Sin saber todo lo que ocurre alrededor de la nueva película de Disney y PIXAR fuimos al cine a ver, en pantalla grande, Lightyear, una cinta (si puede llamarse así aunque sea digital) derivada de la célebre saga Toy Story.
Confieso que nunca, nunca fui fan de Toy Story, me parece lenta, boba, en fin creo que soy de esas pocas personas que no ha seguido cada una de sus apariciones en pantalla grande así que, la verdad pues no me emocionó la idea de ir a verla la película de Buzz.
Sin ser fan de Buzz o Toy Story llegué al cine con antojo de un café, que no pudimos comprar porque íbamos retrasados nos sentamos a ver las 2 horas de comerciales, exagero un poco, no fueron 2 horas pero si me parecieron mucho más de 10 minutos, sin contar que cuando entramos a la sala ya habían comenzado.
En fin, no fue hasta que caminamos en el pasillo para encontrar la sala donde se exhibe Lightyear que pude observar a Buzz sosteniendo a un gato por lo que pensé, bueno por lo menos hay un gato y eso me reconfortó un poco.
Comenzó la película y el hijo mayor, quien por cierto tiene 21, nos comentó que algunos de sus amigos especularon sobre si la justificación ofrecida por los estudios realmente era necesaria, ya que inicia la película con una pantalla negra donde se lee que esa era la película que Andy vio y por la que suponemos como espectadores, que le fue comprado el Buzz de Toy Story.
Reconozco que esas letras, al aparecer le restaron un poco de fiabilidad a la película sobre si tendría calidad o no lo que veríamos después.
Apenas pasaron un par de escenas y la animación nos hizo exclamar un wow, pues en verdad es un trabajo tecnológico impresionante, los minutos transcurrían, no adentramos en la trama y claro está, yo me preguntaba el momento en el que aparecería el gato.
La película se desarrollaban si lo vemos desde la perspectiva del paradigma de Syd Field donde C no deja que Buzz logre su objetivo aparece su compañera de vuelos galácticos y jefa comprometida con una chica, minutos después en otro momento embarazada, y más adelante en la narrativa teniendo una vida plena con su esposa, hijos y nietos.
Mi esposo y yo nos miramos y coincidimos en que buena onda, presentan un matrimonio homoparental de dos chicas de una manera muy sutil. Si me preguntan ¿hay un beso en la película entre esas esposas? la verdad no lo sé, lo vi, estaba tan metida en la trama que no me percaté de ello.
La película transcurrió, me enamoré del gatito, es super inteligente y lindo, comenzaron los créditos y vimos un clip extra, continuaron los créditos y al aparecer el logo de PIXAR, si mal no recuerdo, vimos un corto. Para ese momento las luces ya estaban encendidas y los chicos del cine estaban limpiando la sala. Al final, casi final, aparece el logo de Disney y de pronto, la última escena extra que nos dejó pensando en el infinito y más allá, así que cuando la pantalla fue apagada nos dirigimos a la salida para volver a nuestro vehículo.
En el camino, nuestros hijos y el amigo que nos acompañaba comenzaron a hablar sobre que la película Lightyear no ha podido exhibirse en algunos países y fue cuando nos enteramos del gran escándalo que produjo la escena del beso.
Al día siguiente, en un grupo de WhatsApp una chica preguntó si ya habíamos visto la película y si habíamos leído las ridículas críticas al respecto por lo que la conversación se tornó interesante ya que entre todas completamos lo que se decía por ahí y criticamos la reacción de quienes hacen comentarios racista, peyorativos sobre la película.
Cuando desconocemos algo nos da miedo, eso lo sabemos pero hay quien se queda ahí y no hace nada para informarse, bueno o malo el conocimiento sobre x o y se quedan ahí sin indagar más.
Si a esto le sumamos las creencias que heredamos y son nulas, falsas, entonces tenemos un grave problema.
Creo que la apreciación más ridícula que leí es la de que si los niños ven la película se harán gays, imagine usted como si la orientación sexual se definiera por eso.
Muchos se escandalizan pero permiten que vean en la televisión las telenovelas donde los estereotipos de los narcisistas, violadores, narcos, machos se ven como naturales y se estandariza esos patrones violentos de tal manera que pareciera normal esos estilos de vida.
La orientación sexual, cuando no es la típica, no debe ser vista como una enfermedad y mucho menos como algo contagioso. Se preocupan por cómo explicar a los niños ese beso, que no dura ni dos segundos pero en realidad no es necesario pues las nuevas generaciones ya están creciendo con esta libertad donde se habla abiertamente sobre la orientación sexual y como se definen en ella desde pequeños sin que tengamos que ponernos rojos y regarla por tratar de explicar lo evidente.
Las películas violentas y sangrientas son bien recibidas pero las que hablan de la diversidad sexual no, vaya paradoja es mejor ser violento que tener una orientación sexual diferente a lo que muchos creen que debería ser lo normal, aunque si hablamos de normalidad ¿quién en normal?
Lightyear es una película innovadora, con una tecnología en animación impresionante y con un gato que nos roba el corazón a todos.
Espero que inspire a muchos niños a ser astronautas, interesarse en el espacio y la tecnología que hace eso posible porque creo que eso, eso sí puede suceder.
Laus Deo
@paulanajber