1
La memoria del hombre no es una suma; es un desorden de posibilidades indefinidas (La memoria de Shakespeare. Jorge Luis Borges).
2
…y me dejo invadir por los recuerdos, los míos y los de los otros, y me digo que sin ellos y sin las ruinas de esos recuerdos, sin la memoria, sería aún más angustiosa la vida, aunque tal vez sea aún más angustioso darse cuenta de que cuanto más crece nuestra memoria, más crece nuestra muerte. Porque el hombre no es más que una máquina de recordar y de olvidar que camina hacia la muerte. Y no digo esto con tristeza porque también es cierto que la memoria, disfrazándose de vida, convierte la muerte en algo sutil y tenue. (El mal de Montano. Enrique Vila-Matas).
3
Toda mi memoria está en el desierto de tus manos. (Oración del 24 de diciembre. David Huerta).
4
Oh hazme una máscara y un muro que me oculte de tus espías
de esos agudos ojos esmaltados y de las garras ostentosas
de la rebeldía y la violación en los viveros de mi rostro
(Oh hazme una máscara. Dylan Thomas).
5
Morderé una manzana fumaré un cigarrillo
viendo bajar los cuernos de la noche medusa
su vasto caracol forrado en terciopelo.
Y diré: Ya es de noche
y estaremos de acuerdo, oh muebles oh ceniza
con el organillero que remonta en la esquina
los tristes esqueletos de un pez y una amapola.
(Java. Julio Cortázar).
6
No entres dócilmente en esa noche quieta,
Que al final del día debería la vejez arder y delirar;
Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.
Aunque los sabios al final entiendan que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no ensartaron relámpagos
no entran dócilmente en esa noche quieta
(No entres dócilmente en esa noche quieta. Dylan Thomas).
7
Yo aparecí en la sangre de octubre, mis manos estaban fúnebres de silencio (Nueve años después. David Huerta).
8
Pertenezco a una era fugitiva, mundo que se deshace ante mis ojos (Descripción de un naufragio en ultramar. José Emilio Pacheco).
9
Ver al mundo es deletrearlo (Pasado en claro. Octavio Paz).
10
Y así ahora de mi frente zarpa un barco cargado de iniciales (Semillas para un himno. Octavio Paz).
11
Y hundo la mano y cojo el grano incandescente y lo planto en mi ser: ha de crecer un día. (Mutra. Octavio Paz).
12
Hay que dormir con los ojos abiertos, hay que soñar con las manos (El cántaro roto. Octavio Paz).
13
hablo de la ciudad construida por los muertos, habitada por sus tercos fantasmas, regida por su despótica memoria (Hablo de la ciudad. Octavio Paz).
14
Ahora mi sede o mi extremo es la cosa que el otro deberá tomar por los cabellos: ahí soy como luz (Prólogo. David Huerta).
15
Diseminado en ti, el fuego de una duda será después palabra (Arte de la duda. David Huerta).
16
Hablo y en la palabra permaneces. (Responso del peregrino. Alí Chumacero).
17
Óyeme como quien oye llover (Como quien oye llover. Octavio Paz).
18
Ahora sé cuál es mi raquítica inmortalidad y quién viene a dibujarme. (Exhumaciones. Carlos Illescas).
19
Adivinar en los almacenes de las palabras dónde se esconde el rayo, el escondrijo del mundo en la bolsa del día (Incurable. David Huerta).
20
El Sí Mismo hurga en la escritura, en la escena, el texto de sus enrancias: quiere fundar una ciudad. (Incurable. David Huerta).
21
este poderlo hoy todo pero nada mañana (Remordimiento. Rodolfo Usigli).
22
Estas manos en que se borran poco a poco las huellas (¿Cuándo vendrán las noches claras…? Rodolfo Usigli).
23
oigo las voces que yo pienso,
las voces que me piensan al pensarlas.
Soy la sombra que arrojan mis palabras
(Pasado en claro. Octavio Paz).
24
Un cuerpo –isla rodeada de daños (No todos los días se cumplen años. Rodolfo Usigli).
25
Estar simplemente como delgada carne ya sin piel (Declaración de odio. Efraín Huerta).
26
Volverá toda noche de insomnio: minuciosa. (La noche cíclica. Jorge Luis Borges).
27
Sólo una cosa no hay. Es el olvido (Everness. Jorge Luis Borges).
28
Recuerdo que el amor era una blanda furia
no expresable en palabras.
y mismamente recuerdo
que el amor era un fiera lentísima:
mordía con sus colmillos de azúcar
y endulzaba el muñón al desprender el brazo.
Eso sí lo recuerdo.
Rey de las fieras,
jauría de flores carnívoras, ramo de tigres
era el amor, según recuerdo.
(Recuerdo que el amor era una blanda furia. Eduardo Lizalde).
29
Estoy muriendo solo de veloces venenos
mezclados con un llanto perfecto de agonía.
Estoy con las heridas claras del abandono
y el repetido canto burlón de la ceniza.
Estoy bañado en tristes, crueles desesperanzas,
cual brillo desmayado de virtud en derrota.
(Cuarto canto de abandono. Efraín Huerta).
30
Cósmica soledad del lanzador al centro del diamante. (Charlie Brown en la loma. Eduardo Lizalde).
31
el arte de olvidar comienza recordando (Los fantasmas. Jorge Fernández Granados).
32
Quizá no hay más amor del que cabe una noche entre las manos (Alondras que mueren deslumbradas. Jorge Fernández Granados).
33
Mi corazón leal, se amerita en la sombra. (Mi corazón se amerita… Ramón López Velarde).
34
No soy más que una nave de parroquia en penuria, (Hoy como nunca… Ramón López Velarde).
35
…Y una íntima tristeza reaccionaria. (El retorno maléfico. Ramón López Velarde).
36
Corazón que en fatigas de vivir vas a nado (Mi villa. Ramón López Velarde).
37
Hay que volver a inventar el amor, ya se sabe (Arthur Rimbaud).
38
…envaina la espada y vamos a la cama para que, unidos, por el lecho y el amor, crezca entre nosotros la confianza (Odiseo. Homero).
39
Todo lo que no entendiste
Te convirtió en lo que eres (Conversación nocturna. Charles Simic).
40
Si recuerdo quien fui, otro me veo,
en el pasado, presente del recuerdo.
Quien fui es alguien que amo
aunque solamente en sueños.
(Odes de Ricardo Reis. Fernando Pessoa).
41
Soy un hombre de escritura. El texto es mi silencio y mi grito. Mi pensamiento avanza soportado por el vocablo, movido por el ritmo de lo escrito. Ahí donde pierde el aliento, me derrumbo. (En su blanco principio. Edmond Jabès).
42
Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.
(Hermandad. Octavio Paz).
43
Tratando de aprender a usar las palabras.
Y cada intento es un nuevo principio
Y un tipo diferente de fracaso,
Porque uno sólo aprende a dominar las palabras
Para decir lo que ya no tiene que decir
O en una forma en que no quiere ya decirlo
(Cuatro cuartetos. T.S. Eliot).
44
Comenzaste a morir y a darte cuenta de que el misterio no va a extenuarse nunca. El despertar es el bosque donde se recupera lo perdido y se destruye lo ganado (De algún tiempo a esta parte. José Emilio Pacheco).
45
¡Oh inteligencia, soledad en llamas
que todo lo concibe sin crearlo! (Muerte sin fin. José Gorostiza).
46
Tal vez amar es aprender
a caminar por este mundo.
Aprender a quedarnos quietos
como el tilo y la encina de la fábula.
Aprender a mirar.
Tu mirada es sembradora.
Plantó un árbol.
Yo hablo
porque tú meces los follajes.
(Carta de creencia. Octavio Paz).
47
Morir, dormir… nada más eso; y con un sueño decir que terminamos las congojas,los mil tormentos que la carne hereda: es un término muy apetecible. ¡Morir, dormir!… Dormir, ¡soñar acaso! ¡Ah!, la rémora es ésa, porque fuerza es detenerse al pensar en qué sueños podrán sobrevenirnos en el dormir profundo de la muerte cuando desechemos esta envoltura mortal… (Hamlet. Shakespeare).
48
Habrá tiempo, habrá tiempo
de preparar un rostro para afrontar los rostros que uno afronta.
Tiempo de asesinar y de crear,
y tiempo para todos los días y tareas de las manos
que levantan y dejan caer sobre su plato una pregunta.
Un tiempo para ti y un tiempo para mí
y tiempo para cien indecisiones,
visiones, revisiones,
antes del pan tostado y de tomar el té.
(La canción de amor de J. Alfred Prufrock. T.S. Eliot).
49
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
(Tabaquería. Fernando Pessoa).
50
Lo intentaste. Fracasaste. No importa. Intenta de nuevo. Fracasa de nuevo. Fracasa mejor. (Rumbo a peor. Samuel Beckett).
51
Desafiamos los presagios. Hay una providencia especial en la caída de un gorrión. Si ha de ser ahora, no será luego; si no ha de ser luego, será ahora; si no es ahora, sin embargo ha de llegar. Lo que importa es estar preparado. (Hamlet. Shakespeare).
52
Solo existe la lucha por recobrar lo perdido
Y encontrado y perdido una vez y otra vez
Y ahora en condiciones impropicias.
O quizá no hay ganancia ni pérdida:
Para nosotros solo existe el intento.
Lo demás no es asunto nuestro.
(Cuatro cuartetos. T.S. Eliot).
Coda. De todas las piedras que uno va recogiendo en el camino, me quedo con una sola de ellas, la froto entre mis manos todo el tiempo como si al pulirla el guijarro pudiera contagiarme de su brillo: “Merece lo que sueñas”.
@aldan