Seguridad vial, el caso de Nueva York/ Agenda urbana  - LJA Aguascalientes
21/11/2024

De acuerdo con la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), antes de la pandemia se estimaba que 1.4 millones de personas en el mundo morían cada año en hechos de tránsito y que 50 millones más resultaban lesionadas. En México, según el Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, en 2019 murieron 14 mil 673 personas por esta causa, de las cuales el 21 por ciento eran peatones, 16 por ciento ocupantes de vehículos, 13 por ciento motociclistas y 1 por ciento ciclistas. Y en el caso de Aguascalientes, en ese mismo año la entidad tenía la onceava tasa de mortalidad por hechos de tránsito más alta del país, lo que hace evidente la necesidad urgente de impulsar acciones más decididas para mitigar esta problemática.

En ese contexto, la experiencia de Nueva York en materia de seguridad vial demuestra que es posible reducir considerablemente las muertes y lesiones por hechos de tránsito en las ciudades y puede aportar lecciones útiles para ciudades como Aguascalientes. Veamos.

Entre 2010 y 2021, la ciudad de Nueva York completó más de mil proyectos de mejora de vialidades, incluyendo más de 160 kilómetros de ciclovías protegidas, la readecuación de los tiempos semafóricos en más de mil 200 kilómetros de vialidades y la instalación de más de 5 mil “intervalos peatonales” que permiten a los peatones cruzar con ventaja antes de que los vehículos tengan luz verde para circular. Un estudio reciente (2022) del Departamento de Transporte de Nueva York evalúa los datos sobre lesiones y muertes en determinadas vialidades antes y después de la implementación de ese tipo de proyectos para evaluar su efectividad.

Los datos muestran reducciones considerables en muertes y lesiones graves de todos los usuarios de la vía pública como resultado de las distintas acciones implementadas. Por ejemplo, entre 2005 y 2018, los proyectos conocidos como “dietas de calles” que consisten en la reducción del ancho de carriles vehiculares e incluso en la eliminación de un carril para ampliar las aceras o incluir ciclovías o carriles para autobuses, redujeron las muertes y lesiones graves en 30 por ciento. La introducción de “islas peatonales” en el centro de vialidades amplias disminuyeron las muertes y lesiones graves en 36 por ciento, mientras que las acciones de ampliación de las aceras lo hicieron en 34 por ciento. La readecuación geométrica del radio de giro en esquinas conflictivas permitió una reducción de 16 por ciento, mientras que la introducción de “intervalos peatonales” logró una disminución de 30 por ciento. Y finalmente, la introducción de ciclovías convencionales, es decir, delimitadas únicamente con pintura, las redujeron en 15 por ciento, mientras que las ciclovías protegidas del tránsito vehicular lo hicieron en 18 por ciento.

Como se ve, todas esas acciones contribuyeron positivamente a mejorar la seguridad vial aún en un periodo de tiempo en que la población de la ciudad de Nueva York creció de manera sostenida. En ese sentido, la experiencia de Nueva York sugiere que es factible mejorar la seguridad vial en las ciudades en un plazo relativamente corto a través de intervenciones en la vía y el espacio público, algo que, sin duda, las ciudades mexicanas podrían replicar aún con presupuestos limitados, siempre y cuando exista la voluntad de las autoridades para diseñar e implementar proyectos técnicamente sólidos. Este caso también demuestra que los gobiernos de las ciudades deben ser creativos e innovadores para encontrar soluciones diferentes a problemáticas recurrentes, como la seguridad vial.

En Aguascalientes existen grandes oportunidades para prevenir los hechos de tránsito, pues innegablemente en los últimos años la convivencia entre los distintos usuarios de la vía pública, es decir, automovilistas, peatones, ciclistas, autobuses, etcétera, se ha vuelto más conflictiva debido a las altas velocidades vehiculares y la ausencia de infraestructura de calidad para todos los modos de movilidad, lo que ha elevado considerablemente el riesgo de muertes y lesiones.

En conclusión, el caso de Nueva York, una ciudad con una población aproximada de 9 millones de habitantes y un parque vehicular de cerca de 2 millones de unidades, hace evidente que sí es posible mejorar las condiciones de movilidad para todos. ¿Qué podemos hacer en Aguascalientes?

[email protected] / @fgranadosfranco

Referencia:


New York City Department of Transportation (2022). Safety Treatment Evaluation 2005-2018


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