Esta semana es muy especial para las personas que queremos y podemos poner un granito de arena para tratar de mitigar el caos de destrucción y contaminación que se tiene en todo el mundo ya que el 25 es el día nacional del Biólogo y el 26 es el día mundial de la educación ambiental.
Una de las definiciones más adecuadas de Educación Ambiental es el proceso permanente que busca generar una conciencia ambiental hacia un desarrollo sostenible.
Pero qué gran mentira en tan pocas palabras un ¿proceso permanente?, si no en todos los niveles educativos se ofrece ya no digamos una asignatura, ya ni un tema dentro de un programa.
Se ha comprobado que en caso de que la niñez a nivel de preescolar y primaria que reciben educación ambiental, son empáticos y capaces de cuidar el medio ambiente con mucho entusiasmo, moderan el uso de agua, quieren ir a plantar árboles y llegan acaso y les dicen a sus padres, que quieren salir al campo…. Pero llega el momento que la niñez debe seguir creciendo y cuando llega el tiempo de la adolescencia es cuando la preocupación de las personas en esta etapa de su vida tiene otras prioridades sociales, psicológicas, entre otras. Cuando las personas van a la universidad el entusiasmo por el cuidado del medio ambiente vuelve, pero es moderado y no como el que manifestaron en la niñez.
Un papel estelar en la formación en valores ambientales son los profesores de las clases, eso sí, que tuvieran el empeño de correlacionar la educación ambiental con la asignatura que imparten, de no ser así tendremos profesionistas en las diversas áreas sin una conciencia que les permita tomar decisiones amigables con el medio ambiente.
Y para muestra un botón un llamado arquitecto del paisaje me comentó que le encantaba poner árboles de pirul en sus obras ya que eran bonitos y crecían muy rápido y eran muy frondosos; él muy contento, pero cuando le comenté que era un árbol exótico para nuestro estado, señaló que no lo sabía, cuando le dije que, si le fuera posible plantar mezquite, me comentó que eran muy feos y espinosos y no encajaban con la belleza de sus construcciones.
En un caso contrario la Universidad Autónoma de Aguascalientes en la carrera de Diseño Industrial, tuvieron a bien integrar la clase de Diseño Social, donde hay una asertiva comunicación entre las y los profesores, las y los estudiantes, comunidades donde se aplica el proyecto y las asociaciones civiles que fungen como unidad receptora del servicio social de las horas que libera esta materia., con este esquema hemos trabajado en Los Parga, comunidad del Bosque de los Cobos donde se tiene experiencias de un proyecto que satisface a las personas de la comunidad porque las y los estudiantes ubican una necesidad a resolver y a partir de ella se realiza la magia, cada parte lleva lo necesario para que se cristalice en un producto que será de importancia para varias familias o para la comunidad completa, donde los materiales son amables con el entorno y en la mayoría de los casos la materia prima es tomada del mismo lugar, se les da un trabajo temporal a algunas personas lugareñas, en sí es un caso de éxito donde ha llevado a tener estufas de leña que gastan menos, lavaderos con sistema de reúso de agua, y el último bancas, mesas y jardinera para la plaza donde se reúnen las mujeres del colectivo comunitario, que ha servido para otras actividades como semilleros creativos y las clases de religión.
Lo que nos lleva a la conclusión de que no es necesario tener una especialidad en la educación ambiental, sino tener voluntad para tratar de remediar en lo posible la delicada situación de desastre ambiental en el que estamos viviendo, la falta de agua, la desertificación, la poca masa vegetal, la contaminación lumínica, la contaminación del aire.
Cuestionable es la generación de la llamada energía limpia, el desarrollo entendido como hacer crecer la mancha urbana y hacer más obra pública que privilegia el uso de autos y deja de lado al peatón y al ciclista.
Todo lo anterior se logra por una falta de sensibilidad hacia el tema ambiental en sí y la falta de educación ambiental en todos los ámbitos social, formal, familiar, entre otros.
Hoy es un día para la reflexión ¿de qué lado estamos? sabiendo lo que está bien y lo que está mal debemos hacer acciones personales principalmente y en seguida colectivas.
Para un adulto ya ni la universidad ni sus padres son responsables, debe de buscar el conocimiento y debe observar su alrededor para saber la responsabilidad ética y moral como corresponde a nuestra especie.
En la educación ambiental para la sostenibilidad donde el tema era usar los recursos naturales sin comprometer a las generaciones futuras ya no lo cumplimos ya se les salió debiendo. Las nuevas generaciones ya no tendrán opción, deben cuidar sí o sí, y en un momento dado tendrán que aplicar en su momento políticas públicas que favorezcan el cuidado del planeta se les está entregando. Pero basta de lo negativo.
Este 26 de enero es momento para reconocer a quienes nos han influenciado en la vida diaria y en la academia en el ámbito de la educación ambiental ya sea con una clase o con el ejemplo de vida nos invitan a hacer acciones por el entorno sano de coexistencia de todas las especies.