El pasado viernes 2 de septiembre se realizó en el Teatro Aguascalientes el quinto concierto de temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes con un programa compuesto por la Danza de las amazonas, Op.65 del compositor Antatoli Konstantinovich Liadov, una obra muy breve que la verdad yo no conocía. Después disfrutamos del Concierto para viola llamado Der Schwanendreher de Paul Hindemith, hay dos posibles interpretaciones del nombre de este concierto, por un lado es el asador en donde es cocinado el cisne, pero también puede ser la palanca con la que se hace girar el fuelle del órgano para que se produzca el sonido, ese gancho tiene, por cierto, la forma de un cisne. Pero más allá de la correcta interpretación del nombre de este concierto para viola de Paul Hindemtih, lo que realmente debe interesarnos es la maravillosa ejecución de la solista, ella fue la maestra Ana Catalina Ruelas Valdivia que actualmente es la coprincipal de la sección de violas de la Orquesta Sinfónica de Xalapa.
Este quinto programa de temporada terminó con la ejecución de la música del ballet Petrushka de Igor Stravinsky, una partitura de 1911 pero la versión que escuchamos fue la revisión realizada por el mismo compositor en 1947. El director para este concierto fue el maestro Emmanuel Siffert, director titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.
El viernes por la mañana tuve la oportunidad de charlar brevemente con el maestro Siffert en una entrevista que generosamente nos concedió para el programa Espacios que tengo el privilegio de conducir en el 92.7 Tu Estación de Radio y Televisión de Aguascalientes, de hecho la Sinfónica nos acompaña cada semana en este emisión de Espacios, ahí platicando de los pormenores de este quinto programa el maestro me habló, entre otras cosas, de la solvencia de la violista a la que se le encomendó el compromiso de tocar el concierto de Hindemith y algunos detalles del ballet Petrushka de Stravinsky.
Pues bien, como ya comenté, el concierto inició con una obra muy breve, que por su brevedad funcionó muy bien como obertura, la Danza de las Amazonas, Op.65 del compositor ruso Anatoli Liadov para dar pie al Concierto para viola Der Schwanendreher cuya traducción es el espetero de cisnes con esa doble interpretación que comentamos al inicio de la presente entrega, del compositor alemán Paul Hindemith, como ya lo comenté líneas arriba, la solista fue la maestra Ana Catalina Ruelas Valdivia, coprincipal de la sección de violas de la Sinfónica de Xalapa. El maestro Siffert me había comentado de las facultades de la maestra y yo pensé que si el maestro lo dice así debe ser, sin duda, pero nunca me imagine los verdaderos alcances y las facultades técnicas, sin contar con eso que no se aprende ni se estudia en los conservatorios y academias de música. La maestra es una fuera de serie, me dejó impresionado y creo que a todos los que asistimos al concierto, incluyendo a los maestros de la OSA, hizo una ejecución virtuosa y extremadamente sensible de esta página concertante de Hindemith con todas las dificultades que la partitura representa. Su sencillez, humildad incluso con la que se para en el escenario, es un delicioso contraste con la soberbia y majestad de su ejecución. Me imagino, y estoy seguro de eso, el desgaste físico, y evidentemente el emocional fueron muy fuertes y decidió ya no tocar un encore, no obstante el público aplaudió de pie durante varios minutos.
Después del intermedio el maestro Siffert hizo una muy buena versión de la música completa del Petrushka de acuerdo al revisión que el mismo Stravinsky hizo en 1947. Todo iba muy bien y estoy seguro que todos disfrutábamos despreocupadamente del concierto cuando de repente entró una persona a la sala del Teatro Aguascalientes, fuimos muchos los sorprendidos, sobre todo los que estábamos cerca del escenario, como en la quinta o sexta fila, esas primeras filas, como no cuentan con buena visibilidad suelen quedarse desocupadas salvo en los conciertos de gran poder de convocatoria, así que entre las primeras filas, las más próximas al escenario, se paseó libremente un hombre que entró más o menos a la mitad de Petrushka, cuando sabemos que por ninguna circunstancia se permite el acceso a la sala cuando está la ejecución de una obra en marcha, pues él entró sin el menor impedimento y llevaba en su mano derecha una botella, pude ver incluso la marca de la cerveza, cuando también está prohibido entrar con alimentos o bebidas a la sala. Y no conforme con eso, recibió una llamada sin el menor pudor después de que su celular sonó unas tres o cuatro veces y se puso a platicar como si estuviera en su casa o en una plaza pública, un café o lo que sea, muchas personas le pidieron silencio y él pareció no inmutarse. No sé qué habrá pasado afuera, pero me queda claro que esto es trabajo de las edecanes, sin duda hay que ponerse las pilas para que esto no suceda otra vez, por respeto al público y a su majestad la música.
Mañana viernes 9 de septiembre en el sexto concierto la Sinfónica dirigía por el maestro Jorge Oviedo Jaramillo como huésped nos ofrece un concierto que inicia con Finlandia de Sibelius, después el Concierto para flauta de Nielsen con la participación de Megan Maiorana como solista, y finalmente la Sinfonía No.1 de Tchaikovsky. El concierto es a las 20:30 horas mañana viernes 9 en el Teatro Aguascalientes. Por ahí nos vemos si Dios no dispone lo contrario.