Gustavo Petro Urrego, el presidente de Colombia recién electo, urgió hoy a todos los países de América Latina a unirse para legalizar todas las drogas, especialmente la cocaína, y poner fin a 40 años de política de guerra contra las drogas impulsada desde Estados Unidos, la cual “ha fracasado”.
“Yo les demando desde aquí, desde mi Latinoamérica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas. Disminuir el consumo de drogas no necesita de guerras, necesita que todos construyamos una mejor sociedad: una sociedad más solidaria, más afectuosa, donde la intensidad de la vida salve de las adicciones y de las nuevas esclavitudes. ¿Quieren menos drogas? Piensen en menos ganancias y en más amores. Piensen en un ejercicio racional del poder”, dijo el mandatario, durante su discurso en la 77 Asamblea General de la ONU.
En un requisitorio contra la irracionalidad del “poder mundial” y del capitalismo, Petro denunció los estragos sociales y ambientales provocados por cuatro décadas de guerra contra las drogas; y, tras convocar a América a “dialogar para acabar la guerra”, exigió a los demás países: “No nos presionen para alinderarnos en los campos de la guerra”.
Petro señaló los cientos de miles de asesinatos en América Latina, los millones de muertes por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos, los encarcelamientos masivos o la destrucción de hectáreas de selva amazónica y de ríos con herbicidas tipo glifosato para erradicar cultivos.
“¿Qué es más venenoso para la humanidad? ¿La cocaína, el carbón o el petróleo?”, preguntó el político, y se contestó a sí mismo: “El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada, pero en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad”.
“La selva salvadora es vista en mi país como el enemigo a derrotar, como la maleza a extinguir. El espacio de la coca y de los campesinos que la cultivan, porque no tienen nada más que cultivar, es demonizado. Para ustedes mi país no les interesa sino para arrojarle venenos a sus selvas, llevarse a sus hombres a la cárcel y arrojar a sus mujeres a la exclusión. No les interesa la educación del niño, sino matarle su selva y extraer el carbón y el petróleo de sus entrañas. La esponja que absorbe los venenos no sirve, prefieren arrojarle más venenos a la atmósfera”, soltó con un arengo.