Una noche legendaria se vivió la noche de este sábado en el Foro Sol, reuniendo a los británicos Def Leppard y los estadounidenses Mötley Crüe ante 60 mil almas como parte de su gira “The World Tour”.
De principio a fin fue un ambiente festivo, en su mayoría con coetáneos de las míticas agrupaciones insignias del glam rock ochentero, sin faltar la nueva ola generacional de fans que al igual les idolatran.
La banda mexicana Ágora fue la encargada de brindar la apertura como invitados especiales del festín. Los primeros estelares Def Leppard emergieron en punto de las 20:00 horas el 19 de febrero al verse en escena al líder vocalista Joe Elliott, los guitarros Phil Collen y Vivian Campbell, el bajista Rick Savage y el bataco Rick Allen.
El estallido por parte del público detonó a los primeros acordes de “Take What You Want” y “Let’s Get Rocked”, saludando y agradeciendo el amable Joe la candente recepción de aullidos ensordecedores.
La celebración confabuló nostalgias, los veteranos asistentes lucían y movían melenas largas, acompañados de sus parejas, algunos de sus familias de jóvenes hijos y nietos, heredando el rock que los forjó en años mozos.
Un repertorio fue aderezado por una magna producción que destacó por sus luminarias, rayos láser y luces multicolores, una pantalla monumental a telón de fondo ilustrando el viaje conceptual de Def Leppard y vistazos a los músicos en ejecución en las plasmas laterales.
Avanzó la ágil el concierto en “Animal”, “Foolin’”, “Armageddon It” y “Kick”. Consideraron “Love Bites”, “Promises” y la sensibilidad de “This Guitar”.
Erizó “When Love and Hate Collide” en un manto de lucecillas de celulares, para proseguir la catártica “Rocket” en el rugir de coreos generalizados.
Cada uno de los integrantes deslumbró con sus instrumentos, atrapando las miradas el eminente Rick Allen, recibiendo los aplausos y reconocimientos de la gente al regalar después de “Switch 625” un solo en batería y dirigirse a la locura de “Hysteria”.
El show culminó en “Pour Some Sugar on Me”, “Rock of Ages” y “Photograph”, reflejándose en las pantallas un mosaico de imágenes con retratos de sus fans alrededor del mundo. Def Leppard se despidió después de un acto de alrededor de hora y media, en gratitud y cobijados del clamor de las multitudes.
Mötley Crüe, demencial espectáculo
El público se relajó en un intermedio para recargar energías. Mötley Crüe arribó alrededor de las 22:18 para emprender demencial espectáculo aclamado por sus fieles. Apareció el líder Vince Neil, junto a sus camaradas, el bajista Nikki Sixx, el bataco Tommy Lee y el guitarrista John 5.
“Wild Side” y “Shout at the Devil”, retomaron los bríos de los respetables que al igual se entregaron al máximo, en un intenso viaje escénico conceptual glam. Un par de sexis bailarinas y coristas animaron cada rola en locuaces danzas desenfadadas.
El veloz espectáculo considero “Too Fast for Love”, “Don‘t Go Away Mad (Just Go Away)”, “Saints of Los Angeles” y “Live Wire”. Resonaron “Looks That Kill” y “The Dirt”. Los fieles cantaron todos los cortes hasta desgañitarse en pasiones inagotables.
En el ápice Nikki Sixx marchó a los filos del tablado con la bandera de México, en respuesta, el griterío de las multitudes hizo retumbar los corazones y aprovechó para presentar a John 5 para tremendo solo en guitarra.
Brillaron una serie de covers destacando las clásicas “Anarchy in the U.K.” de Sex Pistols y “Blitzkrieg Bop” de Ramones. En su oportunidad el irreverente Tommy Lee saludó a sus adeptos y exclamó extrañar México. Preguntó: “¿Dónde están las cervezas y shots de tequila?”. Recibió el beneplácito del enloquecido público, al tocar la hechizante “Home Sweet Home”.
Hacia el final “Dr. Feelgood” y “Same Ol’ Situation (S.O.S.)”, finiquitaron a los ritmos de “Girls, Girls, Girls”, “Primal Scream” y “Kickstart My Heart”. Todos los Mötley Crüe caminaron al filo del escenario para después esfumarse entre los gritos masivos hacia la medianoche.