CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La perra más vieja del mundo, llamada Pebbles, murió el 3 de octubre pasado, a los 22 años. Tenía el Récord Guinness por ser la canina más longeva del planeta.
Era una Toy Fox Terrier y falleció en su casa en Taylors, Carolina del Sur, Estados Unidos, junto a sus dueños Bobbye y Julie Gregory.
En su cuenta de Instagram se difundió que la perra murió por causas naturales cinco meses antes de cumplir los 23 años.“Peebles vivió una larga y feliz vida llena de amor. Pasaba sus días disfrutando de música country y siendo amada. Le gustaba probar nuevos alimentos. No era un perro más, tenía su propia personalidad y todos los que la conocieron la adoraban. Fue un auténtico honor tenerla como animal de compañía y compartir nuestra vida con ella”, indicaron.
El 17 de mayo de 2022 recibió el Récord Guinness como la perra más longeva del planeta, con 22 años y 50 días de edad.
“Tras el reconocimiento del anterior perro más viejo del mundo llamado Tobykeith, los Gregory se dieron cuenta que Pebbles era, en realidad, mucho mayor que él y, por lo tanto, podía batir el récord”, indica la publicación de los Récords Guinness.
La perra nació el 28 de marzo de 2000 en Long Island, Nueva York. En 2007 se mudó a Taylors, Carolina del Sur.
Según los Gregory, Pebbles tuvo 32 cachorros en tres camadas diferentes, a lo largo de su vida y junto con su compañero Rocky, un Toy Fox Terrier que murió en 2017, a los 16 años.
También le dijeron a la cadena Fox que Pebbles era un “animal nocturno”, pues dormía durante el día mientras tomaba el sol cerca de la piscina de su casa. Luego, despertaba alrededor de las cuatro o cinco de la tarde, a la hora de la cena, y permanecía despierta toda la noche.
Su longevidad se debía a que recibía “mucho amor y atención”, porque esta raza de animales vive entre 12 y 14 años.
“Fue una compañera única en la vida, y fue un honor para nosotros haber tenido la bendición de tenerla como mascota y miembro de la familia. No hubo nadie que conociera a Pebbles que no la quisiera. La echaremos de menos profundamente”, señaló Julie.
Desde 2012 era alimentada con comida para gatos, lo que sus dueños creen que contribuyó a su longevidad.