proyecto Polifonía Universitaria en 1994. Después de graduarse del Centro de Educación Media de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), mejor conocido como BACHUAA o “Prepa de Petróleos”, estudió la carrera de Música Popular Contemporánea en el Centro Cultural México Contemporáneo. Actualmente se presenta con su nombre artístico: Brandon Bison y abrirá la primera temporada de Polifonía Universitaria 2023 en el BACHUAA Oriente.
Juan Pablo Castañeda, integrante de la banda Biztec y ahora Encargado de Eventos Culturales de Departamento de Difusión Cultural de la UAA, el área que coordina Polifonía Universitaria -entre otras actividades artísticas- realizó esta entrevista para LJA.MX previa a su presentación.
Juan Pablo Castañeda (JPC): ¿Qué te motivo a hacer un proyecto musical?
Brandon Bison (BB): Las ganas de juntar muchos estilos de música que me gustan. Tener ese control y autoría total de la canción. Siempre me ha gustado la idea de las bandas, pero quería intentar componer el total de los instrumentos.
JPC: Es común que los estudiantes de música, al salir se les hace poco hacer un proyecto de música de rock o pop, pues normalmente sus aspiraciones cambian a volverse músicos de jazz, música clásica o géneros más “elaborados”, por así decirlo ¿estudiar música te llevó a hacer pop o fue a la inversa?
BB: A partir de que decidí dedicarme a la música (en la secundaria) mi sueño era ser una estrella de rock. Al terminar la prepa quise estudiar cosas como biología marina, mis padres me aconsejaban vivir la música como un hobby y que me dedicara a otra cosa. Cuando vieron que todo mi tiempo y dinero lo invertía en la música, decidieron apoyarme siempre y cuando lo hiciera bien. Comencé a estudiar música y mi visión era clara. Por supuesto que predomina el pensamiento de que ciertos tipos de música son más valiosos y complejos que otros. Poco a poco me fui dando cuenta que a pesar de eso yo seguía escuchando rock alternativo y cosas que no valoran tanto en la escuela. Los conocimientos adquiridos ahí los pude aplicar sin traicionar lo que me gustaba desde el principio, por muy simples que fueran.
JPC: Cuéntame algo de lo que hacías en esa etapa en la que dices que “invertías” en la música.
BB: Todos los veranos e inviernos trabajé en varios restaurantes, pizzerías y taquerías, como barman y mesero; en tiendas de música e instrumentos musicales. Primero me compré un equipo de estudio casero básico. Grababa las composiciones que hacía con mi banda de la prepa. Luego compré un piano digital y empecé a estudiar producción en el estudio de Lalo Félix. Tuve que sacrificar muchas salidas. Aun así disfrutaba del tiempo haciendo música.
JPC: ¿Cuál fue la importancia de tus padres en tu desarrollo como músico?
BB: En un principio no estaban de acuerdo, ambos vienen de familias conservadoras y no consideraban a la música un tema serio. Conocían el ambiente y se daban cuenta de los pormenores de la música como negocio. Me sorprendió cuando decidieron apoyarme. Empezaron a disfrutar y compartir mis composiciones con sus conocidos y eso se me hacía super padre, verlos felices y apoyándome, lo que me dio mucha alegría.
Además, sus reacciones siempre han sido muy honestas, no son complacientes conmigo. La primera vez que vieron un video mío, el de “Tu voz”, los vi llorando de felicidad y cada vez más convencidos de que mi trabajo es profesional, sin dejar de decirme las cosas en que pudiera mejorar.
JPC: Fuiste estudiante de BACHUAA. Platícame de esa época.
BB: Yo era de los que sentía que no embonaba, luego me di cuenta que había que disfrutarlo. Conocí amistades muy chidas. Yo era de la bolita de los retraídos y no me identificaba con el resto de mis compañeros, pero actualmente varios de ellos son de mis mejores amigos. Lo mejor fue el amor, conocer chicas. A partir de ahí surgieron muchos pensamientos que terminaron en canciones.
En ese tiempo formé parte del Ensamble de Alientos donde aprendí a tocar el trombón, un instrumento totalmente nuevo y complejo para mí. Esa parte de la prepa me encantó: los talleres de arte y los ensayos influyeron mucho en lo que hago actualmente. Tocábamos ondas como ska: La Maldita Vecindad, Panteón Rococó, rock en español que no me gustaba y que ahí empezó a gustarme.
JPC: ¿Qué más escuchabas durante la prepa?
BB: Rock alternativo como The Killers, The Strokes, Arcade Fire, bandas de post punk y new wave de los 80. El último año de la prepa me fui de intercambio a Brasil, donde yo tenía la idea de que toda la música era como samba. Me encontré con el sertanejo, que es como la música ranchera de allá, pero no me gustaba. Al final conviví con una familia que gustaba mucho de la música y me enseñaron otras cosas como la MPB (Música Popular Brasileña) que es como el pop alternativo de aquí. Conocí proyectos como Holger, que tocan como música africana, con mucha percusión, muy alegre, parecido a Vampire Weekend.
Después escuchaba la música de Marcelo Jeneci, Adriana Calcanhotto y Bárbara Eugenia. Escuchar las voces femeninas brasileñas es una delicia. El pagode que es un tipo de música más de la costa, como una samba menos bailable que me llevó a comprar un cavaquinho,que es como un ukulele pero con cuerdas de metal, lo que le da un sonido más brillante pero lo hace muy duro de tocar. En un pueblito me enseñaron a tocarlo y compuse “Por la madrugada” una canción dedicada a una chica en México, la estrené en una noche de talentos en la que gané el primer lugar. Me di cuenta que abrirme a otros géneros me hacía mucho bien y ahí empecé a escuchar a Fobia, Caifanes, Café Tacvba y los compilados de “Rock en tu Idioma”.
JPC: ¿Qué situaciones especiales recuerdas de tu etapa de la prepa?
BB: Hubo una época en la que quería salir con una chica pero yo no me animaba a acercarme a ella, a raíz de esta situación compuse una canción que se llama “Déjame Entrar”, que habla de la sensación de incomodidad que vives y luego cómo te libras de ese sentimiento, el miedo a perder su amistad por decir lo que sientes.
Por otra parte, salidas con los amigos, ir a las canchas a echar básquet, desayunar juntos, etc. Algunas de esas amistades las sigo conservando, van a mis conciertos y me dicen que les gusta mi música y me apoyan.
JPC: ¿Qué significa para ti tocar en tu prepa en un día 14 de febrero?
BB: Para mí es muy simbólico. En este lugar sucedieron muchas cosas que luego se convirtieron en canciones. Nunca viví un San Valentín en la prepa con una pareja, yo era de la gente que lo vivía de otra forma, de alguna forma odiaba esta celebración. Yo la pasaba con los amigos, ese hate al San Valentín me generaba cierta unión con otros.
JPC: ¿Hubo alguna banda de Aguascalientes que te haya gustado durante la prepa?
BB: Reacta me gustaba mucho. Luego trabajé en una tienda de instrumentos musicales y en la inauguración conocí a Nation of Animals, me gustaba mucho su canción “Lola”.
JPC: ¿Es mejor escribir canciones estando enamorado o en “mal de amores”?
BB: En mi caso es cuando ya pasó todo. He intentado comenzar canciones durante una relación y que han terminado hablando de lo que fue. Así han sido muchas de mis canciones, han fluido de esa forma.
JPC: Encuentro tu sonido similar a proyectos de Aguascalientes como Erich, Palé y Geo Blanc ¿crees que estés siendo parte de una escena o sólo es una especie de coincidencia que en algún momento les podría favorecer sobre todo a nivel mediático?
BB: Sí, creo que es una coincidencia bonita. Yo conocí a estos proyectos hasta que empecé a tocar con el mío. Me di cuenta que hacían cosas medio folk y con influencias similares a las mías y está chido, porque hemos hecho algunas cosas juntos. Somos de la misma edad. He hecho muchas presentaciones con Deivich, Iván del Viento y un chico que se llama Capuchino. Creo que esta coincidencia la podríamos aprovechar para que volteen a ver a Aguascalientes.
JPC: ¿Algo que hayas escuchado en Polifonía Universitaria que te haya gustado?
BB: Una amiga me invitó al Festival Mayo Gallo en donde tocaron Little Jesus y 60 Tigres. Yo la verdad no conocía a las bandas, pero me puse a buscar sus canciones y a partir de ahí me empezó a gustar mucho el indie rock y a descubrir otras bandas del género. Disfruté muchísimo ese concierto y ejerció mucha influencia en lo que seguí escuchando.
JPC: ¿Qué esperas de tu concierto en el BACHUAA Oriente?
BB: Me gusta saber que voy a tocar para un público que te puede ver como un sueño o algo muy difícil de alcanzar. También me emociona estar ahora del otro lado, mostrando mi música, cantando canciones cuyas historias nacieron ahí y que probablemente se identifiquen con ellas. Muchas de mis canciones son como de un chavo de prepa.
JPC: ¿Cuál es tu canción de amor favorita?
BB: “Entrega total” con Javier Solís. Cuando estás enamorado tienes que entregarte totalmente y sin miedo de abrirte. Si lo haces vives algo. Vale la pena correr el riesgo, al igual que todo en la vida, no puedes hacer las cosas a medias. El mensaje de esa canción es muy chido. El amor es darlo todo.
JPC: ¿Qué es para ti la amistad?
BB: Compartir momentos y pensamientos.
JPC: ¿De las colaboraciones que has hecho con otros artistas? ¿Cuál te gusta más?
BB: Son varias. Pero en particular me encanta “Brotan voces”. La hice con un chavo que le gusta el alternativo-progresivo, tocó una guitarra de 7 cuerdas. Otro amigo que tiene una forma de hacer arte muy compleja y poética, algo así como las películas “Bardo” y “8 ½” pero en canción. Algo no lineal y onírico, pero suena chido y hace cierto eco. Además invitó a un grupo de rap que se llama La Clickilla, pero la canción es una cumbia. Algo que disfruté mucho.
JPC: ¿Qué opinas de las nuevas formas en las que los cazatalentos captan a los artistas por medio de las estadísticas y números que arrojan plataformas como YouTube y Spotify?
BB: Creo que tiene sentido, pero es injusto, pues hay artistas con mucha capacidad que no se suman a esta estrategia. Igual creo que el artista debe entrarle a este asunto y dedicarle su tiempo, porque finalmente es la realidad. Hay que entender cómo llegar a eso.