El 3 de mayo de 2022 se cumplieron 5 años del feminicidio de Lesvy Berlín Osorio, ocurrido en Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México. Este fue un caso emblemático para la capital y el país, pues quedaron de manifiesto las carencias del sistema de justicia mexicano.
En todo el proceso judicial se mostraron violencias institucionales que padecen miles de familias de las víctimas de feminicidio en México. Estas se expresaron en omisiones en la investigación, falta de perspectiva de género, filtración de información sensible e ineficiencia de las fiscalías.
Otro aspecto que lamentablemente es común en este tipo de crímenes es la revictimización e indolencia de la sociedad hacia las víctimas. Se señaló a Lesvy por supuestamente estar alcoholizada, drogada y no ser estudiante en el momento del feminicidio, siendo un claro ejemplo de como las investigaciones y condenas se dirigen hacia quienes sufren violencias en lugar de los agresores.
En principio, las autoridades apuntaron que se trataba de un suicidio. El principal sospechoso fue Jorge Luis González Hernández, quien en ese momento era su pareja afectiva. La principal línea de investigación apuntó a que esta persona fuera juzgada por “homicidio simple por omisión”, es decir, por no evitar que Lesvy se suicidara.
No obstante, después de protestas e inconformidades de la familia, además de la toma en cuenta de otras pruebas y peritajes, se determinó tratar el crimen como feminicidio agravado. Así, el imputado fue hallado culpable, por lo que fue sentenciado a 45 años de prisión, el pago de una indemnización y de los gastos funerarios.
Todo este proceso fue una muestra de la violencia y dificultades que viven las mujeres en México. Los altos índices de crímenes y violencia de género han sido ocasionados en gran medida por la incompetencia de las autoridades y la impunidad subsecuente.