- Se manifiesta en personas adultas, pero la enfermedad realmente inició 20 o 30 años antes, explica experta
- En Aguascalientes se tienen detectadas cerca de 14 mil personas con Alzheimer
Pese a ser una demencia ya reconocida y padecida en la sociedad, actualmente el Alzheimer sigue siendo una enfermedad de la que se sabe poco y se desconoce mucho, pues si bien ya se tienen tratamientos paliativos médicos y prácticos, esta no tiene cura, recordó la doctora especialista en geriatría, Carolina Bernal López, quien además es vicepresidenta de la Fundación Familiares de Alzheimer Aguascalientes.
La experta explicó que el Alzheimer, al igual que otras demencias, son enfermedades crónicas, progresivas, “que no tienen cura”. Al tratarse de deterioro y afectaciones en las neuronas, los estudios al respecto son difíciles, sin embargo, aclaró que sí existe amplia literatura científica en busca de encontrar un medicamento que al menos pueda detener la progresión de la misma, y que incluso después pueda convertirse en una cura.
Bernal López agregó que, si bien es común que esta enfermedad se detecte después de los 60 años, en realidad esta habría empezado desde 20 o incluso 30 años atrás. Abundó: “desde entonces ya existen las alteraciones a nivel cerebral que van generando daño en las neuronas, muerte neuronal temprana, y entonces, en los siguientes años, tus funciones cerebrales van a empezar a tener fallas. La enfermedad ocurre en el cerebro. El daño está en el cerebro”.
Aunque “el daño está en el cerebro”, añadió Bernal López, las consecuencias y manifestaciones ocurren en todos los aspectos del individuo, desde personales hasta sociales, pues se afectan las conductas y la manera en cómo se relacionan o reaccionan con las demás personas.
“El cerebro controla todo: lo que hacemos, cómo hablamos, cómo nos movemos, cómo pensamos, cómo nos sentimos, por eso las demencias tienen manifestaciones a todos los niveles”.
Actualmente en Aguascalientes se tienen detectadas cerca de 14 mil personas con Alzheimer, sin embargo, apenas entre el 10% y el 15% reciben el tratamiento que necesitan para evitar que este padecimiento avance más rápido.
Los tratamientos que en la actualidad se usan para detener un poco el avance progresivo de la enfermedad siguen distintas líneas, profundizó Bernal López: el primero es el farmacológico, es decir, medicamentos recetados; el segundo es el tratamiento no farmacológico, que de hecho es el primordial, y en el que se observa el ejercicio y la adecuada nutrición de la persona; otra línea son los ejercicios cognitivos para fortalecer la memoria y el lenguaje; y la última es la capacitación del cuidador del paciente, que será un pilar para ayudar a llevar los otros tratamientos.