Fiesta
Hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía cumple cuatro décadas desde que Miguel de la Madrid publicó el decreto para unificar la Dirección General de Estadística, la Dirección General de Geografía, la Dirección General de Política Informática y la Dirección General de Integración y Análisis de la Información entre otras dependencias federales de la Secretaría de la Presidencia y la Secretaría de Fomento y Comercio Industrial, el primer presidente del INEGI fue Pedro Aspe Armella, más recordado por haber sido el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari; hoy se cumplen cuatro décadas de ese decreto y como nosotros sí creemos en la utilidad de los organismos autónomos, consideramos que debería se un día de fiesta nacional, ya que pocas instituciones han aportado tanto al desarrollo del país como el INEGI; no sólo eso, a través del tiempo, el INEGI se ha consolidado como ejemplo de lo que una verdadera transformación es.
Y2K
En estas cuatro décadas el INEGI perdió la facultad de asesorar a las dependencias del sector público para elaborar sus programas institucionales de desarrollo informático e, injustamente, se olvida el papel del instituto en la presidencia de la Comisión Nacional para la Conversión Informática Año 2000, en que coordinó las estrategias para proponer los sistemas, equipos y componentes informáticos para el registro adecuado de los años a partir del 2000, presunto apocalipsis que ahora se reduce a un chiste de Los Simpsons, esa comisión estuvo a cargo del entonces presidente del INEGI, Carlos Manuel Jarque, quien es el funcionario que mayor número de años estuvo al frente de la institución (de 1988 a 1999), hasta que Ernesto Zedillo lo designó como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para sustituir a Esteban Moctezuma, en ese entonces priísta de hueso colorado que coordinó la campaña perdedora de Francisco Labastida Ochoa. A lo largo de los años que Carlos M. Jarque presidió el INEGI, el prestigio nacional e internacional del instituto se consolidó, sentando las bases del modernísimo organismo que hoy tenemos, digamos que a Carlos M. Jarque todo le salía bien, a pesar suyo, pues cuenta la leyenda que en su escritorio tenía una tarjeta en la que contaba los días al frente del INEGI, un recordatorio de la condena por hacer bien su trabajo.
INEGI
El INEGI nació como un organismo público descentralizado no sectorizado de la Administración Pública Federal, su titular era nombrado o removido al capricho del presidente de la República, hasta que en abril de 2008 se promulgó la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (LSNIEG) y se cambió su personalidad jurídica, adquiriendo autonomía técnica y de gestión, perdió la informática pero ganó autonomía y una junta de gobierno, el último presidente del INEGI designado por el presidente fue Gilberto Calvillo, quien a pesar de su terrible relación con los trabajadores del INEGI, en especial los encargados de realizar el Censo de Población y Vivienda, fue ratificado por Felipe Calderón y duró en el cargo hasta el 2008, en que Eduardo Sojo Garza-Aldape fue designado como el primer presidente de la Junta de Gobierno del INEGI autónomo.
Autonomía
Ya como organismo autónomo, el INEGI ha tenido tres presidentes, Eduardo Sojo, Julio Alfonso Santaella Castell y, en la actualidad, Graciela Márquez Colín; al doctor Santaella Castell le correspondió sentar las bases de un INEGI autónomo y no perder lo logrado ante la sorpresa terrible de la pandemia de Covid-19 y sacar adelante muchos trabajos, quizá el más mencionado sea el Censo de Población y Vivienda del 2020. Podemos decir que no hay un solo mexicano que no haya tenido contacto con el INEGI y asegurar que todos los mexicanos estamos en alguno de los indicadores del instituto, hace muchos años se dejó de pensar en el INEGI como la dependencia de gobierno que hace Censos, a partir de su autonomía total y la responsabilidad de llevar el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, el instituto ha generado múltiples indicadores e información que permiten la mejor toma de decisiones a partir del análisis de la realidad con datos de casi todas las fuentes y no sólo sociodemográficos; muy atrás quedó el INEGI dependiente de la SHCP en el que el secretario de Hacienda llamaba al presidente del instituto para que escondiera los datos de las encuestas de empleo, la balanza comercial o retrasara divulgar el INPC, porque una “mala” inflación podría afectar los mercados; ahora el INEGI cuenta con un calendario de difusión que establece las fechas y horarios para todos sus indicadores, sin estar maniatado por el gobernante en turno.
Pertenencia
Julio A. Santaella estuvo al frente del INEGI de 2016 a 2021 y, sin temor a equivocarnos, con una presidencia discreta pero decidida estableció la relación de un organismo autónomo con la presidencia, no hubo grandes desavenencias entre el INEGI y la administración de Enrique Peña Nieto, sí una relación de distancia para ejercer con libertad las obligaciones institucionales y promover el derecho a la información que tenemos los mexicanos; además de consolidar el desempeño autónomo del INEGI, es indispensable señalar dos logros más de la administración de Julio A. Santaella, el primero al interior del instituto, con la comunidad inegiana, que venía lastimada del maltrato de presidencias anteriores, en especial por funcionarios de la calaña de Lino Arturo Vera Pérez, quien entre otras cosas, hostigaba a los inegianos para que ingresaran a la Iglesia Cristiana Bautista o eran despedidos, y logró reconformar el espíritu de pertenencia en el INEGI; y más relevante, Santaella Castell tuvo que navegar a contracorriente cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de México y, además de mandar al diablo a las instituciones, desdeñó a los organismos autónomos y fundó la República de los Otros Datos, donde la única verdad verdadera es la que se establece desde la conferencia matutina. A Julio A. Santaella no se le otorgó oportunidad de reelegirse como presidente del INEGI y tuvo que pasar la estafeta a una favorita de López Obrador que pasó de la Secretaría de Economía a la Junta de Gobierno: Graciela Márquez Colín.
Transformación
Este día debería ser festejo nacional, consideramos, porque la evolución del INEGI da cuenta de la capacidad institucional para superar las trabas burocráticas y la corrupción, en el instituto no sólo se sufre por el maltrato laboral, los casos de corrupción en el INEGI fueron muchos, desde el robo hormiga hasta las super compras ilícitas de las que se beneficiaban los mandos superiores, el opaco paso de Rogelio Montemayor, quien también fuera gobernador de Coahuila y director de Pemex… en fin, anécdotas sobre la sumisión del INEGI al Poder Ejecutivo hay para aventar al cielo, sin embargo, hoy, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía es un organismo del que nos podemos sentir orgullosos por sus aportaciones, por la máxima transparencia con que se desempeña y la oportunidad con que aporta datos relevantes para el análisis de la realidad del país, gracias en especial a los miles de trabajadores que se esfuerzan en sus diversas tareas, en el campo o el escritorio, también porque en los últimos años se ha dado un relevo generacional entre los empleados y, todavía, no se pierde la mística de realizar una trabajo que permite decir que se forja Patria con el esfuerzo, a todos ellos felicidades, una y cuarenta y las que sean necesarias, merecen mucho más, ojala a la comunidad INEGI las nuevas autoridades los traten como merecen; ojalá el festejo de estas cuatro décadas fuera más un reconocimiento a esos trabajadores y no la presentación de un libro para el que se “creó” una subdirección y se acudió a externos para su elaboración, desdeñando el talento y capacidades de los inegianos… Como sea, feliz cumpleaños INEGI.
La del estribo
Nos quedamos con un montón de cosas en el tintero sobre lo que es el INEGI, la reinstalación del instituto en Aguascalientes, la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, el Procede, la primera propuesta para medir la pobreza en México… pero ya llegamos al final de la página, si quiere saber más del instituto, siga este enlace shorturl.at/aqyC0 ahí está Contar verdades. La saga del INEGI es un esfuerzo brillante de Mario Palma por contar la historia institucional.
@PurisimaGrilla