José Ruiz Esparza Vega,  40 aniversario luctuoso/ El banquete de los pordioseros  - LJA Aguascalientes
27/04/2025

 

Los recuerdos, a pesar del peso de los años, siguen siendo frescos, como si fuera ayer. Cuando yo era niño mi papá me platicaba hazañas de grandes personajes o de   heroicas batallas y acontecimientos que sacudieron la historia, yo me deleitaba escuchando atentamente con una imaginación fértil y les ponía rostro y hasta voz a esos personajes, que aunque reales, mi padre me los platicaba como si de héroes míticos y dioses del Olimpo se tratara, por ejemplo, directores de orquesta como Herbert von Karajan, Leonard Bernstein o Sergiu Celibidache que con su incansable batuta comandaban grandes y heroicos ejércitos hacia la anhelada victoria, ejércitos que eran orquestas de un centenar de maestros que con su mágico sonido lograban la victoria del bien sobre el mal.

Pero también me contaba de las gestas heroicas de los directores de orquesta mexicanos, así conocí nombres de algunas de las mejores batutas de este país, me contaba cuando la Orquesta Sinfónica de Xalapa, la decana de todas las orquestas, ofrecía conciertos como invitada en el teatro Morelos de Aguascalientes, y me imaginaba al maestro Luis Ximénez Caballero interpretando la Sinfonía No.5 de Tchaikovsky dando las órdenes precisas a sus valerosos combatientes que con cuerdas, maderas, metales y percusiones respondían a las indicaciones de su comandante en jefe.

La ciudad de Aguascalientes también tenía sus héroes que hacían de cada concierto una verdadera victoria. Como lo hemos comentado en más de una ocasión, –y las que faltan-, la tradición orquestal en nuestro estado se remonta mucho más allá de los 30 años de existencia de la actual versión de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, ya hemos comentado que la orquesta más antigua en activo fundada en este país no es la Sinfónica de Xalapa, a la que se le da este reconocimiento siendo esta orquesta fundada en el año de 1929, pero ya desde 1922 existía en esta tierra de la gente buena una entidad musical llamada Orquesta Sinfónica de Aguascalientes que surgió por iniciativa de José Vasconcelos, entonces Secretario de Educación Pública y el gran apoyo brindado por el maestro Manuel María Ponce y que ofrecía conciertos en el Teatro Morelos, primero fue dirigida por Miguel Macías Femat y más tarde por el maestro Apolonio Arias, pero el proyecto original sucumbió hasta que en 1928 el profesor Alejandro Topete del Valle, insustituible cronista de Aguascalientes, reorganizó la orquesta y le dio la dirección al  compositor, organista y director Arnulfo Miramontes y de esto hay testimonio en el vestíbulo del mismo Teatro Morelos con una elegante imagen en color sepia que muestra con orgullo este antecedente histórico con fecha del 3 de marzo de1928, fecha exacta con la que la OSA reinicia actividades.

La historia de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes es entonces muy larga y está llena de claroscuros y altibajos, su vida fue intermitente durante esos años en que, entre otros, fue dirigida por el maestro Ricardo García que pudo mantener con muchos esfuerzos vivo el proyecto.

Pero indiscutiblemente no podemos negar que una nueva etapa en la larga e inconclusa historia de nuestra amada Orquesta Sinfónica de Aguascalientes lo marca la presencia el maestro José Ruiz Esparza Vega, conocido como el organista de Cristo y que el día de ayer, jueves 24 de noviembre se cumplió su cuarenta aniversario luctuoso, y esto, por supuesto, no lo podríamos pasar por alto, de hecho, en el concierto de esta noche en el Teatro Aguascalientes, la OSA rendirá un merecido homenaje a la memoria de uno de los nombres más significativos e importantes en esta rica historia de nuestra Sinfónica, simplemente no podemos hablar de la historia de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes sin dedicar un capítulo aparte al maestro José Ruiz Esparza Vega, incluso no sólo de la Sinfónica, él participó en la docencia musical con mucho entusiasmo en varias nobles instituciones de nuestro estado, entre ellas el Seminario Conciliar, en la Escuela Diocesana de Música Sacra en donde impartió clases por más de cuarenta años. Fue fundador de la Escuela de Música Manuel M. Ponce  de la que también fue director, además de su trabajo como organista de la Catedral Basílica de la Diócesis de Aguascalientes desde 1922, hasta su muerte en 1982, es decir, sesenta años de un servicio comprometido y hecho con toda la pasión que la música exige.  El maestro falleció el 24 de noviembre de 1982. Actualmente sus restos descansan en uno de los panteones más emblemáticos de Aguascalientes, el Panteón de la Cruz, pero, me pregunto, ¿por qué no trasladar sus restos a la Rotonda de los Hombres Ilustres que se encuentra en el Panteón de la  Salud?

Creo que la vida musical de Aguascalientes le debe mucho al maestro José Ruiz Esparza Vega, no se la ha dado el reconocimiento que su trayectoria merece, es más, me voy a tomar el atrevimiento de proponer que la nueva sala de conciertos planeada para que en algún momento sea la sede de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, una vez que los problemas de acústica sean solucionados, porque me imagino que en algún momento habrán de arreglarse, una inversión  de ese tamaño merece tener un uso digno, sea llamada Sala de Conciertos Maestro José Ruiz esparza Vega.

El maestro es uno de los héroes de los que mi padre, en mi infancia, me contaba sus grandes gestas heroicas dirigiendo sus huestes desde el escenario del Teatro Morelos al frente de un ejército llamado Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.

Van estas líneas a su memoria y dedicadas a dos de sus más grandes biógrafas, las escritoras Carolina Castro Padilla, a  quien admiro profundamente, y a mi buena amiga Cecilia Franco Ruiz Esparza, nieta del maestro y quien me hizo llegar el libro El Organista de Cristo.



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