- A los hombres se les da permisos de paternidad cuando nace su hija o hijo, pero el periodo es muy corto
- Con una licencia así, los padres se involucran en actividades de cuidados y pueden generar un vínculo más íntimo con sus hijos
En el marco de la celebración del Día del Padre, urge visibilizar la carencia de una licencia de paternidad una vez que nace su hijo o hija ya que, a diferencia de las mujeres, los hombres solamente obtienen un permiso de cinco días con goce de sueldo, mientras que a las mujeres se les da un periodo de 84 días, lo que finalmente termina cargando todos los cuidados a la madre, cuando es una labor que les compete a ambos.
De acuerdo al artículo Licencias de paternidad, mayor equidad de género, desarrollado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en México sólo existe un esquema de licencias para maternidad, y este es pagado por la institución de seguridad social a la que se esté adscrita y, en contraparte, el permiso de cinco días que se le da a los hombres lo paga el empleador, no el estado. De manera general, en la mayor parte de los estados se tiene el permiso de sólo cinco días, a excepción de casos como Nuevo León o Quintana Roo, donde sí se les otorgan 60 días a los hombres.
Uno de los tantos beneficios que podría traer el implementar una licencia de paternidad es que “cuando un padre aprovecha esta prestación, se fomenta la corresponsabilidad en el cuidado del menor desde el inicio”, lo que a su vez promueve una distribución más equitativa del trabajo en el hogar, trabajo que históricamente se le ha atribuido a la mujer, sin paga, pero que padre y madre pueden hacer por igual.
Lo anterior, dice el artículo “permite que las mujeres tengan mayor tiempo disponible para dedicarlo a una actividad productiva como trabajar o estudiar, si así lo deciden. Incluso a nivel personal pueden dedicar este tiempo a alguna actividad recreativa o al descanso”.
Además, una licencia de paternidad completa podría ser una oportunidad para que se fortalezca el vínculo entre padres e hijos, “lo que podría tener beneficios en el desarrollo social, cognitivo y emocional del menor”, que a su vez puede repercutir positivamente en otras etapas de la vida del menor.
El IMCO plantea que los permisos de paternidad deben tender a ser más como las licencias de maternidad que se les da a las mujeres y ello contribuiría a que se genere un “piso parejo para hombres y mujeres, incluso cuando ambos desean ingresar a un nuevo empleo, pues dan la certeza de que se les contratará bajo las mismas condiciones y oportunidades que sus pares”.
Con lo anterior las típicas preguntas como “¿estás casada o tienes pareja?”, o “¿tienes o planeas tener hijos?” dejarían de ser relevantes y con ello se daría un paso más a erradicar la discriminación laboral que pueden llegar a vivir las mujeres.
El caso de México no es excepcional, pues realmente la falta de una licencia de paternidad completa está generalizada incluso en todo el continente; según el IMCO en Estados Unidos o en Canadá no se les da ni siquiera un día, a diferencia de los cinco que se dan en México. Los países que más otorgan permiso de paternidad son Venezuela o Paraguay, pero apenas es de 14 días, 50 días menos de los 64 que se les dan a las mujeres en México.