En realidad, por estas tierras olvidadas de dios, no aplica como tal el “lo mismo, pero más barato” como en las farmacias del regordete doctor que pareciera estar en campaña para rescatar almas, acá la frase pudiera ser acuñada de la siguiente manera “lo mismo, pero con menos experiencia”, “lo mismo, pero con pocos resultados”, lo mismo, pero más grosero”. Es un hecho que cada administración sexenal tiene sus aduladores, sus enemigos (reales y creados por ellos mismos) sus logros (siempre pocos para las expectativas tan altas que plantean ellos mismos al inicio de su gestión) sus escándalos y sus muertos.
Ningún gobierno, alcanza sus metas al 100%, lo intentan, se esfuerzan y dejan de manifiesto la fuerza, la pasión, la enjundia que día a día imprimen en su loable labor; el problema actual es que el neo-emperador azteca que despacha y vive en un palacio cree que todo lo que hace está bien; estimado lector, le ofrezco una disculpa si usted simpatiza con este personaje, se la ofrezco porque nunca es grato escuchar hablar mal de una personas conocida, allegada, o simplemente con quien simpatiza, pero de verdad, las cosas ya se salieron de control y nadie hace nada.
Los muertos de Calderón, los muertos de Peña y ahora los muertos de este hombre, pero, qué pasó ahí, no se supone que este sexenio es el de la cuarta transformación, ya vamos a la mitad y no vemos claro, al contrario, el padrón de las personas fallecidas día con día se incrementa de manera exponencial. No hablemos de los muertos en las administraciones pasadas, mejor repasemos los tres casos más estridentes del momento. El primero de ellos es lo sucedido hace ya un año, me refiero al colapso de la línea 12 del Metro de la Ciudad de México que dejó 26 muertos y un centenar de heridos; obviamente no son las primeras bajas humanas del sexenio, pero si una de las tragedias más relevantes de los últimos años. La investigación, como todas donde existen intereses creados está empantanada, la versión oficial de los hechos al momento, o por lo menos lo que la Fiscalía de la Ciudad de México informa es que en la audiencia del lunes 2 de mayo se buscó la imputación contra ocho personas y dos representantes de personas morales por la probable comisión de los delitos de homicidio, lesiones y daños culposos. ¿Ubica a Ernestina Godoy? Bueno pues la fiscal dice que después de una ardua y puntual investigación se puede concluir que la tragedia en la línea 12 del metro fue originada por errores de construcción además de que el diseño presentaba irregularidades que ponían en riesgo la estabilidad estructural a largo plaza.
Qué le digo estimado lector, uno que es chilaquil y que he viajado muchas veces en el sistema de transporte Metro de la capirucha, incluso apenas unas semanas atrás, es más que obvio que no hay mantenimiento en la red; esta última vez utilicé la línea 7 que corre de Barranca del muerto a El rosario, estando en el andén esperando a que el convoy hiciera cambio de vía para iniciar el viaje dirección norte, se presentó un corte en el suministro de energía eléctrica, que si bien no dejó en penumbras todo el andén si provocó que el tren quedara varado por un momento, el sistema de audio y pantallas así como relojes fuera de servicio. También utilicé la línea 1 que va de Observatorio a Pantitlán, en esa no hubo corte de energía, pero si un evidente deterioro en las instalaciones. Posteriormente utilicé la línea 9 que su trazó va de Tacubaya a Pantitlán y en esta el problema no era las instalaciones sino los vagones que presentan una falta de mantenimiento evidente, fue un buen recorrido por el subterráneo chilango, incluso en la línea verde, de Universidad a Indios verdes y mire, no hay más, la red está en mal estado como nunca antes; pero bueno, la versión oficial arroja fallas de construcción, estructurales, el hecho es que ya se cobraron 26 vidas esperando que no se vuelva a presentar otra tragedia similar.
En el segundo caso que pongo a su consideración desafortunadamente se puede aplicar la frase “para muestra, un botón” y me refiero a los feminicidios, los cuales no bajan, las cifras ya alarmantes, el caso concreto de Debanhi Escobar, en Monterrey donde aún no existen respuestas a todas las preguntas que se han generado y que ahora con dos autopsias, la investigación se hace más opaca. Definitivamente no fue un accidente ni suicidio, es un feminicidio, un feminicidio más. Que desafortunado manejo de la información del gobierno estatal y federal con relación al tema.
Por último, el caso de Ángel Rangel de 19 años, matriculado en la carrera de Agronomía de la Universidad de Guanajuato y asesinado por un integrante de la Guardia Nacional. Cuántos casos recuerda además de los ocurridos en 1968 y 1971 donde las fuerzas coercitivas han sido verdugos de estudiantes.
Claro que estos tres casos se convierten ya en una constante en los gobiernos de este país; nosotros como sociedad qué es lo que estamos haciendo para protegernos, para evitarlos o en su defecto para denunciarlos, pedir justicia y obtenerla, las marchas no son suficientes, las pintas, las manifestaciones agresivas, qué es, cómo podemos hacer que las cosas cambien, ya vimos que no son los colores de los partidos gobernantes, va más allá, pero no encuentro qué es, seremos nosotros mismos, la sociedad, ellos ¿Quiénes? ¿A quién responsabilizamos y cómo podemos cambiar?
@ericazocar
