Observe la imagen; obsérvela bien… La fotografía muestra a un grupo de vehículos a la espera de la luz verde, en las avenidas Aguascalientes y Universidad, así como para seguir hacia el oriente, o virar hacia el norte, o dar vuelta a la derecha, que en este caso no es necesario esperar luz verde alguna, pero sí pasar con cuidado.
También esta parte del crucero fue intervenido recientemente, con motivo de las obras de construcción del Paso a desnivel de Pulgas Pandas. De hecho, los trabajos fueron más profundos que los del lado contrario, ahí junto a Torre Plaza Bosques.
En la zona que muestra la gráfica, la universidad fue, digamos, recorrida hacia el sur un trío de metros. Esto permitió la creación de un carril más para dar la vuelta hacia el norte. Sin embargo los vehículos siguen formándose, en su mayoría, en las dos filas originales, dejando vacío el nuevo carril. ¿Por qué?
Pero además, en el borde de Avenida Universidad se recortaron las islas, y con el espacio ganado se creó un cuarto carril, para permitir la ubicación de más vehículos en la espera de la luz verde, y así darle un mejor flujo a los vehículos. Pero frecuentemente algún conductor ocupa dos espacios, y en el mejor de los casos sólo se aprovechan tres, y en el peor, dos. ¿Por qué?
Declaro que me asombra este comportamiento, particularmente en el primer caso. ¿Por qué no ocupar el carril de la derecha si los otros están llenos y, de esta forma, pasar más rápido? Salvo su mejor –o peor- opinión, tengo una hipótesis: Como especie hemos sobrevivido uno, dos millones de años. La naturaleza se ha empeñado en destruirnos, y para ello echa mano de incendios, terremotos, inundaciones, el Sol, otros animales, etc. Pero hemos sobrevivido, a eso y más, gracias a que hemos sabido adaptarnos, pero ciertamente esto de adaptarnos no se nos da de manera natural, sino lo contrario: somos resistentes por naturaleza, y el proceso de adaptación ocurre de manera paulatina. De entrada nos resistimos ante lo nuevo; lo novedoso, todo aquello que desconocemos, por muy benéfico que resulte, y tardamos en asimilarlo, ya sea porque lo reflexionamos, nos lo recomiendan o lo experimentamos, pero entre tanto perdemos valioso tiempo, o quizá ocurra que, para decirlo en un lenguaje educativo, somos de lento aprendizaje. ¿Cómo ve? Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected].