- En clínicas y centros de salud niegan insumos e información,
- A pesar de que es personal capacitado no siguen el protocolo y los vulnera
A pesar de que la Cartilla de los Derechos Sexuales y Reproductivos de los Jóvenes y Adolescentes está diseñada para que esta población tenga fácil acceso a los insumos de prevención de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual (ETS), son los adultos que están cercanos a estos programas quienes obstruyen que les sean facilitados, a pesar de que se trata de personal capacitado, señaló la sexóloga educativa y clínica, Helena Agredano.
Expuso que dentro de su práctica profesional ha sido testigo de que, cuando los jóvenes van a solicitar dotación de condones a los centros de salud o a las unidad Médico Familiares del IMSS se los niegan, y les argumentan que no es un método 100% seguro, cuando la labor de quienes se encargan de los programas es entregar los insumos y además dar la consejería como lo marca el protocolo, y preguntar si conocen cómo utilizarlo adecuadamente, y aunque sea afirmativo dar la capacitación a fin de garantizar que el insumo será bien usado; además de reiterar que en caso de requerir más, pueden solicitarlos.
“Eso es lo que se tiene que hacer, así lo marca el protocolo, pero me ha tocado ver cómo se les niega, y cuando se los dan les dicen que por su edad no saben lo que quieren, que ni siquiera están bien desarrollados, ni los van a disfrutar plenamente”, subrayó.
En esas situaciones ha tenido que intervenir al abordar a los jóvenes para explicarles que les negaron un derecho, y aconsejarles que vayan a otro lugar pero antes interpongan una queja; además de indicarle a quien los atendió que no aplicó el protocolo correctamente.
La sexóloga lamentó que esta situación se repite en los lugares donde ellos deberían recibir la información y los insumos de manera amigable, y en lugar de esos se les niega, a pesar de que es sabido que los adolescentes comienzan a ser sexualmente activos a edades cada vez menores, por lo que es necesario que sepan cómo protegerse y continúen con su plan de vida.
Esa situación se repite también en algunas clínicas en donde las y los jóvenes acuden a solicitar asesoría sobre métodos anticonceptivos, y aunque les dicen que sí, les exigen que vuelvan con el padre, la madre u otro adulto a cargo, lo cual es una trasgresión a sus garantías, ya que los adolescentes tienen derechos a su autonomía progresiva, y a padres no les toca decidir por ellos, sino acompañar las decisiones, por lo que pueden acceder a los métodos de planificación o antifecundativo, sim necesidad de que haya un adulto al lado se le debe dar toda la información correspondiente, subrayó.
“Es esta visión adultocentrista la que prolifera y asegura lo que es mejor para el menor, sin considerar sus necesidades y las experiencias de los más jóvenes”, destacó la sexóloga.
Los derechos sexuales y reproductivos para adolescentes y jóvenes se conjugan con base a los siguientes aspectos: Disfrute pleno de la sexualidad. Ausencia de violencia, coacción o abuso. Acceso a servicios de salud sexual y salud reproductiva de calidad y amigables. Autodeterminación reproductiva.