Mayoría silenciosa/ Bajo presión - LJA Aguascalientes
17/11/2024

Las patadas de ahogado de Alejandro Moreno Cárdenas para salvar su imagen personal son tácticas denigrantes de la inteligencia de cualquier ciudadano, ante los ataques de la infame gobernadora de Campeche, el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional se defiende atacando al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y, sin prueba alguna, promete que en unas semanas “dará una sorpresa” al probar que la administración de la Cuarta Transformación está infiltrada por el narcotráfico.

Insisto en señalar que Layda Sansores es una política infame porque al difundir grabaciones ilegales anula la posibilidad de realizar un juicio con todas las de la ley a un impresentable como Alejandro Moreno; el propósito de la gobernadora de Campeche sólo tiene como objetivo la venganza personalísima contra el dirigente del PRI, al insistir en violar la ley con tal de ridiculizar y exhibir a Alito Moreno, deja sin herramientas al sistema legal para impartir justicia, investigar y sancionar al dirigente priista; porque todo lo que importa es la percepción del pueblo bueno.

Alejandro Moreno debería ser investigado por los actos de corrupción que presumiblemente cometió como gobernador de Campeche y como dirigente del PRI; como líder de los priistas debería ser juzgado por la militancia tricolor por su deplorable administración y todo lo que su partido ha perdido durante su dirigencia; el problema es que a Layda Sansores no le interesa ese juicio, lo único que le importa es denostar la imagen de Alito Moreno, por eso basa su estrategia en la difusión de audios ilegales.

Marrullero, Alejandro Moreno se asume como víctima de la gobernadora de Campeche y se le hace fácil asumirse como perseguido político y, en nombre de la democracia mexicana, lanzar acusaciones sin fundamento en contra del gobierno mexicano, confundiendo a propósito su intención de salvar su imagen personal con la defensa de la democracia en México. La vileza de Alejandro Moreno le permite asegurar que está empleando inteligencia y estrategia política “ante un gobierno represor y que persigue a la oposición”, cuando sus acciones lo único que reflejan son actos desesperados por salvar su propio pellejo.

La Oposición Ignorante y sin Imaginación, esa que contesta con las mismas vulgaridades que le achaca la Cuarta Transformación, la que no tiene argumentos ante los dichos de López Obrador o Layda Sansores, la que es incapaz de presentar ideas concretas ante las burlas de los tetratransformistas, ha elegido jugar en los términos que establecen el presidente y sus fieles: la polarización, y quienes tienen que pagar este juego infantil es la ciudadanía, que es colocada en alguno de los extremos que conviene a quienes se disputan el poder.

En su defensa, Alejandro Moreno no duda en mezclar temas sobre seguridad y respeto a los derechos humanos con narcotráfico y delincuencia organizada, según el dirigente del PRI “hay información de sobra con relación a México y estamos ciertos y seguros que el tema de seguridad se ha perdido, hay una presencia importante en regiones del país de la delincuencia organizada y el gobierno no hace nada y lo que ha ocurrido con los asesinatos de defensores de derechos humanos y periodistas”, dice el dirigente con tal de convertirse en un mártir de la democracia.

¿El país vive un problema de inseguridad?, por supuesto, hay territorios tomados por el crimen organizado que establecen la ausencia de un estado de derecho, que indican una necesaria revisión de la estrategia en materia de seguridad, pero de eso a que Alejandro Moreno sea la oposición que necesita quienes no están de acuerdo con la forma de gobernar de López Obrador hay un abismo.

Antes se pensaba que la mayoría silenciosa era ese segmento de la población que no expresaba públicamente su opinión, hoy creo que somos un enrome segmento de la población que no cabe en ninguno de los extremos propuestos por quienes pelean por el poder, quienes podemos pensar que Layda Sansores es infame y Alejandro Moreno un marrullero corrupto, pero no contamos con alguna opción institucional para que se les castigue.

Coda. Hasta Nixon empleo el término de mayoría silenciosa, en el discurso con que presentó su plan para finalizar la guerra en Vietnam, el presidente estadounidense aseguró “Si una minoría, fuese lo enérgica que fuese, prevaleciera sobre la razón y la voluntad de la mayoría, esta nación no tendría futuro como una sociedad libre”. Hoy, en México, no manda una mayoría, sólo prevalece la idea de un país sin matices, donde sólo es posible estar en los extremos, conmigo o contra mí.


@aldan


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Edilberto Aldán

Director editorial de La Jornada Aguascalientes
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