Fly me to the moon
Let me play among the stars
Let me see what spring is like on
A-Jupiter and Mars
In other words, hold my hand
In other words, baby, kiss me
Frank Sinatra
Estimado lector de LJA.MX, con el gusto de saludarle como cada semana, agradeciendo en demasía su tiempo y atención para esta columna, en esta ocasión me permití abordar una reseña sobre los ciclos de poder, evidentemente cada fuerza política tiene un comienzo y por ende un fin, y aunque bien se dice que en política no hay muertos, también se dice y se percibe que si hay exiliados y ciclos que terminan.
Hace algunos días fuimos testigos de un momento histórico en Aguascalientes, por primera vez en la historia una mujer llega a la gubernatura, el acontecimiento que encabeza Tere Jiménez es una reseña del nuevo contexto político, bajo el mismo clisé atípico se llega a esa posición por medio de una coalición entre PAN, PRI y PRD, algo jamás antes visto; son normales las alianzas políticas con la cordialidad ideológica, no estoy en contra de ellas, considero que la política es la capacidad de sumar, hubiese resultado simpática la escena entre Gómez Morín y Plutarco Elías Calles, sin embargo estimado lector así son los ciclos de poder.
Quien fuese el liderazgo principal del PAN en Aguascalientes, resulta ser ahora una estadística más, no un estadista, la administración pasada tuvo severos cambios en su estructura, y una rigurosa crítica generada por un encono subversivo, algo sucede con los ciclos de poder, y es que cuando más poder se tiene, es cuando más frágiles resultan los que ostentan ese poderío. El exgobernador perdió las contiendas internas, pero más que eso perdió su simpatía con la militancia panista, perdió el arte de influir en el Congreso, no supo poner las piezas de ajedrez que diesen reciprocidad de facto y eso le llevó a perderse entre la realidad y la fantasía, las justicias en política son únicamente subjetividades, son la escalofría escatología de lo no posible.
En estos ciclos de poder se logra apreciar la verdadera personalidad de los supuestos líderes, también se dilucidan las trágicas conveniencias, porque la política, aunque siempre ha sido compleja, antes se vivía de y para, existían las convicciones y los intereses, ahora únicamente se perciben los intereses, citando al Marqués de Sade “No somos más culpables al seguir los impulsos primitivos que nos gobiernan que el Nilo por sus inundaciones o el mar por sus olas” (Sade, 2022).
Mientras las parsimonia social está ante la expectativa de la dictadura de la televisión, quienes asumen el nuevo ciclo de poder predican la verticalidad necesaria para construir un nuevo legado, cuyo mejor juez será el tiempo, será la posibilidad de lo que no ha sido, el equilibrio, porque si algo tiene la política, estimado lector, es la facilidad de desencantar y de persuadir al más doctrinario nihilista en una afinidad política, las nuevas expresiones de poder contienen elevadas dosis de pragmatismo y de trascendencia inmediata, no son como la descripción de las cartas de Rodríguez Prats o como las referencias ínclitas de Stefan Zweig. El miedo y la incertidumbre siempre serán armas para ostentar, siempre y cuando el ciclo del poder las permita y las eleve.
Toda la historia de la humanidad ha estado marcada por los nuevos modos de hacer y ejercer el poder, no propiamente en el alcance de la filosofía aplicada de Barrientos Rastrojo, o en el concepto de libertad de Paulo Freire, es algo más evolutivo, más esencial, más básico, más ostentoso, pero más condenatorio y poco afable. Talleyrand define con enojo el cargo de ministro de policía: “El ministro de policía es un hombre que se ocupa, en primera línea, de todos los asuntos que le importan, y, en segundo lugar, de todos los que no le importan”. Stefan Zweig, libro Fouché, el genio tenebroso. (Stefan Zweig, 2022)
Gracias a los problemas de la política, los ciclos de poder son imperiosos, coléricos, irascibles, extremos en toda su expresión, con una imaginación disoluta como nunca se vio, ideales ateos hasta el punto del fanatismo, y allí en pocas palabras están las palabras mayores, esperando que un nuevo ciclo de poder sea tomado como es y que pronto cambiará. En todo momento de la política es menester recordar que el poder sin autoridad no es nada, no categórico ni alusivo a nadie, pero tal vez sea una invitación para recordar que el poder se construye en percepciones muy subjetivas, y que todo ciclo de poder debe de llegar a donde debe de llegar, el legado es una cuestión muy distinta a la verticalidad, la conquista no es opresión, la libertad existe por sí sola, pero el temor también.
Estoy seguro de que existirán nuevas configuraciones de poder, nuevas expresiones política, sería excelso la germinación de ideologías con ideas fuerza, no se debe de tener tolerancia para la intolerancia, los nuevos ciclos de poder han llegado, quienes escribimos y en ocasiones filosofamos tendremos una tarea más allá del momento tendremos el compromiso que tiene el poeta para con la poesía.
Estimado lector me despido de usted, deseándole una excelente semana.
La palabra es poder, in silentio mei verba.
Referencias
Sade, M. d. (4 de octubre de 2022). https://psicologiaymente.com. Obtenido de https://psicologiaymente.com/: https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-marques-de-sade
Stefan Zweig. (4 de octubre de 2022). https://citas.in.org. Obtenido de https://citas.in.org: https://citas.in/obras/fouche-el-genio-tenebroso-714/