Lo que pasa en Ucrania es innombrable, pues no es posible que un ejército de otra nación ataque a los ciudadanos inocentes ante un conflicto político.
Como nación, Ucrania es joven, desde 1991 ha estado en el proceso de ser independiente y soberana al ya no formar parte de la Ex Unión Soviética y no querer aliarse con Vladímir Putin.
Sin embargo, los ucranianos son hombres fuertes y unidos quienes buscan la libertad de su pueblo y su adhesión a la Unión Europea.
Para comprender un poco mejor el porqué Rusia invade y ataca Ucrania decidimos ver el documental Invierno de fuego que se puede ver por Netflix y el cual narra los 93 días que el pueblo ucraniano luchó hasta el último aliento en búsqueda de su libertad.
El movimiento Euromaidán comenzó como una protesta estudiantil donde los jóvenes se concentraron en la plaza principal de Kiev para manifestarse en pro de la adhesión a la Unión Europea al firmar un tratado de libre comercio, ya que lo había anunciado el presidente Víkto Yanukovich pero este, a su vez hacía tratos con el presidente Vladímir Putin para no hacerlo para favorecer a la nación Rusa.
Los ciudadanos, al notar que las negociaciones tardaban más de lo habitual decidieron acudir a la plaza para unir su voz a la de los jóvenes. El gobierno ucraniano decidió atacar a los manifestantes a fin de dar por terminada la manifestación y esto tuvo como resultado que permanecieron y lucharon por sus derechos durante 93 días sin importar las inclemencias del inviernos y de los ataques de los grupos antimotines llamados los Berkuts.
La manifestación era pacífica, los civiles no estaban armados y permanecieron así la mayor parte del tiempo. Una vez que decidieron quedarse en la plaza principal para luchar por sus derechos con las bancas, maderas y objetos que trajeron de sus casas construyeron barricadas a fin de construir un espacio que pudiera protegerlos y permanecer.
Tenía un área para preparar alimentos, un hospital, y cuando fueron recrudeciendo las cosas los ex militares entrenaron a los manifestantes para poder enfrentar a los Berkuts.
Con láminas hicieron escudos como los de los granaderos y traían en la cabeza todo artículo que sirviera como casco, desde cacerolas hasta cascos de ingenieros.
Las cosas no fueron sencillas en esos días y comenzaron a recibir apoyo de otras ciudades y de algunos países, como medicinas y alimentos.
Los antimotines del gobierno ucraniano tiraban a matar hasta a los médicos y paramédicos quienes intentaban rescatar a los heridos quienes estaban en completa desventaja al no portar arma alguna.
Lo más impresionante de esos días es que cada vez que los atacaban más ciudadanos llegaban para apoyar, no solo estaban organizados por turnos desde que tomaron la plaza sino que poco a poco eran más quienes luchaban y alzaban la voz.
Adolescentes, abuelas y abuelos, hombres y mujeres por igual daban todos los días su vida por la lucha y cada que convocaban asistían sabiendo que su vida corría riesgo pero estaban tan decididos a conseguir que sus peticiones fueran acatadas por el gobierno que no tenían miedo de morir.
Su valentía me tocó el corazón, jamás imaginé ver a un pueblo tan decidido en luchar por sus derechos. Firmar el tratado con la Unión Europea era el paso para poder adherirse más fácilmente en el futuro y eso significaría dejar por completo su historia con la Ex Unión Soviética.
Su presidente Víkto Yanukovich firmó un trato con Putin por lo que la Unión Europea decidió quitar su apoyo a Ucrania. Los manifestantes de la plaza Maidán pidieron la renuncia del presidente, su valentía, perseverancia fueron tales que lo lograron aunque eso significó la muerte de muchos de ellos cuando el grupo antimotín los atacó con bombas y armas de fuego.
Aunque de manera inconstitucional el presidente Víkto Yanukovich renunció y se convocaron a nuevas elecciones.
Posterior a ello hubo un movimiento prorruso que produjo un movimiento armado donde también perdieron la vida muchos ucranianos.
Lo más impresionante es el cómo unidos pudieron lograr la renuncia del presidente. Me pregunto si como mexicanos pudiéramos lograr algo igual, estar organizados y luchar hasta el final por un bien común, quizá nunca lo sabremos pero lo cierto es que Ucrania es una nación especial pues cada uno de sus ciudadanos son ejemplares y están dispuestos a todo por ser libres, por ello es que ahora están armados patrullando sus calles sin miedo al ejército ruso.
Si no ha visto el documental lo invito a verlo, vale la pena ver como no importa si se es empresario, celebridad, religión o etnia, cuando se busca el bien común todos somos iguales.
Apoyemos a los ucranianos con nuestras oraciones.
Laus Deo
@paulanajber