Gloria Leticia Díaz
En el contexto de la conmemoración internacional para recordar a las víctimas de desaparición forzada, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) alertó que 17 mil 593 personas de entre cero y 17 años están en calidad de desaparecidos en el país, de 1964 al 9 de agosto de 2022.
La organización resaltó que al cierre de 2021 se reportaron 87 mil 436 niñas, niños y adolescentes desaparecidos, de los cuales más de 17 mil permanecen en condición de desaparecidos.
En la presentación del informe “La Infancia Cuenta en México 2022 Niñez y Desapariciones: Cómo la desaparición afecta aniñas, niños y adolescentes en México”, la directora de Redim, Tania Ramírez Hernández destacó que “las estadísticas muestran un crecimiento de las desapariciones en general, donde las niñas, niños y adolescentes, al igual que adultos jóvenes de entre 19 y 29 años, destacan entre las principales víctimas del delito de desapariciones”.
Tras destacar que, entre los menores de 17 años, el mayor número de desapariciones corresponden a adolescentes, Redim destacó que los registros de desaparición no corresponden a la in incidencia de personas localizadas en fosas clandestinas en las que “no suelen aparecer cuerpos de personas menores de 17 años de edad”.
En víspera de la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, la defensora señaló que, en medio de la crisis de desaparición en el país, es evidente que las víctimas menores de 17 años “sufren invisibilización, incluso estigma, y un silencio que ha embargado la vida ciudadana en México”.
De acuerdo con la investigación de la Redim,”la mayoría de las personas desaparecidas de cero a 17 años son mujeres”, en un 55%, siendo mayores las cifras ente mayores de 12 años, llegando al 74.5%.
El informe revela que los estados que acumulan el mayor número de personas menores de 17 años desaparecidos son Estado de México con 22.2%, Tamaulipas con 10.1% y Jalisco con 7%, entidades que concentran el 39.3% de los casos en las 32 entidades del país, cuatro de cada diez niños, niñas y adolescentes han desaparecido allí, mientras que ocho de cada diez niñas, niños y adolescentes reportados son localizados con vida”.
Tania Ramírez Hernández apuntó que “el estudio evidencia también la profunda desatención que en la que en la actualidad tiene la crisis de desapariciones no sólo por pate del Estado mexicano, sino de parte de la sociedad, quienes dejan el problema solamente a las familias de las víctimas”.
La defensora lamentó que las desapariciones de niñas, niños y adolescentes “sufren invisibilización, incluso estigma, y un silencio que ha embargado a la vida ciudadana en México”.
El estudio de la Redim revela “las fallas que siguen existiendo en los procesos de búsqueda por parte de las fiscalías e instituciones públicas, quienes no registran las desapariciones y localizaciones con mayor exhaustividad”.
De acuerdo con la organización, “al momento en que se reportan las desapariciones y localizaciones de niñas, niños y adolescentes, se dejan de registrar detalles del cautiverio, que son relevantes en la investigación del delito, pero también de los presuntos perpetradores o de las violencias que pudieron haber sufrido las infancias en el tiempo que estuvieron desaparecidas”.
Aunado a lo anterior, las autoridades suelen cerrar las investigaciones una vez que se localizaron a las víctimas “lo que impide conocer cuáles son los patrones y móviles del delito para prevenir futuras desapariciones y evitar la impunidad”, apuntó Tania Ramírez.
En su investigación, la Redim resaltó que “la falta o negación de información entre instituciones está obstaculizando el acceso a la verdad y complejiza aún más la posibilidad de hacer búsquedas efectivas”.
Entre los delitos vinculados a la desaparición de menores, la Redim documentó la prevalencia del secuestro, la trata y explotación sexual, así como el reclutamiento a manos de la delincuencia organizada.