En Milhail Kogalniceanu, Rumania, el 21 de octubre de 2022, el zumbido producido por los rotores de los helicópteros Black Hawk es ensordecedor, pues miles de paracaidistas estadounidenses de la 101a División Aerotransportada, conocida por su apodo de “águilas chillonas”, descienden de las aeronaves y realizan disparos con fuego real. El hecho de que realicen la revolución castrense a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania envía un mensaje claro: la Unión Americana está lista para defender sus intereses en Europa, por la fuerza si fuera necesario.
Ese mismo día, los secretarios de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin III, y de la Federación Rusa, Serguéi Shoigú, respectivamente, sostienen una conversación telefónica en donde acuerdan “mantener las líneas de comunicación en medio de la guerra en marcha en Ucrania”
Las escenas arriba relatadas sirven como prólogo al presente artículo, el cual pretende explicar por qué la guerra que se libra entre Rusia y Ucrania decidirá, en parte, si el proyecto unipolar, encabezado por la Unión Americana, prevalece sobre la opción multipolar, aupada por China y Rusia.
Los días recientes han sido de febril actividad: el 12 de octubre durante la sesión plenaria del V Foro Internacional de la Semana de la Energía de Rusia, el mandatario Vladimir Putin propuso que Turquía sea “la ruta principal para el abastecimiento” del gas natural a Europa y, de esta manera crear un hub gasero en Turquía. En caso de concretarse esta iniciativa, Turquía “fortalecería su autonomía estratégica en la política regional”.
La propuesta rusa se da en el contexto de los sabotajes sufridos, el 26 de septiembre de 2022, en los gasoductos Nord Stream 1 2, los cuales, según el analista geopolítico Pepe Escobar “Todo mundo sabe quién lo hizo, pero el sospechoso no puede ser nombrado” porque su objetivo es “cortar la energía barata rusa para Europa y destruir a la economía alemana”1. A estos siniestros hay que agregar el ataque perpetrado contra el puente que une Crimea con Rusia.
El 18 de octubre del año en curso, el asesor de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jake Sullivan, y el ministro de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, sostuvieron una reunión. De acuerdo a varias analistas, los estadounidenses están preocupados por la escalada en Ucrania: el disparo de un misil ruso contra un avión británico o el hecho de que servicios secretos de Ucrania, el SBU, con la asesoría de la inteligencia británica, el MI6, hayan atacado el puente en Crimea.
En represalia, Rusia ha lanzado una serie de ataques con misiles, los cuales tienen por objetivo devastar la infraestructura energética de Ucrania. Asimismo, Putin ha tomado dos medidas: designar a Serguéi Surovikin, un veterano de Chechenia y Siria, como jefe de las fuerzas rusas que combaten en Ucrania; y crear el Consejo de Coordinación Especial, un órgano encargado de “satisfacer cualquier necesidad que surja durante el curso de la Operación Militar Especial”2.
Al mismo tiempo, miles de soldados rusos reforzados por armamento blindado y el respectivo apoyo logístico se concentran en la región de Jersón y en la vecina Bielorrusia listos para lanzar, en noviembre o diciembre, una ofensiva contra Ucrania3.
El endurecimiento de las posturas por parte de los miembros de la anglo-esfera –los Estados Unidos y el Reino Unido- y de la respuesta rusa motivó la realización de una serie de llamadas telefónicas, las cuales no ocurrían desde mayo pasado, entre el estadounidense Lloyd Austin III, el británico Ben Wallace y el ruso Serguéi Shoigú.
A estas conversaciones, se agregó otra que quizá sea la más más significativa, la ocurrida el 24 de octubre entre el jefe del Estado Mayor de la Defensa del Reino Unido, almirante sir Tony Radakin, y el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, general Valeri Guerásimov.
El marino británico rechazó la idea de que Ucrania, mediante la detonación de una “bomba sucia”, pretenda escalar el conflicto. Asimismo, ambos militares acordaron “la importancia de mantener los canales de comunicación abiertos entre el Reino Unido y Rusia para gestionar el riesgo de un cálculo erróneo y facilitar la desescalada”4.
El escribano concluye: ante la posibilidad de que Ucrania sea derrotada por los rusos, los estadounidenses están preparándose para fortalecer su presencia militar en el Viejo Mundo; Rusia con la decisión de invadir Ucrania y “des-dolarizar” al sistema financiero internacional ha surgido como el principal adversario de la Unión Americana; la amarga rivalidad entre el Reino Unido y la Federación Rusa ha encontrado una nueva dimensión en los campos de batalla de Ucrania; y, finalmente, la continuidad del proyecto unipolar estadounidense se decidirá en dos frente: el militar, en Ucrania; y el energético, en donde Rusia es apoyada por Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Turquía.
Aide-Mémoire. – Con la defenestración pública de su predecesor, Hu Jintao, el presidente de China, Xi Jinping, envía un mensaje de que él es el amo y señor supremo de 1,400 millones de personas.
Recursos consultados
1.- The “War of Terror” may be about to hit Europe https://thesaker.is/the-war-of-terror-may-be-about-to-hit-europe/
2.- Putin orders creation of special council for military operation needs https://tass.com/politics/1524957
3.- US breaks ice, Russia thaws https://www.indianpunchline.com/us-breaks-ice-russia-thaws/
4.- Statement on the Chief of the Defence Staff´s call with the Russian Chief of the General Staff https://www.gov.uk/government/news/statement-on-the-chief-of-the-defence-staffs-call-with-the-russian-chief-of-the-general-staff