Reforma electoral
La Cámara de Diputados rechazó la reforma electoral constitucional impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con 269 votos a favor, 225 en contra y una abstención, el dictamen no alcanzó la mayoría calificada necesaria para su aprobación en lo general. La no discutida reforma del presidente planteaba, principalmente, la extinción de los organismos públicos locales y los tribunales electorales de los estados, la conformación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas y de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la elección de legisladores mediante sistema de listas por entidad federativa, así como reducción de integrantes de congresos locales, ayuntamientos y alcaldías.
México democrático
En respuesta a la propuesta de reforma electoral de López Obrador, se convocó a una marcha el domingo 13 de noviembre en defensa del INE, en la Ciudad de México el único orador fue José Woldenberg, quien dijo que los asistentes a la marcha buscaban la substitución de los gobiernos por vías pacíficas y participativas, y que se quería un “México para todos, un México cuya diversidad cuente con un formato para su convivencia y competencia”. Los corifeos de la Cuarta Transformación redujeron la asistencia a esa marcha en la Ciudad de México a 12 mil personas, Martí Batres no le temió al ridículo y olvidó, a propósito, que fueron miles más, no sólo en la capital de la República, en muchas plazas de las entidades federativas fueron miles quienes se manifestaron en defensa del INE.
27 N
La respuesta oficial a esa marcha fue organizar otra, López Obrador no sólo adelantó la fecha de su informe, pidió a los tetratransformistas a que lo acompañaran en una marcha para demostrar músculo y llenar el Zócalo; lo consiguió, nunca nadie ha puesto en duda la fe que millones le tienen al presidente, con la misma vehemencia con que convocó, López Obrador se mantuvo hablando de la marcha del 27 como un triunfo de la democracia y una muestra de la revolución de las conciencias. Lo que otros vimos fue una insólita marcha convocada desde Palacio Nacional para alabar a un gobierno.
Competencia
López Obrador sabía que iba a ser derrotado y no lograría las 2/3 partes de la Cámara de Diputados, por eso encargó un Plan B a su secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y para distraer al público se puso sobre la mesa de la discusión pública cuál marcha había sido mejor, cuál de las dos marchas era la buena, personajes como Lorenzo Meyer echaron a la basura lo que quedaba de su reputación aleccionando sobre lo que realmente significaba la marcha convocada por López Obrador: “Absurdo que el presidente marche en apoyo a sí mismo” dicen sus adversarios. Pero la marcha del 27 fue, en realidad, una manifestación masiva de apoyo al esfuerzo por acabar con lo mucho que aún queda del viejo régimen, de un neoliberalismo que, aunque fracasado, pervive.
Batalla
Lo que ayer ocurrió en la Cámara de Diputados puede ser leído como como el resultado de la batalla de marchas, los muy poquitos (según los tetratransformistas) que no quieren que se toque al INE contra los millones que tardan seis horas en llevar a López Obrador del Ángel de la Independencia a Palacio Nacional; de ser así, la marcha ciudadana ganó pues unificó a la oposición y votó en contra de la reforma propuesta por el presidente y, una vez más, lo venció, por 44 votos si quiere, por que no pudo doblar (otra vez) a Alejandro Moreno del PRI, por la persistencia de la bancada de Movimiento Ciudadano, por la unidad del Partido Acción Nacional… Por una sola de esas razones o todas juntas agregando otras que usted sepa y nosotros no, como sea, López Obrador perdió.
De lo perdido
Como el presidente no soporta quedar como un perdedor, adelantó a Adán Augusto López con su Plan B, 307 cuartillas con modificaciones a 6 leyes secundarias que los de Morena insistieron en que se dictaminara en el pleno. La diputada de Movimiento Ciudadano, Amalia García lamentó que no se hayan dado las condiciones para debatir adecuadamente esas reformas y aprovechó sus cinco minutos para dar cátedra, un recuento del panorama político desde la 54 Legislatura, así como la llegada de la izquierda histórica gracias a las plurinominales; sin duda una brillante intervención; todo se descompuso tras el discurso del diputado panista Jorge Triana, a quien acompañó la mayoría de su bancada en la tribuna, y tras afirmar que las reformas del Plan B de López Obrador no son más que un burdo intento de sabotaje al proceso electoral de 2024, que intenta dejar inoperantes al INE y al Tribunal Electoral, abandonó junto con los panistas el recinto.
Plan B
Dentro de los principales cambios que establece el Plan B de López Obrador, alcanzamos a rescatar algunos de los puntos
Sistema electoral:
Elimina rama administrativa del Servicio Profesional Electoral
Unifica el PREP con el cómputo de la elección
Obliga a órganos electorales a cumplir el artículo 127 constitucional y que nadie gane más que el presidente
Con respecto a la justicia electoral
Crea el procedimiento único de queja en materia electoral
Elimina dos salas regionales y la sala regional especializada del TEPJF
Derechos políticos
Obliga al INE a liquidar y reintegrar recursos de dos fideicomisos.
Limita acciones del INE y el TEPJF que limitan libre expresión y derechos políticos
Además, modifica el concepto de propaganda y protege opiniones de los servidores públicos, y destituye al Secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina.
Quorum
El morenita Leonel Godoy Rangel fue el orador al que dejó hablando solo la oposición, el de Michoacán los acusó de traidores, esgrimió una encuesta en la que se presenta a Morena como el partido ganador de las elecciones futuras, pasadas y presentes y finalizó echándole porras a López Obrador. Después de eso, ningún diputado se anotó para hablar en contra del dictamen, Morena y sus aliados se quedaron solos en la Cámara y Gerardo Fernández Noroña pidió que ya no perdieran más el tiempo y que se fueran a la votación. El presidente de la Cámara, Santiago Creel Miranda, leyó la lista de diputados, todos de Morena, que se habían apuntado para hablar a favor del Plan B (Irma Juan Carlos, Alma Delia Navarrete Rivera, Flor Morales Miranda y Raquel Bonilla Herrera), todas ellas declinaron subir a tribuna, pasaron a la votación y así comenzó la traición del PRI.
Traición
Con 267 votos a favor, 221 en contra y ninguna abstención, se aprobaron, en lo general, las reformas a la Ley General de Comunicación Social y a la Ley General de Responsabilidades Administrativas, en materia electoral. La bancada que comanda Alejandro Moreno Cárdenas, de dientes para afuera, siempre dijo que no votaría a favor de cualquier cosa que afectara al INE, a pesar del acuerdo logrado en la Junta de Coordinación Política, cuando toda la oposición intentó romper el quórum, los priístas se quedaron a hacerle el juego a Morena, así, el Plan B de López Obrador consiguió los votos suficientes para ser aprobado. Incluso los artículos reservados lograron pasar. Ahora se va al Senado de la República, donde no se podrá hacer mucho, pues los senadores no pueden modificar nada de lo que los levantadedos de Morena dejaron pasar.
La del estribo
Después de las 2 de la mañana, el Movimiento de Regeneración Nacional consiguió una victoria para Andrés Manuel López Obrador, aprobaron su Plan B… Nada borra, nada cambia, que el presidente y sus reformas constitucionales siempre son derrotadas, igualito que la selección nacional de futbol, aunque gana no clasifica.
@PurisimaGrilla