Después de ver estrenarse las películas biográfica de Elthon John, Queen y, Motley Crue, llegó el tiempo de ver en pantalla grande la trayectoria de Elvis, el niño de Memphis quien, la igual que los Beatles, transformó la historia de la música en el mundo.
Ya en 2018 se había estrenado la serie documental titulada The searcher donde gracias a los testimonios de Priscila, amigos, familiares y personajes del medio se recrea la historia de como fue que Elvis llegó a ser una estrella admirada y seguida hasta la actualidad.
Aunque en la serie documental, de 2 capítulos de 1h30 min cada uno, se dramatizan algunos aspectos de la vida de Elvis la mayor parte esta narrado desde la filmografía, artículos de prensa y fotografías.
Elvis, como muchos artistas famosos, murió de una sobredosis en un hotel, pero como pudo ese talento puro y dinámico llegar ahí es lo que cuenta la película simplemente titulada Elvis.
Contada desde la perspectiva del manager de Elvis, el coronel Tom Parker conocemos la historia de como este extraordinario artista se hizo famoso y terminó los últimos años de su carrera encerrado en una costosa caja de cristal en las Vegas.
Cuando era niño, Elvis no tenía pinta de ser talentoso, sentía una gran conexión con la música. Vivía austeramente en Memphis, Estados Unidos, rodeado de la comunidad afroamericana donde la música formaba parte de todo.
Las bases musicales de Elvis fueron el blues, el godspell y lo inspiró a cantar y comenzar a crear melodías y letras.
Elvis grabó su primer sencillo y su voz provocó un bum entre los jóvenes, la frescura de su voz, el ritmo llamó la atención y fue entonces cuando el Coronel Parker lo escuchó cantar y encontró a la gallina de los huevos de oro.
Elvis tenía mucho talento pero era un chico tímido, de buena familia que poco entendía de la maldad y mucho menos sobre los negocios por lo que era un talento muy vulnerable.
Quería ser un artista famoso y al grabar su primer sencillo estaba dispuesto a todo para conseguirlo entonces, cuenta la historia del musical que, en una presentación que parecía desangelada, se le ocurrió mover las caderas, en ese momento las jovencitas presentes ¡enloquecieron! por lo que esos movimientos se convirtieron en su sello y pasé al éxito.
Hoy en día, gracias a él, no nos parece nada espectacular o fuera del otro mundo el que un músico baile moviendo las caderas o de manera exagerada pero en ese momento de la historia era algo completamente nuevo que, en algún momento los grupos conservadores de Estados Unidos trataron de frenar y trajo como consecuencia que Elvis permaneciera 2 años en el extranjeros sirviendo al ejército.
La carrera de Elvis creció y creció, pero nunca vio las ganancias debido a 3 factores, su costoso estilo de vida, muchos amigos y familiares dependían económicamente de él y, su manager tenía el 50% de todas las ganancias.
Los contratos excesivos de su manager, el Coronel, con la industria cinematográfica llevaron en picada la carrera de Elvis pero sobre todo, él se encontraba en una depresión porque, aunque le gustaba actuar, lo que realmente amaba era cantar.
Elvis intenta salir de gira a Europa y Oriente, reunió un equipo de creativos con quienes ideo el concierto para la televisión que fue todo un éxito y lo volvió al estrellato pero, lamentablemente, fue captivo en una jaula donde la manipulación y la ambición de su manager lo llevó a perderse hasta llegar al trágico final que todos conocemos.
Elvis es una película biográfica, musical realizada por el director Baz Luhrman, el mismo que llevó a la pantalla grande Moulin Rouge.
Baz Luhrman tiene una concepción única del musical, narra las historia desde otra perspectiva y no justamente la del protagonista por lo que encontramos lo irrelevante musicalmente trascendente.
La propuesta de Baz Luhrman es emotiva y vibrante, el hilo conductor de la trayectoria de Elvis es llevado majestuosamente por la selección musical y las canciones intervenidas para dicho propósito perfectas para recordarnos en que siglo estamos viendo la película.
Pasamos del asombro, la alegría, la nostalgia y la tristeza constantemente en una montaña rusa de emociones con un ritmo constante que nos hace creer que solo son 5 minutos de película.
Como fan de Elvis no puedo negar que, mi corazón vibró a mil por hora cada minuto de la película y que nunca había cantado y bailado tanto en una sala de cine.
La interpretación de Austin Butler de Elvis es sensacional, nos hace olvidar que no es el verdadero el que vemos en pantalla pero, pero, tengo que reconocer que nadie mueve las caderas como Elvis, eso no se puede negar.
El vestuario, el tratamiento de la historia, el arte, todo es perfecto, una fusión de creatividad que nos cuenta algo que ya sabíamos de una historia delicadamente dramatizada y al ritmo de rock and roll.
Para cuando usted lea esta columna estaremos a pocas horas de vivir nuevamente la experiencia Elvis y es que, no es una película que se pueda ver solamente una vez en la pantalla grande.
Indiscutiblemente, pasan los años y Elvis sigue siendo el Rey del Rock and Roll.
Laus Deo
@paulanajber