La Corte Suprema de los Estados Unidos podría pronto emitir una sentencia que revoque el derecho al aborto en este país. Esto marcaría el final de un marco normativo vigente desde 1973, casi por 50 años.
Se filtró un documento redactado por el republicano Samuel Alito, en el cual busca derogar la sentencia Roe v. Wade. Esta, dictaminada en la década de los 70, amparaba a las mujeres y personas gestantes para abortar sin ser criminalizadas. De esta manera, en todo el país es legal abortar de forma quirúrgica o mediante medicamentos.
Los argumentos que se exponen en el escrito afirman que en la Constitución estadounidense no se establece el aborto como un derecho fundamental. Además, menciona que la sentencia de 1973 está “errónea desde un inicio“. Añade que “el razonamiento está excepcionalmente débil y ha tenido consecuencias dañinas“.
Este documento no modifica ni cambia ley alguna, pues aún falta discutir la propuesta y emitir la sentencia correspondiente. En caso de ser aprobada, quedará en manos de las legislaciones estatales el permitir o prohibir el aborto.
Diversos organismos y personas han mostrado su rechazo hacia esta propuesta filtrada. Establecen que marca un retroceso en cuanto a derechos obtenidos, además que pone en riesgo la libertad y seguridad de millones de personas.
Otro punto a tomar en cuenta son los efectos indirectos que esta determinación podría tener. Se teme que la Suprema Corte estadounidense marque un ejemplo para otros países, como México, que fortalezca a sectores conservadores y anti derechos.
En nuestro país, la decisión de permitir el aborto recae en los congresos estatales. Aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se ha pronunciado a favor de dejar de criminalizar a las personas que tomen esta decisión, son las normativas locales las que deben modificarse para proteger la libertad y salud de estas.
El caso de los Estados Unidos podría significar un punto de inflexión. En caso que la Corte falle a favor de revocar la sentencia mencionada, se podrían poner en riesgo los avances obtenidos después de largos años de lucha, criminalizando nuevamente a las personas con capacidad de gestar.