Pues qué notición no cree estimado lector, la pandemia por lo menos en el país que vio nacer a Sergio Michel Pérez Mendoza termina casi por decreto.
Según el portal es.statista.com, donde puede encontrar 170 indicadores de más de 150 países reporta que “A mediados de abril de 2022, más de 5,7 millones de casos acumulados de COVID-19 habían sido registrados en México. Esta enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 fue registrada por primera vez en territorio mexicano el 14 de enero de 2020, mientras que las primeras muertes fueron reportadas el 21 de marzo de 2020. Hacia principios de 2022, el número de personas fallecidas a causa de esta enfermedad había superado las 320.000.”
En tanto que el mal logrado Hugo días atrás anunciaba el fin de atención prioritaria de COVID después de tres meses a la baja en el número de casos, hospitalizaciones y muertes asociadas a la enfermedad y aseguró que el uso de cubrebocas ya no es imprescindible.
Qué y cómo debemos interpretar esta noticia, sí partimos que en este gobierno la mayor parte de la información mediatizada se polariza sobremanera, podemos encontrar a los que están completamente de acuerdo con el comunicado, sobre todo si consideramos que el aislamiento en tal magnitud efectivamente afecto el psique de los seres humanos, no todos tienen alma solitaria, eso es un hecho y pedían a gritos regresar a sociabilizar, al contacto directo con otras personas que no fueran los integrantes del primer círculo. Es clara la situación, de hecho, es una necesidad que se había coartado en gran parte, por ejemplo, los más pequeños de la tribu necesitaba pasar tiempo e interactuar con sus similares, para poder desarrollar habilidades que les permiten una formación integral y no sólo este sector de la población.
Existe también la postura de otro segmento de mexicano que consideran riesgoso dar por terminada a la pandemia aún y cuando la variante del virus que circula con mayor presencia en este momento es menos agresiva pero más contagiosa. Es un hecho que hoy por hoy se siguen presentando casos de personas contagiadas, reitero ya no con los cuadros críticos como al principio, tomemos en cuenta las tres o cuatro dosis del biológico que nos protege y que casi todos los mexicanos tenemos en nuestro organismo.
Entonces de pandemia pasamos a un estado endémico, o por lo menos eso considera el mal logrado Hugo, pero en qué se basa para afirmarlo, dice que como país hemos cumplido con por lo menos tres meses con una baja sostenida en casos COVID.
Los contagios bajaron, pero eso no significa que el virus haya desaparecido del territorio nacional, seguirá presente, pero sin afectar de manera significativamente a la población.
¿Nos relajamos o no? Si busca en cualquier glosario epidemiológico el significado de endemia, podrá encontrar, palabras más palabras menos que refieren al término como “la presencia habitual de casos de una enfermedad en una población, dentro de un área geográfica determinada.” (Glosario epidemiológico de la Universidad Nacional Autónoma de México)
Entonces lo que quiere decir el mal logrado Hugo es que en la tierra gobernada por el emperador olmeca que se apoderó de la vieja Tenochtitlan, la enfermedad ocasionada por el SARS-Cov2, más conocida por la tropa como COVID y Coronavirus entró en un proceso de convertirse en una enfermedad regular y “controlada” que se presenta en una región y en una temporada determinada.
Buscando más al respecto, porque la verdad, siendo muy honesto, no le tengo confianza a las palabras del mal logrado Hugo encontré una nota donde un profesor de la Facultad de Medicina de la máxima casa de estudios, es decir la UNAM, de nombre Mauricio Rodríguez Álvarez apunta que “ una enfermedad se vuelve endémica cuando deja de ser excepcional, como ha sucedido con el coronavirus gracias a las pruebas diagnósticas, vacunas, vigilancia virológica, el acceso a tratamientos y la atención adecuada en hospitales, entre otros aspectos.”
Entonces y con base en la explicación del citado Mauricio Rodríguez, el COVID está pronto a ser como su primo hermano el H1N1 o también conocida como gripe porcina y para los cuates como la influenza.
Pero y entonces, cómo debemos actuar, qué debemos hacer, nos quitamos el cubrebocas, acá en esta región del país, nos lanzamos como burros sin mecate y sin cubrebocas a la feria, esperamos un poco más; por dónde tenemos que transitar. Como le comentaba líneas arriba, podemos estar a favor o en contra de que las medidas sanitarias se relajen incluso desaparezcan, el chiste es hacer conciencia y actuar con coherencia, sí autorizamos a nuestros hijos la asistencia a la cantina abrileña más grande de México, entonces supervise que acudan con las mínimas sanitarias y que, además si a la feria acudiste mijito con mayor razón a la escuela de manera presencial.
Algunos hablan de regresar a la normalidad, otros a un nuevo panorama, lo único cierto es que está en cada uno de nosotros tomar las decisiones correctas con relación al cuidado de la salud. De manera muy particular, a mi todo esto me deja la reflexión de que en verdad somos descuidados con la higiene cotidiana, mucho más con la ingesta de alimentos, no prestamos la atención necesaria a esta parte de comer en la calle, de llevarnos las manos a la boca y los ojos sin mayor atención, ya sé que me va a decir, pero si eres chilaquil, estás acostumbrado a los tacos afuera de las estaciones del metro de la capirucha, si claro, pero, podemos evitarnos muchos malestares y enfermedades si caemos en conciencia que comer en la calle y porquería y media no nos hace más resistentes a los bichos que hoy en día nos atacan con singular descaro.
@ericazocar