El pasado viernes 28 de octubre se celebró el tercer concierto de la cuarta temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, un concierto especial por varias razones, una de ellas, sin duda la más importante, es que se cierra una significativa etapa de nuestra máxima entidad musical marcada por la presencia del maestro Emmanuel Siffert, etapa muy breve, pero rica en contenido, en aportaciones. Esta brevedad de tiempo fue suficiente para apreciar el trabajo del maestro y a dónde pretendía llevar a nuestra Sinfónica, y sin duda los planes del maestro Siffert no tenían techo.
De esta manera se abre una nueva etapa de la OSA con la presencia del maestro Román Revueltas, que evidentemente ya conoce bien la orquesta y los músicos igualmente lo conocen bien, ya trabajaron juntos 12 años y veremos cómo van las cosas.
Este concierto que marcó el final de esta etapa fue especial también por la presencia de la maestra Ana Catalina Ruelas Valdivia como solista en el concierto para viola de Rosetti. Ya comentábamos la semana pasada que la maestra se presentó apenas hace unos dos o tres meses en la tercera temporada con un concierto de Hindemith y nos dejó ver su calidad que volvió a lucir en esta ocasión.
La Orquesta Sinfónica ha tenido muchas grandes noches, algunas de ellas incluso inolvidables, y sin la menor duda la noche del pasado 28 de octubre fue una de esas noches que quedarán en la historia de nuestra Sinfónica, la calidad indiscutible del maestro Siffert y la respuesta de los músicos. Es impresionante el resultado cuando una orquesta es dirigida por el director adecuado, y también el resultado del director cuando encuentra en su orquesta el sonido que él está buscando, es entonces cuando decimos que surge la magia.
El tercer concierto inició con el Poema Lírico, Op. 12 de Aleksandr Glazunov, después continuamos con el Concierto para Viola en sol mayor de Antonio Rosetti, como ya lo señalamos líneas arriba, con la participación de la maestra Ana Catalina Ruelas Valdivia en el instrumento solista haciendo, de verdad, una interpretación inmaculada, con técnica irreprochable, pero lo más importante, un derroche de sensibilidad que a todos en el Teatro Aguascalientes nos dejó, además de satisfechos, impresionados, incluso cuando ya sabíamos de sus facultades, alcances y capacidad, a la hora de estar ahí en nuestra butacas dejándonos seducir por los encantos de su majestad la música, es imposible no sentirnos sacudidos por la virtuosa ejecución del concierto.
Después del intermedio el maestro Siffert tenía preparado un verdadero manjar, y es que sucede lo mismo que con el concierto de Rosetti, ya sabemos de qué se trata el asunto, pero a la hora de la ejecución, la maravillosa interpretación, en este caso de la Sinfonía No.2 de Sibelius, nos hace olvidar todo lo que posiblemente sabíamos que sucedería y la música nos hace perder por completo la compostura.
Tengo en casa, no sé, unas dos o tal vez tres diferentes versiones de la segunda de Sibelius, y créeme, siempre me prometo a mí mismo no escuchar antes del concierto lo que se va a ejecutar pero debo aceptar que muy pocas veces lo cumplo, en este caso no solo no cumplí con mi promesa, sino que además escuché dos versiones distintas, una con la orquesta de la Royal Concertgebow de Ámsterdam dirigida por Mariss Jansons y otra con la Filarmónica de Viena y la batuta de Bernstein, entonces pues sí, de alguna manera ya llegué con cierta predisposición al concierto, aunque esto definitivamente no evitó que la versión del maestro Siffert me sorprendiera, incluso me conmoviera al extremo, me queda perfectamente claro que esta interpretación de la Segunda de Sibelius habrá de pasar a la historia, ha sido una de les mejores noches de nuestra Sinfónica.
En el cuarto concierto de temporada disfrutaremos de un programa compuesto solo por dos compositores, Johann Sebastian Bach del período barroco y al compositor noruego Edvard Grieg. En el caso del padre de la música escucharemos dos conciertos que originalmente fueron escritos para clave con posteriores transcripciones para piano, recordemos que Bach nunca compuso nada para piano, conoció un prototipo creado por Silberman que no convenció al maestro e hizo una serie de sugerencias que fueron atendidas por el fabricante aunque no del todo convencido. Por cierto, siempre fue muy escéptico de llevar los conciertos para clave de Bach al piano, hasta que escuché las versiones que hizo Glen Gould, fue entonces que quedé completamente convencido, y ahora, para este concierto se ha encomendado esta responsabilidad al maestro Daniel Romo, conocido y respetado entre el público melómano de Aguascalientes, recordemos que el maestro es el director del coro Amicitia que cantó con la Sinfónica el Réquiem de Mozart dos veces y la Sinfonía No.9 de Beethoven, enormes compromisos que de verdad no son para cualquier coro. Además estuvo en un concurso en Italia en donde resultaron ganadores, así que esto es un orgullo para Aguascalientes, ahora veremos al maestro Romo como solista tocando los conciertos No.1 y No.5 de Bach. De Grieg disfrutaremos de las dos suites Peer Gynt de Edvard Grieg.
Te recuerdo que el concierto es esta noche a las 20:30 horas en el Teatro Aguascalientes, la que sigue siendo la casa de nuestra Orquesta Sinfónica. Por ahí nos veremos si Dios no dispone lo contrario.