Incremento de remesas, riesgo para la seguridad de México y Estados Unidos - LJA Aguascalientes
01/04/2025

 

El espectacular incremento de las remesas a México durante la pandemia –que en junio pasado llegó a cifras récord– llama la atención de analistas financieros, quienes preveían una contracción por la amenaza de recesión en las economías de México y Estados Unidos Óscar Vera Ferrer, director general de la firma Asesoría y Estrategia Económica, comenta a Proceso que el crecimiento de la migración mexicana hacia Estados Unidos no justifica el histórico flujo de remesas, por lo que recomienda investigar este fenómeno ante la presunción de lavado de dinero

El envío de remesas ya supera los 50 mil millones de dólares –monto que duplica al gasto público en México– y se ha convertido en un negocio para las empresas remesadoras que cobran comisiones por más de mil millones de dólares por la transferencia de esos fondos, según cálculos de la organización Fuerza Migrante. En este escenario, los principales bancos crediticios nacionales decidieron alejarse de esa actividad ante los riesgos y sanciones regulatorias que involucra la eventual presencia de dinero sucio proveniente de actividades como el narcotráfico y el tráfico de personas.

Además, detrás del incremento histórico de remesas que recibe México, se encuentra el flujo migratorio latinoamericano hacia Estados Unidos provocado por las crisis económicas en los países de la región. El Banco Mundial reveló que en 2021 los flujos registrados de remesas a México incluyen fondos recibidos por migrantes en tránsito de Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití, Venezuela, Cuba y otros países.

El Banco de México dio a conocer que en junio pasado las remesas enviadas por migrantes acumularon más de 55 mil millones de dólares, con un incremento, sólo en el sexto mes de este año, de 5 mil 153 millones de dólares, lo que representó un crecimiento de 15.6% a través de 12.6 millones de transacciones con un envío promedio de 408 dólares. En julio las remesas se ubicaron en 5 mil 296.7 millones de dólares, un crecimiento anualizado de 16.54%, con lo que se cumplieron 27 meses ininterrumpidos de incrementos.

El monto de las remesas no aumenta significativamente (en agosto de 2020 el monto unitario era de 320 dólares) pero sí el número de transacciones. Entre febrero de 2020 y junio de 2022, el número de operaciones creció 26% al pasar de 9.3 a 12.6 millones de dólares. La histórica inflación en México y Estados Unidos tampoco ha afectado el envío de remesas.

Sin embargo, los grandes bancos se alejan consistentemente de las remesas, mientras en México Banco Azteca y Banco Coppel decidieron apostar por el negocio de los dólares que vienen de Estados Unidos.

El primero apoyó abiertamente el intento frustrado de modificar la Ley del Banco de México para que éste estuviera obligado a recomprar los dólares en efectivo; el segundo se desmarcó de la iniciativa y busca que los envíos de remesas se concreten a través de cuentas bancarias, con lo que aumenta el control de estas operaciones y su vigilancia ante las autoridades.

Sin embargo, Banco Coppel mantiene abierto el servicio para la recepción de remesas en mil 192 sucursales porque sólo 30% del total de las remesas que recibe se hacen a través del depósito en una cuenta bancaria. En Coppel es posible enviar hasta 3 mil dólares diarios, sin límite de transacciones con depósito a cuenta.


El caso Sinaloa

En Culiacán, que no se caracteriza por el envío de migrantes a Estados Unidos, se reciben grandes cantidades de remesas. El diario local La Verdad informó sobre personas que reciben pagos de 300 pesos cada vez que acuden a sucursales de Banco Coppel a cobrar remesas. Sólo deben presentar una credencial de elector para recibir el dinero.

Consultado sobre este tipo de actividades en sus sucursales de Culiacán, un vocero del Banco Coppel dice que la institución no comenta sobre este tipo de información.

En agosto de 2020, uno de los bancos corresponsables de Banco Azteca en Estados Unidos, el CBW Bank de Kansas, recibió una orden de las autoridades bancarias de ese país, del Departamento del Tesoro y The Federal Deposit Insurance Corp., de suspender actividades ante las evidencias de que había violado disposiciones contra el lavado de dinero.

El principal perjudicado en sus servicios de corresponsalía fue Banco Azteca, que no pudo seguir enviando dólares en efectivo, hecho que coincidió con el cabildeo en el Senado para cambiar la Ley del Banco de México (Proceso 2310).

En Estados Unidos, el Bank of America concentra, de acuerdo con un análisis realizado por la firma Sonecon del exasesor de Bill Clinton, Robert J. Shapiro, más de 85% de las transferencias de dólares entre México y Estados Unidos.

En un foro en el Senado, encabezado por Gustavo Armenta, Shapiro presentó el estudio Los efectos adversos de la regulación antilavado de dinero y corresponsales bancarios sobre la relación bilateral de México y Estados Unidos. Shapiro aseguró que la Asociación de Negocios de Texas pagó el análisis en el que se asegura que el impacto de la regulación aplicada desde 2001, a través de la Ley Patriota para evitar el ingreso de dinero sucio en los circuitos financieros, ha afectado a las economías de México y Estados Unidos.

Ni la Secretaría de Hacienda ni la Asociación de Bancos de México participaron en el Foro Remesas y Corresponsales Bancarios realizado en el Senado el 28 de septiembre.

En entrevista con Proceso, Óscar Vera Ferrer, director general de la firma Asesoría y Estrategia Económica, explica que el crecimiento de la migración mexicana hacia a Estados Unidos no justificaría el histórico flujo de remesas que registra la economía nacional.

“Es inexplicable este monto por las razones económicas que se analicen tanto en México como en Estados Unidos. El envío de 50 mil millones de dólares no es congruente con el número de trabajadores mexicanos en Estados Unidos”, dice el también exdirector del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.

La población nacida en México residente en Estados Unidos, de acuerdo con el Observatorio de Migración Internacional, se redujo en los últimos años. Al cierre de 2020 cayó 6.92% contra el incremento de 7.5% que se registró en 2005. ¿Qué justifica, entonces, el incremento en el envío de remesas que ya está superando la participación respecto del PIB de la inversión pública?


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