La pandemia de COVID-19 trajo consigo consecuencias terribles a la población mundial, muchas de las cuales fueron más allá de la salud pública. Uno de los efectos más considerables que dejó la emergencia sanitaria fue la profundización de la desigualdad económica en el mundo, pues las medidas de cuarentena tuvieron consecuencias devastadoras en gran parte de la población.
Millones de personas en México vieron como sus ingresos disminuyeron debido a la pérdida de empleos, cierre de negocios o disminución de sus salarios. En un país profundamente desigual como el nuestro, la pandemia trajo un aumento considerable en la pobreza multidimensional y extrema.
Cabe señalar que de acuerdo al Censo de Población y Vivienda de 2020, llevado a cabo por el INEGI, nuestro país cuenta con 126 millones de habitantes, de los cuales 55.7 millones están en situación de pobreza. Esto equivale al 43.9% de la población. En otras palabras, prácticamente la mitad de la población mexicana vive en la carencia.
Incremento de la desigualdad
Ahora, en mayo de 2022, Oxfam publicó un informe llamado Beneficiarse del sufrimiento. Ahí documentan como a la par que miles de millones de personas en todo el mundo cayeron en situaciones insostenibles económicamente, un pequeño grupo de individuos incrementaron sus riquezas enormemente.
De acuerdo con el mencionado informe, este año cada 30 horas surge una persona cuya fortuna asciende a los mil millones de dólares. En el mismo periodo de tiempo, a nivel global un millón de personas caen en la pobreza extrema.
Beneficiarse del sufrimiento
Las personas más enriquecidas del mundo se han beneficiado de la crisis económica que ha azotado a la población mundial. Con la inflación sostenida, el aprovechamiento de monopolios, la ocultación de fondos en paraísos fiscales, evasión de impuestos, precariedad laboral y complicidad de los gobiernos, los mil millonarios ostentan una fortuna que equivale al 13.9 % del PIB mundial.
“Las fortunas de los milmillonarios no han aumentado porque ahora sean más inteligentes o trabajen más duro. Las trabajadoras y trabajadores sí están trabajando más arduamente, pero por un salario más bajo y en peores condiciones. Las personas más ricas han manipulado el sistema con total impunidad durante décadas, y ahora están recogiendo los frutos. Se han embolsado una asombrosa parte de la riqueza mundial gracias a la privatización y los monopolios, aprovechando la desregulación y vulnerando los derechos de las personas trabajadoras mientras ocultan su dinero en paraísos fiscales, todo ello con la complicidad de los Gobiernos“, comenta Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional.
Los datos recopilados por esta organización muestran que 573 personas se convirtieron en milmillonarias durante la pandemia, mientras que las proyecciones realizadas afirman que 263 millones de personas más estarán sumidas en la pobreza extrema en todo el planeta.
Los sectores industriales que más provecho han obtenido de la pandemia son el alimentario, energético y farmacéutico. La publicación hace especial hincapié en este último, exhibiendo que empresas como Pfizer y Moderna, que desarrollaron vacunas contra COVID-19, cobran “hasta 24 veces más del costo potencial de producción de vacunas genéricas” a los gobiernos, a pesar de haber recibido un gran financiamiento proveniente de fondos públicos.
Impuesto a los ricos
Este informe muestra claramente que durante una de las emergencias globales de mayor apremio en la historia reciente de la humanidad, las personas más enriquecidas aprovecharon para incrementar su patrimonio. Al mismo tiempo, miles de millones perdieron la vida, otras se han endeudado y viven en la incertidumbre todos los días.
Para cerrar su informe, Oxfam propone acciones para disminuir los efectos de esta enorme brecha que se ha abierto. Estas se basan en impuestos a las grandes fortunas, algunos de los cuales serían temporales, para que estos recursos sean utilizados en medidas de apoyo a la población empobrecida.
“Un impuesto anual sobre el patrimonio (comenzando en tan solo un 2 % para las fortunas millonarias y llegando al 5 % en el caso de las milmillonarias) podría generar 2,52 billones de dólares cada año, suficiente para ayudar a salir de la pobreza a 2300 millones de personas, producir vacunas para todo el mundo y proporcionar servicios de salud y protección social universales a la población de los países de renta media-baja y baja“, establece finalmente la organización.