El pasado viernes 14 de octubre se llevó a cabo la 20a sesión virtual del Seminario Permanente de Ética Animal, auspiciado por el Departamento de Filosofía de la UAA. En esta ocasión, nos acompañó el Lic. Emmanuel Márquez que es el coordinador general de la Asociación de Emprendedores Veganos en México (EVM) y su ponencia se tituló «Activismo animal y ambiental desde el sector privado».
La presentación se enfocó en contestar 3 preguntas: 1) ¿Es posible hacer activismo desde los negocios? 2) ¿Por qué es importante involucrar al sector privado y cuál es su papel? 3) ¿Cómo podemos vincular la sociedad civil con la iniciativa privada?
La respuesta a la primera pregunta tiene que ver con el origen del término anglosajón Business Activism, el cual adaptó Emmanuel al español como activismo vegano para describir el trabajo que desarrolla. Previamente explicó que comúnmente se cree que activismo y negocios no son actividades compatibles, pues se cree que ser activista implica participar de forma voluntaria, y sin recibir remuneración económica, en las soluciones de las problemáticas sociales (sean de tipo ambiental, económico, político, etc.); en tanto que, si esto se hace desde la empresa, se recibe un pago y con éste se puede dar un conflicto de intereses. La propuesta de Emanuel radica en la afirmación de que es posible unificar activismo y negocios, por más privado que sea el carácter de éstos. De hecho, el ambiente privado de un negocio puede potenciar el activismo cuando se integra en el núcleo de interés de las empresas para aportar verdaderamente a causas sociales.
Frente a la segunda pregunta sobre por qué es importante involucrar sectores privados al activismo y qué papel desempeñan éstos, Emmanuel responde que la divulgación es un asunto fundamental para alcanzar las metas que se propone el activismo, ya que, si se trata de expandir mensajes que aporten reflexiones profundas individuales y grupales, es necesario que alcancen a la mayor cantidad posible de personas. Al respecto Emmanuel nos compartió que antes de que trabajara como coordinador de la EVM formaba parte del Centro de Educación Ambiental de Nuevo León, en el que se dio cuenta de la importancia de este rubro para frenar los problemas ambientales, ya que muchos de éstos están relacionados con el consumo humano habitual e inconsciente de bienes naturales y de productos de origen animal para ingesta.
Emmanuel apuntó que se pueden lograr cambiar los hábitos de consumo desde los negocios a partir de la economía conductual que trabaja con la estructura de la elección de consumo y presentó un experimento de psicología social realizado en EUA por la profesora Anne Thorndike en el que, en una cafetería de un hospital en Boston, se buscó que se consumiera más agua en lugar de refrescos y otras comidas chatarras. La intervención constó en realizar una modificación en el ambiente colocando, deliberadamente alrededor de la cafetería, cestas y otros módulos que contenían agua esperando lograr alterar los patrones de compra de agua en vez de refrescos. El experimento fue un éxito, ya que el consumo de refresco decayó un 11.4%, mientras que el consumo de agua aumentó un 24%. En conclusión, es importante involucrar sectores privados al activismo porque una de sus funciones sería generar intervenciones para la alteración de comportamientos de consumo y poder construir buenos hábitos en la sociedad que afectarían directamente a los problemas medioambientales y de injusticia animal.
Este tipo de acciones con sus marcadas posibilidades, llevó a Emmanuel a responder la tercera cuestión, sobre cómo podemos vincular a la sociedad civil con la iniciativa privada, pues uno de los mayores problemas de las iniciativas privadas es precisamente el aspecto monetario, pues se batalla mucho con los fondos.
No hablamos aquí de las organizaciones y empresas privadas transnacionales de primer nivel, como lo podrían ser Coca-Cola o alguna otra, cuyas contribuciones normalmente se guían por intereses de marketing. Uno de los cuatro ejemplos que Emmanuel mostró fue el de una empresa estadounidense de jabón vegetal llamada Dr. Bronner´s, que destina buena parte de sus ganancias a trabajos comunitarios. Se nos mostró una tabla en la que estaban escritas las donaciones de dicha empresa jabonera: más de 8 millones de dólares dirigidos en 2021 a causas como la educación ambiental, derechos humanos, defensa de los animales, etc.
Como vemos, la contribución que pueden realizar las empresas de carácter privado puede marcar un giro rotundo en las problemáticas locales y mundiales. Las sociedades civiles (como lo es la EVM de la que el expositor forma parte) es una sociedad sin fines de lucro, y justamente su objetivo es reunir empresas mexicanas dedicadas a la fabricación de productos plant-based, que pueden ser tanto de alimentos como de otras categorías, para impulsar su desarrollo y colocación en el mercado y así competir con otras empresas que asesinan animales o dañan masivamente al medio ambiente. Si bien, el trabajo productivo no es lo único, porque lo importante no es generar una alternativa en los productos de consumo, sino realmente sacudir conciencias y generar reflexiones a partir de los negocios, en este caso, veganos.
Invitamos a las personas interesadas a ver la presentación completa de la 20ª sesión en nuestro canal de YouTube llamado Seminario Permanente de Ética Animal, y así conocer la exposición de Emmanuel Márquez en toda su riqueza, porque en el presente texto sólo dimos un esbozo.