Sexto concierto de la primera temporada 2022/ Orquesta Sinfónica de Aguascalientes  - LJA Aguascalientes
15/11/2024

Con un programa compuesto por música de Haydn, Guevara y Mozart se celebró el pasado viernes 11 de marzo el sexto concierto de un total de 8 que conformar la primera temporada del año 2022, la temporada de la celebración de los primeros 30 años de esta nueva versión de nuestra amada Sinfónica y la temporada que también marca el inicio de una nueva etapa con la dirección del maestro Emmanuel Siffert. Es un programa muy interesante compuesto por música de dos compositores austríacos,  ambos máximos representantes del clasicismo vienés y en medio, a manera de equilibrio música de un compositor contemporáneo, actualmente tiene 91 años de edad y es del Ecuador. Este sexto concierto le fue encomendado al maestro William Vergara, director ecuatoriano graduado de la Royal School of Music de Inglaterra, una de las escuelas de música de mayor prestigio internacional.

El concierto inició con la Obertura de la ópera L’isola Disabitata del compositor austríaco Franz Joseph Haydn. Continuamos después con el Divertimento para cuerdas de Gerardo Guevara, y concluimos con la majestuosa Sinfonía Júpiter de Mozart.

Gerardo Guevara es un músico ecuatoriano que además de su trabajo como compositor, también destaca por su labor como pianista y director de coros y orquesta. Lo interesante de la situación que vivimos en estos días de pandemia es que las orquestas de todo el mundo no pueden todavía recurrir a su repertorio habitual, tocar a Bruckner, Mahler o Berlioz sería imposible si se pretende guardar la sana distancia en el escenario por lo que han tenido que recurrir a un diseño de programas alterno que será totalmente improbable en circunstancias normales, entonces, tener la oportunidad de disfrutar, incluso conocer este material musical es una gran oportunidad para todos los que somos melómanos.

El Divertimento de Guevara es una obra en donde encontramos por un lado los evidentes impulsos nacionalistas pero con un lenguaje contemporáneo uniendo de esta manera dos estilos diferentes y claro, ¿por qué no?, dos generaciones de músicos.

La verdad me costó un poco de trabajo digerir e incluso disfrutar del Divertimento para cuerdas de Guevara, es una obra difícil por su lenguaje, que yo me atrevería a llamar casi minimalista, tiene algunos pasajes que me hicieron pensar, inevitablemente en el estilo musical tan propio de Philip Glass, que también, por cierto, ha recurrido reiteradamente a elementos folclóricos de diversas geografías para elaborar, sin  renunciar al minimalismo, a su ambicioso discurso musical. Aunque como ya comenté líneas arriba, me costó trabajo digerir, sí pude disfrutar inmensamente de la solvencia de los integrantes de la sección de cuerdas de la OSA al responder a las exigencias que propone esta partitura, no es un caramelito que se digiera con facilidad, las responsabilidades que delega a algunos integrantes de la orquesta la hace una obra difícil para los intérpretes.

El sexto concierto de temporada de la OSA terminó con la interpretación de una obra que es de repertorio y debe estar entre los caballitos de batalla de todas las orquestas del mundo y de todos los directores, me refiero a la Sinfonía No.41 en do mayor, K.551 conocida popularmente como Sinfonía Júpiter, nombre que le fue puesto, al parecer, por el empresario alemán Johann Peter Salomon al comparar el carácter triunfal, majestuoso de la obra con la suprema divinidad de la mitología germana.

Es una obra muy conocida por lo que al escuchar una ejecución en vivo, yo diría que las comparaciones con alguna de las versiones que tenemos seguramente en casa resultan inevitables. Pero intentando ser objetivo y sin caer en esas molestas comparaciones, me parece que el maestro Vergara hizo una interpretación muy puntual de la última de las sinfonías de Mozart, sin correr riesgos innecesarios, aunque a veces, hay que decirlo, agradecemos inmensamente cuando el director se va a los extremos y corre todos los riesgos y sale airoso del compromiso. Lo que sí me queda claro es que su irrenunciable fidelidad a lo que está escrito en la partitura, es decir, una lectura correcta y precisa, fue suficiente para que la orquesta sonara poderosa, además supo darle ese toque de identidad con el lenguaje musical que se está interpretando, es que yo he escuchado  directores que tocan una obra del clasicismo, por ejemplo, y la hacen parecer del romanticismo, la música estrictamente clásica debe escucharse justamente con esa identidad, y así con cada período musical.

El día de mañana, viernes 18 de marzo la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes continúa con su primera temporada del 2022 con un programa compuesto por el tercero de los seis conciertos de Brandemburgo de Johann Sebastian Bach, el Tríptico para cuerdas de Akutagawa para terminar con la que por cierto, es mi favorita de las nueve sinfonía de Schubert, la No.5, D. 485. Este séptimo y penúltimo concierto de temporada será dirigido una vez más por el maestro William Vergara como huésped de nuestra Sinfónica. Esto será. Como ya lo comenté, mañana viernes 18 de marzo a las 20:30 horas en el Teatro Aguascalientes. Por ahí nos veremos si Dios no dispone lo contrario. 

 



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