Hace pocos días, “Alberto” y “Laura” se enteraron de que “tienen” seis semanas de embarazo. Ella tiene 23 años y él, 22. Ambos están a mitad de su licenciatura de medicina y, tras analizarlo, decidieron que ahora no están preparados económica ni personalmente para tener un hijo.
En el patio de la Clínica de Salud T-III “Beatriz Velasco de Alemán” de la Secretaría de Salud (Sedesa) del gobierno capitalino, ubicada en la alcaldía Venustiano Carranza, el joven espera a su novia a que salga después de la valoración médica que le hicieron y las indicaciones que le dieron para tomar el medicamento que hará la interrupción legal de su embarazo (ILE).
Como “Laura”, desde hace 15 años, cuando se hizo oficial la aprobación del ILE en la capital del país hasta las 12 semanas de gestación –tras reformas legislativas al Código Penal, 247 mil mujeres han pasado por esta y otras clínicas y hospitales de la red de salud pública del gobierno de la Ciudad de México para ejercer su derecho a decidir sobre su cuerpo y el de tener un servicio médico gratuito y seguro.
Ella está entre las 30 y 40 mujeres que, en promedio, acuden diariamente a solicitar la atención a este derecho sin ser cuestionas de las razones de su decisión o sin requerir un causal específico.
Del total de procedimientos realizados durante esos 15 años, 70% de las pacientes son residentes de la CDMX, alrededor de 20% del Estado de México y 10%, son migrantes nacionales y extranjeras que aprovechan su paso por la capital para solicitar ese servicio, según Angélica Martínez, directora ejecutiva de Atención Hospitalaria de la Sedesa.
En cuanto a la edad de las pacientes, 78% tienen entre 35 y 45 años, son amas de casa y profesionistas. Del resto, entre 6% y 8% son menores de edad, aunque no por ello se les niega el servicio. El único requisito para atenderlas es que acudan acompañadas de un familiar.
Del total, 61% tiene nivel educativo medio superior o superior, 95% son solteras, en unión libre o casadas y 83.6% dijeron dedicarse al hogar, ser empleada o estudiante.
La autoridad asegura que menos del 1% de los casos son reincidentes, mientras que, entre 1% y 2% deciden seguir su embarazo, luego de que acuden a las clínicas y reciben la información legal y médica de lo que representa el procedimiento médico.
Romeo Adalid, director de la Jurisdicción Sanitaria en Venustiano Carranza, asegura que en los 15 años que lleva de practicarse el ILE en la CDMX “no ha habido una sola defunción de mujeres” por la práctica de este aborto seguro.
“En este tiempo han mejorado los protocolos de seguridad de las mujeres y hemos aprendido a que ellas deciden y nosotros garantizamos servicios seguros y oportunos, que ellas estén informadas sobre la decisión que están llevando a cabo”, afirma.
El proceso
Las manecillas del reloj pasan de las 10:00 de la mañana. Siete mujeres, de diferentes edades esperan en el área de Consejería Grupal del Centro de Salud T-III “Beatriz Velasco de Alemán”, donde reciben información sobre la ILE y plantean todas las dudas que tengan.
Luego, pasan con enfermeras que les toman talla, peso, presión y signos vitales. Enseguida entran al área de ultrasonido, donde médicos especialistas las revisan y se cercioran del tiempo de gestación que tienen, mismo que no debe pasar de 12 semanas, pues es el límite permitido por la ley.
Si tienen entre 8 y 9, son candidatas a un tratamiento con medicamentos. “89% de los procedimientos se hacen con intervención farmacológica, es decir con medicina; usamos Misoprostol y Mifepristona, que son medicamentos muy seguros, eficaces y no dañan la salud de la mujer”, explica la doctora Martínez.
Al pasar de ese tiempo de gestación, se usa un método combinado: medicina y aspiración manual endouterina o aspiración eléctrica. Éstas implican la entrada al quirófano y la aplicación de anestesia local.
Tras esa intervención, pasan a un área de reposo donde esperan un par de horas hasta restablecerse y poder salir por su propio pie. Dicho procedimiento, según las autoridades, dura en total entre 4 y 6 horas.
Al final, las pacientes reciben un refrigerio y se pueden retirar, no sin antes recibir información sobre los métodos anticonceptivos que pueden usar para evitar un embarazo no deseado.
“Tristeza, pero es un alivio”
Mientras espera a “Laura” sin dejar de ver hacia la entrada de la clínica, “Alberto” cuenta que, al enterarse del embarazo, “sí consideramos la opción de tener el bebé, pero lamentablemente, analizando las posibilidades y las opciones que teníamos, la realidad es que no era una opción”.
Sin consultarlo con sus familias, “porque es algo que queremos resolver entre nosotros, en privado”, estos jóvenes habitantes de la alcaldía Gustavo A. Madero comenzaron a buscar información en internet y redes sociales sobre la ILE y los lugares donde se realiza en la CDMX.
“Venimos el sábado, nos dieron la información, los requerimientos, los horarios para venir y ya hoy lunes nos atendieron”, cuenta.
Un poco cabizbajo, detalla que mientras pensaban en la posibilidad de seguir el embarazo, dijeron que uno o ambos tendrían que abandonar sus carreras universitarias para trabajar y juntar dinero para poder convertirse en padres.
“Preferimos continuar con los estudios. Por las carreras que llevamos, no nos podemos dar el lujo de estudiar y trabajar al mismo tiempo… Además, los trabajos escasean y la remuneración es muy poca. Platicamos, ambos sí queríamos tenerlo, pero por nuestra posición económica y nuestras posibilidades, la mejor opción fue ésta”, sigue.
Anímicamente, dice el joven, no fue fácil la decisión. “Ella estaba triste, decaída, decía que le hacía ilusión. Y yo también. Es raro decirlo, el hacer esto causa tristeza, pero a la vez es un alivio”, asegura.
Tras un suspiro, “Alberto” dice que entre las conversaciones con “Laura” llegaron al acuerdo de que “en el caso de que lleguemos a estar juntos en algunos años, nos queda la posibilidad de tener hijos, solo que ahorita no se puede. Lo vimos de un lado más objetivo, por ahora yo siento que ha sido lo mejor”.
Por lo pronto, termina, ambos están en terapia psicológica para trabajar esta decisión.
Las opciones
En la Ciudad de México, la Sedesa tiene cuatro centros de salud especializados para practicar la ILE: Clínica de Salud T-III “Beatriz Velasco de Alemán”, la de Santa Catarina en Iztapalapa, la México-España en Miguel Hidalgo y la “Juan Duque de Estrada” también en Venustiano Carranza.
Los centros de salud atienden los 365 días del año, de lunes a viernes de 8:00 a 16:00 horas y sábados y domingo, de 8:00 a 19:00 horas.
Para más información, se puede consultar la página de internet http://ile.salud.cdmx.gob.mx.