El Coro Amicitia es un coro de nivel profesional que se perfila para llenar un hueco muy grande que tenemos en Aguascalientes desde que en la pasada administración perdimos el Coro de la Ópera de Aguascalientes, a esa administración encabezada primero por Martín Andrade y después por Dulce María Rivas Godoy también le debemos la desaparición de la Camerata Ponce, justo cuando esta orquesta de cámara empezaba a elevar su nivel de una manera convincente e impresionante, vino la desaparición de esta asociación musical que tanta falta le hace a Aguascalientes.
Sin la presencia de un coro que tenga el nivel y que pueda responder a las exigencias de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y del repertorio que se pretenda abordar, difícilmente podríamos tener misas, oratorios, y buena parte del repertorio sacro que requiere de un coro. Y por supuesto, de otro tipo de repertorios, como la sinfonía: Beethoven, Mahler, Liszt y otros compositores tienen sinfonías que requieren de un coro, además de cantatas y otras obras no necesariamente sacras, y, claro, la ópera, el arte total. Por todo esto entendemos que contar con un coro de grandes proporciones y un alto nivel de calidad es una necesidad que no se puede, o por lo menos, no se debería seguir postergando. Hasta este momento hemos podido disfrutar de grandes catedrales corales como fue, por ejemplo, el caso del Te Deum de Dvorak en el amplio vestíbulo del Museo Espacio contando con la participación del Coro del Conservatorio de Música de Celaya, Guanajuato, un coro de muy bien nivel que respondió puntualmente a las exigencias de la partitura del compositor checo y al nivel que requiere la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, pero, insisto, necesitamos, nos urge un coro propio, un coro de casa. Me parece que después de lo que vimos la noche del pasado miércoles 13 de abril en Catedral interpretando el célebre e inconcluso Réquiem de Mozart con la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, el Coro Amicitia debe ser tomado con mucha seriedad. Además contamos con la participación de cuatro voces solistas: Lizeth Almaraz – soprano. Aída Alvarado – mezzo soprano. Francisco Tomás Gil – tenor y Carlos Arturo Mendoza bajo.
Fue un gran concierto, la sapiencia del maestro Siffert acabó por convencer, y no deja de sorprender cómo la Sinfónica puede llegar a sonar cuando es dirigida por la batuta apropiada, el maestro Siffert logró un sonido verdaderamente exquisito, no es el primer Réquiem de Mozart que le escucho a la Sinfónica, pero ese toque que le dan los grandes directores, esa manara de dejar impreso su sello, eso marca la diferencia y se nota su estilo, hacen escuela; toda proporción guardada, Karajan hizo escuela en Berlín, Solti en Chicago y Londres, Bernard Haitink en Ámsterdam y con la Royal Opera House de Londres, así, de esa manera es perceptible el toque del maestro Siffert. Un buen director tiene la capacidad de sacar lo mejor de la orquesta que está dirigiendo y elevar su nivel, de esa manera ambos se enriquecen. Me ha tocado ver conciertos con otros directores que son salvados por la orquesta de un ridículo mayúsculo, no fue este el caso, la Sinfónica está en muy buenas manos y tenemos todo, solo eso, falta un coro de ese mismo nivel.
En cuanto a los solistas, la verdad es que se eligió un elenco de excelente nivel y con una trayectoria reconocida y respondieron con solvencia a esta obra tan demandante. Lizeth Almaráz es una soprano ya con horas de vuelo, y por su parte la mezzo y el bajo Aída Alvarado y Carlos Arturo Mendoza también tienen su trayectoria aunque tenía tiempo de no escucharlos, excelente selección de los solistas para este concierto, estos tres cantantes ya han tenido algunas participaciones con la Sinfónica. Por su parte, el maestro Francisco Tomás Gil reafirmó su calidad. Lo escuchamos hace unas semanas con la OSA en un homenaje al maestro Ladislao Juárez Ponce y estuvo excelente, pero sin el ánimo de querer demeritar en nada la música del Chato Juárez, no es lo mismo cantar sus canciones que el Réquiem de Mozart, evidentemente las exigencias son otras y la técnica para cantar este repertorio sube sensiblemente de nivel.
En aquel concierto de música de Ladislao Juárez tuvo un papel muy convincente, ahora había que verlo con este tipo de repertorio, vamos, no cualquiera canta esto, y ahí estuvo el maestro Paco Gil sin dejarse intimidar, ni por sus compañeros solistas, ni por la Orquesta Sinfónica, ni por el esplendor del escenario, -Catedral lucía hermosa-, y tampoco por el exigente y demandante repertorio. Me queda claro que tenemos en Aguascalientes otra voz que se suma a posibles elencos para cubrir el repertorio más exigente. El maestro Paco Gil es docente en la Escuela Diocesana de Música Sacra, lo menciono para que no nos quede duda de la incuestionable calidad del cuerpo docente de la escuela de música en activo más antigua de Aguascalientes, y ya que hablamos de maestros de la Sacra, el maestro Daniel Romo, director del Coro Amicitia, también da clases en esta casa de estudios. Insisto, es un coro que si se apoya debidamente y se logra aumentar el número de voces, por lo menos unas cincuenta, tenemos la garantía de contar con un coro de primer nivel, sin olvidar, claro lo que el ensamble vocal Noche Lirica que atinadamente dirige el maestro Jorge Aguilera, pueda aportar. Hay talento, solo falta darle forma.
La OSA tendrá participación en la Feria Nacional de San Marcos, estaremos al pendiente de sus presentaciones.