Hace unas semanas, gracias a una mala experiencia de violencia verbal que ejerció una mujer hacia mi persona, me cuestioné varias cosas sobre el cómo somos vistas por el mundo las mujeres que tenemos un pensamiento más libre y las cosas que, deberían de ser normales de manera igualitaria entre hombres y mujeres y no lo son; pero nadie se ha percatado gracias a un gran número de acciones que en los hombres son normales pero que en nosotras son pornografíasin. Sin embargo, de pronto, en una noche de películas pude observar que no soy la única mujer que se hace esas preguntas ya que No soy un hombre fácil es una película que plantea cómo podría ser el mundo si las mujeres tuvieran el control con el mismo patrón de comportamiento que algunos hombres manifiestan.
Imagine Usted que Damian, el protagonista es un hombre machista que se tira a todas las que puede e incómoda constantemente con sus proporciones constantes y directas a las mujeres que le parecen atractivas, un día por distraerse en la calle al seguir el trasero de una chica choca con un poste y el golpe en su cabeza lo lleva a un universo alterno donde el mundo es dominado por las mujeres.
En ese universo alterno la vida es exactamente la misma en forma y contexto solo que al revés. Las mujeres tienen el control pero ejercen el mismo tipo de acciones y violencia que los hombres en la vida real.
Los hombres son cosificados y obligados a lucir jóvenes y apetecibles. Son ellos quienes pasan tiempo en los salones de belleza, quienes se maquillan y usan mini shorts para poder ser contratados y vistos por las mujeres.
Son los hombres quienes sufren de violencia de género y en marchas y asociaciones que promueven el masculinismo. Tal como sucede en la vida real los masculinistas son atacados por las mujeres, señalados como exagerados y los luchadores incansables de sus derechos.
Las mujeres por el contrario son las fuertes, quienes trabajan, ven fútbol y se reúnen en los bares y salones de apuestas manifestando su poder y fuerza y remarcando la inferioridad de los hombres.
Tal como muchos hombres lo hacen actualmente, salen a correr con el torso completamente desnudos y andan por ahí con las camisas sin abotonar y brasier, nadie lo nota pues en ese universo alterno es completa y absolutamente normal por lo que no es visto como un acto pornográfico.
Los hombres árabes son los quienes usan velo y son discriminados por ello, mientras reclaman que si fueran las mujeres quienes lo portaran no pasaría nada.
Naturalmente, mientras la historia evoluciona Damian, el hiper macho, se va sensibilizando sobre la violencia que ejercen la mujeres sobre los hombres y de a poco comienza a normalizar algunas cosas, tal como nos pasa a nosotras en la vida real, hasta que comprende el porqué en su mundo las mujeres se manifiestan pidiendo igualdad.
No es un discurso donde las mujeres sean superiores sino solo la inversión de los roles actuales.
Finalmente, Damien regresa a su mundo real pero la película tiene un final inesperado, que, en definitiva, no les contaré.
Esta propuesta de la directora y guionista de Eleonore Pourriat, es interesante, sobre todo porque literal vemos a los hombres ponerse en nuestros zapatos y padecer lo que padecemos.
Quizás algunas acciones son hiperbolizadas pero, finalmente es una comedia que antoja ver a un mundo verdaderamente igualitario.
¿Podríamos algún día las mujeres andar en la calle con la camisa desabotonada o correr con el torso desnudo sin ser tachadas de exhibicionistas o prostitutas? es la pregunta que me he hecho muchas veces las últimas semanas y que en esta película plantea la posibilidad de una visión normalizada del hecho.
Los hombres corren maratones con el pecho desnudo y es normal mientras que nosotras no podemos hacerlo y en lugares tan cerrados como aquí, si una chica lo hace en el circuito de su colonia como el de la línea verde es señalada como exibicionesta, mientras que en el caso de los hombres es normal, patético, ¿no les parece? imagine usted entonces lo que pasaría si alguna mujer se atreviera a correr con el pecho completamente desnudo, seguramente la arrestaron mientras que jamás, jamás he visto que la policía arreste a un hombre por ello.
Le recomiendo que vea la película, un par de veces quizá como lo hemos hecho nosotros, quizá saque un par de reflexiones que ayuden a la causa, es decir a la búsqueda de la igualdad entre los hombres y las mujeres.
Si todos somos iguales, todos deberíamos tener los mismos derechos, termina el mes, pasó ya el 8 de marzo pero cada día podemos aportar un granito de arena y continuar trabajando en busca de la igualdad, sin violencia y a pasos firmes.
Laus Deo
@paulanajber