- Ante una declaratoria de crisis hídrica, poder ejecutivo podría frenar el abasto de agua a la industria automotriz, refresquera o textil
- Se debe priorizar el agua para consumo humano ante situaciones de crisis
El grupo parlamentario del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) presentó una iniciativa con el que se modifica la Ley del Agua para el Estado de Aguascalientes con el cuál buscan garantizar el abasto de agua en tiempos de crisis limitando el abasto para industrias no esenciales.
Desde hace varios años que la humanidad ha comenzado a sentir los estragos del cambio climático y del agotamiento de los recursos naturales, muestra de ello ha sido la crisis hídrica que hemos visto en Nuevo León y en varias zonas del país.
La diputada Leslie Mayela Figueroa Treviño señaló que esta modificación busca establecer un mecanismo de acción para atender de manera óptima esta crisis hidráulica que se vive actualmente y posiblemente se agrave en un futuro. Se trata de facultar a la autoridad para que limiten el abasto de agua potable a las industrias no esenciales para así garantizar el acceso de este líquido a la ciudadanía.
Las industrias esenciales son aquellas que participan activamente en la producción de abasto, servicio y proveeduría de alimentos, productos higiénicos y sanitarios, medicamentos, productos hospitalarios y la generación de la energía eléctrica. Las no esenciales son la producción y transformación de metales, industrias minerales, automotriz, textil, refresqueras y entre otras; estas son precisamente las que más consumen agua.
Figueroa Treviño agregó que el derecho al agua es indispensable para poder vivir dignamente y es la antesala para poder ejercer otros derechos humanos. El agua debe tratarse como un bien social y cultural y no solo como un bien económico, por lo tanto el estado debe garantizar su acceso a la población.
Figueroa Treviño expuso, con fundamento en datos de la Organización de las Naciones Unidas, que son más de mil 200 millones de personas en el mundo se enfrentan a crisis derivadas del estrés hídrico y se estima que el siguiente año 700 millones de personas tendrán que desplazarse del lugar en donde viven debido a la crisis de agua. Para el año 2050 las sequías afectarán a más de tres cuartas partes de la población mundial.
Considerando esto, proponen que la autoridad tenga la facultad de limitar el uso de agua potable cuando se declare un escenario de crisis hídrica para así priorizar a la ciudadanía para su consumo humano.