No es extraño que en diversos foros y espacios, se ponga bajo análisis, el costo de nuestra democracia, no es novedoso el juicio sobre que las elecciones en México son muy caras y que es dinero que no es proporcional al beneficio que nos brinda como sociedad, que las autoridades electorales debemos de gastar menos para poder organizar elecciones, y así, una larga lista de aspectos relacionados con los presupuestos que se destinan a la administración electoral antes, durante y después de los comicios.
Uno de los aspectos que siempre nos preguntan a quienes formamos parte del sistema electoral, es la razón por la que no transitamos a alternativas como la utilización de recursos tecnológicos en la organización de las elecciones, que dejemos de imprimir grandes cantidades de papel y por supuesto de los materiales que por ende se relacionan con el voto en su modalidad de boleta electoral en papel, y en parte la respuesta que se explica por histórica desconfianza, ese factor que se encuentra implícito en todo nuestro sistema electoral, que lejos de generar la disminución de las múltiples medidas y candados que existen en todo el entramado que representa la organización de un proceso electoral, elección tras elección se introducen más y más actividades a cargo de nuestras autoridades electorales dirigidas a brindar certeza y confianza ciudadana, de ahí que los presupuestos destinados a la organización electoral vayan siempre con una tendencia a la alza.
Si bien es cierto, que la desconfianza es el principal motivo de contar con una normativa barroca en su diseño (por decir lo menos), no menos cierto es, que actualmente las autoridades electorales hemos evolucionado con el transcurso del tiempo y cada vez adoptamos medios informáticos en las actividades que constitucionalmente estamos obligados a realizar, por ejemplo, en la actividad de captación de apoyo ciudadano por parte de los aspirantes a una candidatura independiente, se adoptó desde hace varios años, una aplicación móvil que se descarga en dispositivos inteligentes y que ha demostrado en la práctica, una mayor precisión y eficacia en dicha actividad y por supuesto un abaratamiento del costo que implicaba la utilización de papeletas físicas para recabar las firmas ciudadanas. Otro ejemplo se observa en la actividad de procesamiento de las actas de casilla que nutren el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), con la introducción del denominado “PREP casilla”, que ha demostrado también un avance considerable en la eficacia y sobre todo la oportunidad en la transmisión de datos el día de la jornada electoral. Un ejemplo más que ilustra la utilización de las tecnologías en la actividad electoral es el voto electrónico para los residentes desde el extranjero, en el cual, si bien se mantiene vigente la modalidad postal, se introdujo la modalidad electrónica para garantizar el voto de las y los residentes en el extranjero en elecciones federales y locales.
Y hablando de dicho programa, me permito hacer un paréntesis para recordarles que estamos a solo 7 días para que fenezca el plazo para que aquellos y aquellas hidrocálidas que viven fuera de nuestras fronteras, puedan levantar la mano e inscribirse en la lista nominal de residentes en el extranjero y con ello puedan votar en la jornada electoral del 5 de junio próximo en la renovación de la gubernatura de nuestro Estado.
En Aguascalientes, el voto desde el extranjero se experimentó por primera ocasión en la elección del 2016, desde esa fecha a la actualidad, dicha modalidad de votación ha evolucionado introduciendo el uso de medios tecnológicos. En ese ya lejano 2016 únicamente estaba permitido el voto en el extranjero en su modalidad de voto postal, que no es otra cosa que el envío de un paquete que contiene además de una boleta en físico, un paquete con información relacionada con las candidaturas registradas, un extracto de su semblanza curricular, una lista de sus principales propuestas de campaña y por supuesto una guía prepagada para que la ciudadanía una vez que haya recibido y leído la información antes mencionada, pudiera devolver la boleta ya marcada (o sea, convertida ya en voto) el paquete electoral por la misma vía, mecanismo que como puede leerse, resulta un poco más complicado, ya que en este permea la dependencia de aspectos ajenos al propio electorado e incluso ajeno a la misma autoridad electoral, al depender de la logística de las empresas privadas de mensajería para ello, ya que no en pocas ocasiones se dio el caso de pérdida de piezas postales, o bien que presenten una demora en su entrega, sin olvidar que el reenvío de la pieza postal también depende de dichos factores de riesgo que pudieren ocasionar que no llegue a su destino o bien llegando, pudieran entregarse en las oficinas de las autoridades electorales después de la fecha límite que establece la legislación y que garantiza la certeza de la votación emitida en el extranjero.
Un ejemplo de lo anterior es el propio proceso electoral 2016, en Aguascalientes, en el que se enviaron cerca de 130 piezas postales, de los cuales en tiempo y forma se recibieron únicamente 31, los demás por diversas razones (desde extravío de la pieza postal, hasta llegada tardía a territorio nacional) no pudieron ser contabilizados dentro de los resultados de la elección; ahora con la modalidad electrónica bien pudiera evitarse dicha situación y con ello garantizar que todos los votos emitidos desde el extranjero se reciban y procesen adecuadamente para esta jornada electoral.
Así pues, la fecha límite para registrarse está ya muy cerca, el 10 de marzo, por lo que le invito, estimada lectora, estimado lector, a que corra la voz: el registro es electrónico, en la liga www.votoextranjero.mx, y ya que seguramente todos tenemos algún familiar, amigo o conocido que reside fuera de nuestro país, sería responsable que hiciéramos el esfuerzo de comentarlo con ellas y con ellos e invitarles a que se registren y así garantizarles que su voz también tendrá eco en la elección del próximo 5 de junio.
Redes sociales
Facebook.com/LanderosIEE
Twitter: @LanderosIEE