La zona norte de México vive actualmente una crisis en el suministro de agua. Como se ha vuelto común desde hace varios años, las épocas de sequía se han endurecido, provocando una seria disminución en los niveles de las reservas de agua.
Uno de los estado más afectados por la falta de agua es Nuevo León. Específicamente la Zona Metropolitana de Monterrey ha sufrido varias semanas con desabasto, que ha llevado a cortes de agua extendidos por varias horas e incluso días.
Recientemente, las autoridades de esta zona anunciaron una segmentación del área en 7 sectores, que a los cuales se les corta el abastecimiento de agua durante un día de la semana para cada uno. Ahora, a partir del 8 de mayo y hasta el mes de agosto, se baja la presión al mínimo del sistema de suministro diariamente de 18 a 6 horas del día siguiente. De esta manera, la población que viva en zonas elevadas o esté lejos de los tanques no tendrá agua en estos horarios. Se prevé que la medida afecte a 50% de las viviendas de Monterrey.
Estas acciones tienen el objetivo de tratar de conservar el vital líquido. Con lluvias menores a lo previsto, las presas y cuerpos hídricos de la zona se encuentran en niveles críticos.
En el mes de abril, el gobierno federal tomó la decisión de enviar aeronaves a la zona con el objetivo de bombardear nubes para provocar lluvia. Un avión de la Fuerza Aérea descargó moléculas de yoduro de plata sobre las nubes para estimular precipitaciones, que cayeron sobre las presas cercanas.
No obstante, por el momento las acciones implementadas no han sido suficiente para paliar este problema. A menos que por algún fenómeno meteorológico se recarguen los cuerpos hídricos, continuarán los cortes de agua y el bajo suministro por varios meses.