CAMBIO RADICAL. A finales del siglo pasado se adoptó la medida de ocultar en cotos cerrados los actos cívicos que no eran del agrado presidencial, con la intención presumible de que el pueblo se fuera olvidando de ellos. Y los gobiernos de Aguascalientes, obedeciendo esa actitud anticívica redujeron el homenaje oficial del 14 de Enero, dedicado a Jesús Terán, al interior de una de las escuelas que lleva su nombre.
Ante esa circunstancia, cuando el 14 de Enero del 2015 integramos la agrupación Amigos de Jesús Terán en la ceremonia cívica que celebramos en el Panteón de La Salud, donde se encuentran los restos de nuestro prócer, iniciamos la tarea de recuperar en el acervo público la memoria del político gobernante, educador, legislador y diplomático internacionalista defensor de la soberanía nacional más importante que haya nacido en Aguascalientes en toda su historia, mediante diversas actividades entre las cuales consideramos conveniente recordar su natalicio, en adelante, en lo que originalmente se llamó Ciudad Terán, núcleo de población fundado durante la administración del gobernador Miguel Ángel Barberena Vega en 1991, cuyo principal atractivo era el bellísimo parque donde se erigió la estatua en honor de nuestro prócer, pero totalmente abandonado por el gobierno del Estado en lo que va del presente siglo.
Así las cosas, los Amigos de Jesús Terán celebramos el primer acto cívico ante la estatua de referencia en Ciudad Terán el 14 de Enero del año 2016, con motivo del aniversario 150 de su muerte, iniciativa que ya habíamos adelantado en el Palacio Legislativo y que el gobernador Lozano de la Torre adoptó con entusiasmo inicialmente, pero terminó cediendo a presiones que, puede suponerse, lo obligaron a incumplir el único compromiso formal que públicamente se había comprometido llevar a cabo, de entre las numerosas propuestas que le presentamos en el proyecto correspondiente, actitud que consideramos incongruente con la dignidad del cargo.
El panorama en Ciudad Terán era desolador, pues aquel parque colorido que solo disfrutamos durante un decenio, estaba convertido en un basurero que era nido de drogadictos y delincuentes; y la estatua estaba tan deteriorada y pintarrajeada, que carecía de significado para la población; a tal grado que la inmensa mayoría se refería a ella como “el mono” cuando preguntábamos a quién representaba.
Por su parte, los funcionarios locales no solo se habían olvidado de aquel parque que era su obligación mantener; por el contrario, pareciera que su intención consistía en terminar de destruirlo, pues demolieron el conjunto arquitectónico que destacaba el monumento y, según los vecinos, enviaron una patrulla para que retiraran una de las placas de los costados.
Procuramos sensibilizar a la comunidad para que fuera ella la que exigiera su restauración, pero la encontramos reacia; la Delegación local aparentó interés, pero nada más.
Entonces recurrimos a la Presidencia Municipal, donde sí encontramos eco a nuestras peticiones pues la titular, que era precisamente la ciudadana Teresa Jiménez Esquivel, dispuso elaborar sin demora un proyecto de recuperación de aquel espacio, mismo que quedó a cargo del Ing. Marco Antonio Licón.
El proyecto es de una calidad excelente, pero lo único que pudo realizarse fue la explanada que los lectores de los medios de información pudieron apreciar en las fotografías con que se dio a conocer la ceremonia del Sábado pasado. El resto quedó pendiente para tiempos mejores y, por lo visto, esos tiempos llegaron.
SORPRENDIDOS. Ya habíamos distribuido las invitaciones para la celebración que realizaríamos una vez más ante la estatua de Jesús Terán, cuando recibimos la notificación del Gobierno del Estado en el sentido de que, como su nueva titular, la ciudadana Teresa Jiménez Esquivel había tomado la decisión de recuperar el carácter público de los actos cívicos; y como ya habíamos reservado el espacio para nuestra Agrupación, nos proponía la alternativa de sumarnos a la que ahora anunciaba su Gobierno a una hora más temprana, o realizarla de manera independiente a la hora que teníamos programada.
Enorme fue nuestra sorpresa por la delicadeza y el respeto con el que se nos trataba, pues los gobiernos anteriores de ninguna manera nos hubieran consultado para programar lo que quisieran a la hora que quisieran.
Naturalmente aceptamos de inmediato integrarnos al programa del Gobierno, pues nuestra meta era precisamente esa, tal como lo dijimos en nuestra primera ceremonia del 2016: “Llegará el día en que esta ceremonia se realice presidida por quien esté al frente de la representación estatal”. Y como esa aspiración se estaba cumpliendo, nada podía ser más satisfactorio para nosotros que sumarnos a ella por entero.
FORJAR CIUDADANÍA. Al dar a conocer su decisión de recuperar la realización pública de todos los actos cívicos, el primero que encabezó la ciudadana Teresa Jiménez Esquivel en el arranque de su ejercicio fue precisamente el de Jesús Terán, no por casualidad sino porque es el primero que aparece en la relación anual del calendario cívico oficial; y me parece de primordial importancia destacar que en todos los aspectos que ella tocó al hacer uso de la palabra, coincidió en todo con el Ideario de nuestra Agrupación.
Por ejemplo, uno de los principios básicos de nuestro Ideario afirma que “Forjar ciudadanía es lo que esencialmente requiere México para remontar la crisis moral, política, social y económica que está padeciendo nuestra Nación”.
Y eso es precisamente lo que está haciendo la ciudadana Teresa Jiménez Esquivel como primera mandataria de nuestro Estado: con palabras, pero a la vez con hechos que las confirman; nada de demagogia.
Concluiremos la semana próxima.
Por la unidad en la diversidad
Aguascalientes, México, América Latina
Nota: Queda en suspenso la serie sobre La Historia de la UAA, que continuaremos en dos semanas. Atentamente.