El presidente López Obrador a los padres de Ángel Yael Ignacio Rangel, estudiante de la Universidad de Guanajuato asesinado por la Guardia Nacional (GN), no les pidió perdón sino confianza en la justicia de su gobierno.
No es nueva la insensibilidad del presidente ante las víctimas y sus familiares, pero aunque nos tiene acostumbrados a ella no deja de escandalizar. Después de que la GN, creada por él, mata a su hijo, lo que los padres deben hacer es confiar en él.
Para consolarlos les dijo uno de sus mantras favoritos: “Mi gobierno no es como los de antes”. Los padres, la pérdida del hijo, a manos de las fuerzas de seguridad del Estado, deben superarla con el hecho de que ahora existe un gobierno distinto.
Su hijo está muerto, pero deben confiar, como un acto de fe, que la justicia de ahora es mejor que la de los gobiernos neoliberales. La insensibilidad del presidente es, por decir lo menos, inhumana.
El presidente como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, la GN está dirigida e integrada por militares, debió pedir perdón a los padres de Ángel Yael Ignacio Rangel, y comprometerse de manera pública a que eso nunca más pasaría.
En su narcisismo y egolatría, que son alteraciones enfermizas de la personalidad, lo que importa no es el asesinato de un estudiante por parte del Estado, sino que su gobierno es distinto. Él es lo único que importa. Es la medida de todas las cosas.
El asesinato pone de manifiesto la falta de preparación de la GN y la nula aplicación, en razón de lo mismo, de protocolos de actuación. No había ninguna razón y evidencia para pensar que esos jóvenes eran criminales.
En otro país su director ya habría renunciado y sería objeto de investigación. En la cadena de errores, que dan cuenta de la debilidad estructural de la GN, primero arrestan a un elemento que luego sueltan porque las pruebas de balística dicen que él no disparó. Luego apresan a otro.
¿Qué confianza puede dar a la ciudadanía una institución que sus elementos, sin más, disparan a inocentes indefensos? ¿Por qué no operaron los protocolos? ¿Por qué actuaron en la lógica de mátenlos en caliente? Sin lugar a dudas por incapacidad.
No es el primer caso, en lo que va del gobierno la GN ha matado a 94 personas. En por lo menos cinco casos, pueden ser más, acepta que han sido daños colaterales. Es decir que han asesinado a inocentes.
¿Qué va a pasar? Nada. En el México de López Obrador, donde todo, absolutamente todo, se hace bien y es perfecto, no se va a correr al general responsable de la GN. Ya encontrarán a un guardia, a un soldado o marinero, al cual responsabilizar.
La GN seguirá matando y el presidente pidiendo a los padres de los hijos asesinados que confíen que México ya cambió y que las cosas se hacen distintas a la manera de los gobiernos de antes. De eso están ciertos, sus hijos ya no están.
Twitter: @RubenAguilar