Hay que tener mucha preparación, pero también mucho corazón para acompañar a las personas en una situación de riesgo, tender una mano, cooperar, pasar la noche, acompañar. Porque es bien fácil tomar un curso de primeros auxilios, lo difícil es emplear ese conocimiento cuando te da miedo la sangre y te desmayas.
Terminan las campañas electorales y yo puedo evitar tener un sabor amargo en la boca. Estas campañas no han sido diferentes a ninguna de las anteriores que he vivido. La esperanza que fincaron los partidos políticos en 5 mujeres candidatas no existe. ¿Por qué? Porque se necesita más de 5 mujeres para erradicar la estructura en la que vivimos. Como le quieran llamar: sistema patriarcal, económico, social. No hubo una nueva manera de hacer política, los discursos fueron los de siempre. ¿Que hubo candidatas más dignas que otras? Las hubo. También propuestas valiosas que, estoy segura, nunca habrían salido de una agenda masculina. Nunca. Los hombres que en un inicio intentaron contender a la gubernatura, Arturo Ávila por Morena, Antonio Martín del Campo, por el PAN, jamás en la vida habrían presentado un Sistema de Cuidados, urgente para pensar antes que solo implementar de manera banal como pretende la diputada perredista-panista Juanis Martínez en el Congreso. Para implementar un Sistema de Cuidados se necesita, no lo digo yo, lo dicen los miles de papeles en el Senado, de mucho trabajo y compromiso con empresarios, instituciones y sobre todo, en los hogares.
Hay mucho, mucho que atender a este tipo de propuestas antes que subirlas a pleno y aprobarlas sin presupuestos, sin establecer cómo lo garantizaran, dejándose ir por lo que consideran “perspectiva de género”, pero sin cambios reales. Permítame ponerle otro ejemplo: la propuesta para tipificar la “Violencia Vicaria”, que propone la panista Nancy Xóchitl Macías, que en su análisis asegura que este tipo de violencia “Es aquella violencia contra la mujer que ejerce el hombre violento utilizando como objetos a las hijas o hijos, para dañarla” y considera a las infancias víctimas secundarias. Lo siento, pero no, no puede ser que a la diputada presente ese análisis cuando las principales víctimas de toda violencia siempre serán las niñas y los niños, como lo indica el principio del interés superior de la niñez, establecido en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Legislar esto deja en indefensión a las infancias ante madres que son capaces, por ene motivos, de lastimarles. Sí, los hombres son mayoría al cometer estos actos, nadie lo va a negar, eso es visible, pero esa minoría que es abusada por sus madres también debe ser protegida. ¿Que la corrupción y desestima de los jueces sin perspectiva de género todavía benefician a los hombres? Claro que sí. Entonces ¿qué hace la diputada legislando por más tipificaciones, si lo que ya existe no sirve? ¿Por qué mejor no trabaja en lo legislativo para presionar a los juzgadores?
Pero es más fácil dejarse llevar por lo popular: hablar todas y todos sobre perspectiva de género.
Eso le pasa a la Ley de Menstruación Digna, que ya es una realidad en el estado, pero, oh, casual, no hay presupuesto para llevarla a cabo, ¿pensaron en esto las diputadas que la presentaron? No. Pensaron en la popularidad que les da, a ellas, como mujeres y como diputadas, hablar de “perspectiva de género”. Un último ejemplo: Las mujeres diputadas de esta legislatura no tuvieron voluntad para mover el Presupuesto de Egresos que presentó el gobernador panista Martín Orozco, un presupuesto machista, igual que el de López Obrador, que se olvida de las mujeres, excepto en el discurso. ¿La próxima gobernadora presentará Presupuestos de Egreso con perspectiva de género? Ya lo veremos. Solo una candidata lo prometió.
Estos ejemplos me sirven para aterrizar mi punto: ¿de qué va a servir a los aguascalentenses la primera mujer gobernadora? ¿Su trabajo será diferente al de los hombres en el poder? ¿De verdad vamos a tolerar a más mujeres en lugares de toma de decisiones y de poder que trabajen para sus partidos? ¿Qué es necesario para que una mujer legisle o gobierne?
Por supuesto que tampoco los hombres en el poder sirven. No hay un solo gobernador, diputado, presidente, funcionario por el que yo meta las manos al fuego.
Pero sí lo haría por muchas mujeres que acompañan, que saben acompañar, que tienen la preparación y la víscera para saber lo que el otro necesita. Mujeres que han estado para otrxs. Que saben por dónde es la urgencia de las políticas públicas, de los dineros, que se acuerpan de equipos de trabajo comprometidos. Que son líderes en lo que hacen.
No voy a romantizar el activismo, más bien, lo que quiero es ver el trabajo de quién pretenda presidirnos, gobernarnos, juzgarnos, sean abogadas o lideres de su colonia. Quiero que lleguen al poder mujeres, mujeres capaces, competentes, que tengan preparación, pero mucho más corazón para acompañar a las personas porque hasta ahora cuento con mi mano izquierda a las mujeres en la política que admiro y respeto por su labor, y me sobran dedos. ¿Qué debemos hacer las mujeres para que más mujeres lleguen al poder? Tal vez la pregunta es: ¿cómo le hacemos para allanar ese camino a las mujeres con mucho corazón?
Mientras, se terminó esta contienda. Yo ya sé por quién voy a votar. Lo haré pensando, convencida de mi voto, en que el camino es largo, las estructuras aplastantes, y que hay mucho trabajo por hacer para que en 2028 no regresen los hombres a gobernar, sino mujeres comprometidas.
@negramagallanes