Entrevista al cineasta Rodrigo Piza acerca de Te veré en el desayuno
Te veré en el desayuno es el título de la película realizada por el cineasta Rodrigo Piza, basada en la novela del mismo nombre del escritor mexicano Guillermo Fadanelli, publicada en el año de 2002, un libro que confronta a los lectores con la cotidianidad de cuatro personajes encerrados en su cotidianidad y en su incapacidad para comunicarse. Es de esta materia prima de la cuál se basa el cineasta Piza para dar forma a una película que cuestiona la inmovilidad, el silencio, el escape que buscan estos personajes a una cotidianidad asfixiante, que arece ahogarlos, entumecerlos, someterlos al delirio de seguir con vida día a día, a pesar de que el mundo que habitan parecen desmoronarse.
Rodrigo Piza conjunto a un grupo de actores conformados por Patricia Madrid, Roberto Ríos Leal, Rodolfo Cerdán y Adriana Ramona, que darán vida a cuatro personajes cuyas vidas se entrelazarán en esta mega urbe, que los separa y los mantiene aislados, a pesar de vivir en pequeños departamentos, casi pegados, casi unidos a la vida de sus vecinos, de los cuáles desconocen todo. Ambientada a finales del siglo pasado, en una ciudad que vive en crisis política, económica y social, Te veré en el desayuno parece adelantarnos la crisis sistemática en la que habitamos en este país cada vez más violento y cada vez más hipócrita, presto a juzgar a los otros, pero incapaz de entendernos y comunicarnos.
Piza logra una obra en donde el silencio de los personajes se enhebra a través de la música y de la fotografía de José Wolff, logran darle forma a este cuarteto de historias que se desgranan y caen en el vacío: Adolfo, veterinario, obsesionado con su vecina Olivia, pues está enamorado perdidamente de ella, algo que lo hace pensar que no es acoso sino amor. Un día cualquiera Olivia llora sin consuelo y su enamorado secreto aprovecha para acercarse a ella y conocerla. Por su parte Ulises es un oficinista solitario, cuyo objetivo principal es obtener el ascenso a gerencia – para ganar más dinero y poder cortejar a mujeres, pero que está enamorado de Cristina, una prostituta cuya su única preocupación es huir de la policía y el dolor de dientes que la aquejan. Te veré en el desayuno se presentará el 3 de junio en el Centro Cultural Bella Época en función privada, y en entrada libre el 4 y 5 de junio. Conversamos con el cineasta Rodrigo Piza, quien tiene una larga trayectoria en el mundo del entretenimiento, sobre su película Te veré en el desayuno, quien nos comentó cómo se dio el proceso de acercamiento para hacer la adaptación de la novela de Guillermo Fadanelli: “Estaba en un momento en que estaba terminando mi ciclo de trabajo en Locomotion, un canal en el que trabajé, y junto con José Wolff, quién es el fotógrafo, pensamos en hacer una película de México, pero con la premisa de buscar una novela, latinoamericana o mexicana, y ahí comenzó una búsqueda por toda Latinoamérica buscando escritores desde Argentina, Perú, Chile. Un amigo nos recomendó los libros de Guillermo Fadanelli, y los busqué, los compré, los leí y me enamoré, me parecieron lo mejor que había leído. De hecho después de leer a Guillermo sentía que todo era demasiado formulaico o no tan era tan real. Te estoy hablando de que esto fue en 2004. De ahí me contacté con Guillermo, lo conocí y pues lo conocí con la intención de adquirir los derechos de la novela para hacer una película.
Javier Moro Hernández (JMH): ¿Qué tan difícil fue adaptar una novela Cómo Te veré en el desayuno? Cuáles fueron las dificultades técnicas, pero también temáticas para adaptar esa novela.
Rodrigo Piza (RP): Con la novela hubo una especie de magia, porque todo fue cayendo bastante bien. El primer paso, que fue adaptar la novela a un guion, fue muy fluido, quise respetar la novela en su máximo, salvo algunos detalles, pero la verdad es que todo se fue acomodando. porque sentimos que hubo poca dificultad. La dificultad fue con la que se enfrentan todas las producciones que es al momento de filmar, que puede molestar a algún vecino del lugar donde estás, porque en realidad la novela atrajo a talento que querían trabajar en una película de Guillermo Fadanelli; querían actuar, querían producir, querían fotografiar, iluminar. Se armó una muy buena vibra en torno a la novela. Nosotros no encontramos grandes dificultades, la verdad.
JMH: Un tema esencial es la falta de comunicación, porque tenemos a este personaje que está obsesionado con su vecina y la está observando todo el tiempo, pero no logra conectarse con ella.
RP: Soy muy muy partícipe de que el lenguaje mismo es limitante, el ser humano es bastante más complejo de lo que sí se puede explicar, y creo que eso forma parte de la obra de Guillermo también. En la película, en la novela, hay una serie de personajes que están limitados por el lenguaje y su incapacidad para comunicarse.
JMH La película está basada en estos cuatro personajes, en cómo los vamos conociendo a lo largo de la película y cómo vamos viendo sus diferentes capas y sus diferentes niveles de soledad, de reservas. Tenemos al personaje de la chica que es prostituta, por ejemplo, que es un personaje que podríamos decir erizo, con un sentido del humor muy hiriente, pero al mismo tiempo es necesario para la vida que lleva.
RP: Contrasta en su relación que tiene con Ulises, quien es alguien que si agarrase los libros de autoayuda del VIPS. Es un personaje perdido, y tiene una necesidad de aceptación, me parece que él es como el más necesitado de aceptación. En su mundo laboral es el que necesita más ser aceptado. Pero fue un proceso, que por fortuna tuvimos mucho tiempo para construir, creo que lo que nos ayudó fue a todo llegar al set muy preparados, tanto al equipo técnico en la construcción de lo que tenía que hacerse, el arte lo hizo Iván Aguirre, que hoy en día es un fotógrafo muy prestigioso, y creo que la manera en la que a mí me gusta organizar es que todos estamos haciendo esto para que el actor pueda llegar al punto que queremos, porque a mí me encanta trabajar con actores, es lo que más disfruto, creo que tengo un buen clic con los actores, por fortuna, porque lo padre de trabajar con los actores es que estás construyendo algo y al final de cuentas estás jugando a pretender, y es una complejidad de un personaje que nos atrae a ambos y al actor y a la actriz y tuvimos muy buen tiempo para para ver referencias, ellos mismos tuvieron mucha búsqueda para sus personajes. Por ejemplo, Adriana, que hace de Cristina, un día me dijo que había estado investigando y fuimos a comer cerca del metro Insurgentes, y fuimos a un puesto que estaba dentro de un estacionamiento y me dijo: “mira aquí, comen estas chicas que trabajan como prostitutas”, y me dijo que había ido a comer, a escuchar, a entender. Rodolfo Serdán, que hace Ulises, de hecho, antes de ser actor trabajó por muchos años en correos, entonces si ya tenía también un entendimiento de cómo funcionaba la burocracia. Es un gran actor, y la forma en que trabaja es sumamente profesional e intensa. También con Patricia Madrid vimos muchas referencias de películas europeas, de mujeres que sufren abusos, nos basamos mucho en una película que se llama Ninja Forever, que cuenta la historia de chica rusa a la engañan para llevársela a Alemania y ahí la trafican. Es un guión difícil, es una historia difícil de ver. Cada actor tiene su propio proceso y para mí, fue muy divertido, pero también necesitas tener un buen tiempo para poder trabajar y desarrollar este proceso. Lo importante es que cuando lleguen al set, vengan lo más preparados posible para saber cómo van a hacerlo. Mi background viene de producir animación, entonces yo tengo un pequeño truco, que lo que hago es que en la animación primero grabas las voces y luego animas, hasta que no tienes la radionovela hecha, no te pones la actuación de las personajes, y aún usó ese método, con actores de doblajes, hago una mesa de trabajo, y entonces hago una mesa redonda y leemos el guion, entonces a mí me gusta ya llegar al set habiendo escuchado la voz, ya escuché la radionovela de la película, siento que llego bastante más preparada al set porque ya sé cómo se oye la historia que quiero filmar.
JMH: Es una película ambientada a finales del siglo pasado, y es muy interesante la forma en la que adaptas una etapa difícil, extraña de México, esta etapa post salinismo, de crisis económica, que también es posible observar, aunque no es el tema de la película, un poco creo que la soledad de estos personajes también nos habla de la crisis social que se vive viven, digamos es el ambiente en el que se desarrolla la película.
RP: Hay algunos tintes, de lugares muy descuidados, gente pidiendo crédito y que no le dan, porque no quieran declarar el salario exacto y hay una dificultad genérica, al papá al que ya lo jubilaron del tren y que está metido todo el tiempo en la casa. Un momento en México de los 90s sumidos en la dictadura.
JMH: La violencia está ahí soterrada obscura como un animal como un depredador escondido. Hay estos tintes de violencia que también marcan finalmente el destino de los personajes.
RP: Es cierto, y marcan como es la vida ahora híjole, yo hace poco vi una amiga que así familiares cercanos de ella por cuestiones en nada pierden la vida y este y pareciera ya de la cotidianidad en la que habitamos, no, o sea mataron al gerente porque no sé, le dijo que estaba probando a esta chica la violan, que esto sucede desafortunadamente en esta ciudad bajo todos los días.
JMH: Estos tintes de violencia nos hablan de la sociedad contemporánea, la sociedad que vivimos hoy en día.
RP: También de cómo juzgamos al interior de la sociedad. Por ejemplo, me llama la atención cuando la vecina le dice a Adolfo que a Patricia la violaron, pero pues a esas chicas ya nadie las quiere. Eso es todo el tiempo. Y cuando alguien fallece o lo asesinan por ninguna razón, lo primero que dice la gente es que seguro “ya andaba en algo”. Tenemos tan poca humanidad que podríamos hablar de una crisis civilizatoria. De esta civilización en donde nos hemos armado, esta lobotomía que nos hemos hecho del progreso, de la libertad que no existe Por eso me llevó muy bien con Guillermo y me encanta su obra y trató de leerlo.
JMH: Quería hablar del tema de la música, porque hablamos de los silencios de los personajes, de la soledad, pero también la música juega un papel muy importante para marcar el ritmo de la película.
RP: José y yo venimos de trabajar en cable, produciendo y haciendo muchos vídeos musicales, de entrada cuando estábamos planeando la película sabíamos que íbamos a hacer videos musicales, si hay series de vídeos musicales, pero pues obviamente no con la música que estábamos acostumbrados, pero está planeada, ya teníamos la música escogida mucho antes de la filmación, y una vez ya editado, el paso final fue con la maestra Margarita de la Mora, ya en un estudio, con la edición ya terminada, a que ella con los músicos con los que trabajo y ella misma trabajará con piano, y lo hiciera el ritmo de la edición. Es una ilación entre música e imagen.
JMH: Te quería preguntar también por la fotografía, que tiene estos tintes que nos da esa sensación de abandono. La fotografía también está muy cuidada y es muy importante a la hora de narrar la historia.
RP: José Wolff es uno de los creativos más importantes de nuestro continente y es un artista con un background en motion graphics, en animación también, o sea venimos del mismo mundo y pues él se encargó de toda la colorimetría de la película. Lo que queríamos es que cada cuadro que hagamos de la película. Nosotros veníamos de producir muchas cosas de promociones de cables o para MTV y para Locomotion, con un ritmo y una expectativa muy alta, de ser lo más cool. Pero en esta ocasión dijimos vamos a hacer, vamos a hacer algo que disfrutemos y preparamos al equipo técnico con mucho tiempo de anticipación, ensayamos varias veces, sin los actores, pero llegamos muy preparados en la parte técnica.