En la pasada entrega se habló de libros con temática teatral de carácter académico, aunque también se mencionó algunos que hablan de la historia del Teatro, los cuales hemos disfrutado gratamente. Sin embargo, en esta ocasión se abordará la dramaturgia que han realizado algunos escritores, o bien, aquellos que siendo actores o directores han incursionado en este género (dramaturgia) no tan demandado por los lectores como la narrativa, la poesía o el ensayo. Lo anterior porque me he dado cuenta de que varias puestas en escena fueron escritas por autores aguascalentenses o escritores que han radicado la mayor parte de su vida en Aguascalientes. Mucha de esa literatura no está impresa o en formato digital para poder consultarse en algún blog o página electrónica. Es por ello que actualmente se está trabajando en un proyecto sumamente interesante que tiene la finalidad de compilar algunos textos de dramaturgia local y ¡vaya que hacía falta! En esta columna rescato algunos libros de este género ya impresos, los cuales se pueden conseguir en librerías o consultarles en bibliotecas de la entidad.
Así tenemos: Juímonos o la bola perdida, obra en dos actos del querido Ladislao Rafael Juárez Rodríguez, quien dejó un legado importantísimo en la cultura del estado. Este texto fue montado para la Muestra Nacional de Teatro llevada a cabo en Aguascalientes en 2015. El libro fue editado por la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes (BUAA) en 2012. En el prólogo realizado por Ricardo Esquer se señaló: “Los personajes de esta obra (…) El General y La Rata, representan a la gran mayoría envuelta en “La Bola; un militar y un campesino en pose ante la mirada de la posteridad (…) acertado manejo de la naturaleza mimética del drama, en el sentido original de representación del ser de las cosas, le permite a Rafael Juárez (…) la capacidad poética de inventar el mundo.”
Por otra parte, Luna de hojalata, de Benjamín Valdivia, editorial Tiempo letras, fue escrita en 1987, en donde el autor amplía su actividad de poeta y novelista, e incursiona como dramaturgo. José Luis Engel comentó acerca de este texto: “Breve, intensa, justa y alegórica, los tres personajes sacuden entretelones de la vida con sus encantos y desencantos en ese abaeterno conflicto del amor de pareja, el amor por el teatro y, sin lugar a dudas, por el arte en general en su compleja sencillez.” Benjamín Valdivia, al igual que Rafael Juárez, originario de Aguascalientes, profesor e investigador, y reconocido por su producción poética.
Para burlar el tiempo, La Cuadrilla, Requiem por una esperanza, Clase a medias y El cuchara de oro, de Jorge Galván. El maestro, además de ser director, actor y productor fue dramaturgo y varios de sus escritos fueron publicados. En el caso de Clase a medias, recibió Mención Honorífica con el Premio Salvador Novo (1984) y con La cuadrilla, Premio Nacional de Teatro SOGEM (1985), la cual fue estrenada bajo la dirección de Héctor Azar en el Teatro Wilberto Cantón de la Ciudad de México; asimismo, la Agrupación de Periodista Teatrales (APT), la incluyó en la terna de Mejor Obra en 1986. Es importante señalar que una de las editoriales de estos libros fue Cuadernos de los Teatristas de Aguascalientes, producto independiente.
De las puestas en escena premiadas y vistas por aquellos que gustan de la historia y, sobre todo, de esta peculiar etapa de México, es La cristiada, escrita por Juan Manuel Bárcenas. El cuadernillo fue editado en 2005 por Utopía Urbana Ediciones, a cargo del dramaturgo Roberto Vázquez. En el texto se relata las hazañas vividas por un pueblo durante la guerra cristera, entre 1926 y 1929, en uno de tantos enfrentamientos entre pueblo y gobierno, el pretexto: las libertades de culto y expresión. Una obra que habla del amor y la intolerancia. La cristiada originalmente fue presentada por el grupo Formación Actoral Al Trote y dirigida por su autor, Juan Manuel Bárcenas, quien es originario de la Ciudad de México, pero que la mayor parte de su vida ha radicado en Aguascalientes. Además de este montaje, tiene un amplio repertorio como: La Sanmarqueña, Huesitos y Chicos, entre otros, y sería fabuloso tener toda su antología para que varios hacedores de teatro pudieran llevarlas a escena.
El rescate que hizo Francisco Xavier López de Pastorela mexicana es un gran tesoro para el estado, editado por el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC) y por el Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA). “La pastorela data de 1900 y se presentaba en el racho de Juiquinaque cerca de Villa Hidalgo, como una muestra del teatro evangelizador en la Gran Chichimeca. Esta representación teatral de orígenes medievales trata de reforzar la labor evangelizadora mediante el teatro popular; diálogos, canto, música y humorismo.” (Mtro. Víctor Solís). Este manuscrito pasó de generación en generación hasta llegar a su edición.
Teatro para hombres solos (I), de Antonio Leal y Romero; compiladora Ma. Del Carmen Arellano Olivas. Tres obras fueron publicadas: Con las alas rotas, El alma de antaño y Al furgor de la hoguera. El maestro Armando Partida Tayzan fue el encargado del prólogo: “La recuperación de la dramaturgia de este hidrocálido (…) permite no sólo la reescritura de la historia de la literatura de este Estado, sino agregar una pieza más al rompecabezas de la dramaturgia nacional”. Se tiene también una nota biográfica sobre dicho personaje, a cargo de la maestra Carolina Castro Padilla. Libro editado por el ICA en 2001. Este también sería un gran rescate: el llevar a escena estos tres títulos y conocer la dramaturgia de Antonio Leal y Romero, cuyo nombre lo lleva un importante Teatro de la ciudad.
Erogina sagrada, de Caleb Olvera Romero, editado por apoyo del PACMYC, CONACULTA e ICA. El autor es oriundo de Jalisco, pero radica desde hace tiempo en Aguascalientes. Maestro en filosofía y doctor por la Universidad de Zacatecas. El autor hace una advertencia al Teatro: “No es mi intención enfrentarme y escribir en ese tono apocalíptico y esquizofrénico que hegemoniza la literatura que pretende escandalizar y asustar de manera gratuita. (…) lo que tienes en las manos ha sido pulido como antiguamente se hacía con los espejos, es la labor del artesano experto en escaparse de sí mismo (…) lector, si aún tienes el prejuicio de la ironía, aléjate de este texto.” Una dramaturgia provocadora, contemporánea, filosófica, digna de leerse y presentarla a estudiantes y egresados de las artes.
Dos textos más han sido publicados: Numa y otros ensueños, de Eduardo López, y Puesta en escena, de José Luis Engel. En el caso de Numa y otros ensueños son cinco obras las que integran este libro, cuyas temáticas reflejan la vida cotidiana de la sociedad. Estas puestas fueron llevadas a escena por grupos universitarios de talleres de teatro, bajo la dirección del autor. En el caso de Puesta en escena, formó parte de una colección llamada Voces abiertas y fue editada en 1992. Ambas publicaciones editadas por el ICA.
En la siguiente ocasión comentaré acerca de los libros biográficos de los hacedores de Teatro y ¡Nos vemos en el Teatro!
